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miércoles, 8 de noviembre de 2017

MEJOR PARA AYER


Hay que tener mucho cuidado con lo primero que oyes del día, y mucho peor con lo que escuchas, porque si fuera,  por ejemplo, una canción machacona, ya tienes pecado para sufrir y expandir a la gente que te rodea, y ese día te padece.

En este caso, este vecino del mundo hoy no ha sido muy afortunado con lo primero que ha oído. Porque a primera hora de la mañana escuchando por la radio algo que ha resultado ser un anuncio, una voz femenina, por supuesto que muy sugerente, ha dicho lo que ha resultado ser, desde mi opinión, naturalmente, la frase pornográfica del día:
-Hola, buenos días, Iberdrola, podemos ayudarle a ahorrar.

Uno no se gasta, lógicamente, un pastón en publicidad para que el cliente ahorre, ni mucho menos. Si no que cuando menos lo emplea como "zanahoria" de muestra, y en ese caso ya está presuponiendo el anunciante, de que el otro, el cliente en potencia, es un burro.

Quizás esta frase sea la más contradictoria que he oído hoy, por supuesto que al margen de todo lo que ocurre  en Cataluña, que por mi salud mental, en este post me niego a tocar.

Aunque para conducta contradictoria, la que me relataron el otro día, y que este vecino del mundo ha podido confirmar plenamente. 

Un señor, más o menos se presupone que lo será, en plena vista para su separación, quería presentar como testigo a su favor, por supuesto que con el visto bueno de su abogado, a la que fue, primero su amante, y ahora su pareja. Gracias a Dios, o al ente que sea,  todavía impera un poco de cordura, me temo que ya sólo lo justo, y la jueza se opuso a semejante cara dura. Porque, de lo contrario, en este caso sí se hubiera cumplido a pies juntilla lo de “además de cornuda, apaleada”.

Ya se sabe que en estos días donde los teléfonos móviles e internet son los mejores ejemplos de la velocidad que impera en nuestros actos. Todo tiene que ser para ayer mejor que para ahora. Y no es extraño que muchos, derechos incluidos, sean atropellados, y solo se les considere como daños colaterales.  ¿Una manera fina de decir que el fin justifica los medios?

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

lunes, 22 de agosto de 2016

NAUFRAGO DE INCOMPRENSIÓN



Lo de hoy ha sido toda una odisea. Y en realidad sólo se trataba de recibir un par de cajas de lentillas (a través de MRW, que en este caso como veréis, es relevante el decirlo), que aunque no era nada trascendente para la humanidad, y por esta vez al menos, no ha corrido  ningún peligro la seguridad de nuestra especie, sí era muy importante para este vecino del mundo.


El sábado me avisaron de la empresa encargada de proveerme de las lentillas que uso, que me las enviarían en 48 horas, y gentilmente me adjuntaban el número para seguir el pedido. 


Teniendo en cuenta el día que era, no sabía  si me llegarían el lunes, o el martes. Esta mañana, tras pasar más de media hora intentando llegar a algo en la página de MRW, todo el tiempo se saltaba de la casilla para comprobar la ruta del pedido, a publicidad pura y dura de la empresa, todo ésto a través de internet por el móvil, porque este vecino no está en su lugar habitual. He optado entonces, por ponerme en contacto con la óptica, que muy amablemente, y comprobando ellos con el número de seguimiento, me han confirmado que las recibiría hoy. Les he pedido el número de teléfono de MRW, y tras comprobarlo me han dado el número de la oficina encargada de la entrega: MRW – San Javier.


Tras llamar, que por cierto, me han cogido la llamada en seguida, a cada uno lo suyo,  al preguntar por el envío, la señora o señorita en cuestión, me ha dicho, con ese tono que da la costumbre y el hastío, que si era un envío normal lo podía recibir hasta las ocho de la tarde. Al contestarle que como no lo había mandado yo, no sabía el tipo de envío que era. Me ha dicho, sin ningún tipo de inflexión de voz, que en ese momento, no le funcionaba el ordenador, y que por favor llamara en diez minutos.


Este vecino tiene mucha experiencia en tratar con clientes por teléfono, y puedo asegurar "que no decía la verdad". Y si lo hacia, lo ha hecho muy, muy, mal. Cuando uno esta agobiado porque "el sistema" no funciona, se le nota al instante.


Al sentirme muy decepcionado y frustrado, en lugar de criar un caldo de cultivo para una úlcera, lo he comentado por Twitter:
"La señora atendiendo el teléfono en MRW San Javier, tiene menos ganas de trabajar que Dinio. ¿Está descontenta? No lo pague con el cliente".


Visto ya desde la distancia de las horas, más de diez, y usando el humor, que por suerte, este vecino del mundo considera que tiene como un obispo que se precie, es decir, en grandes "diócesis", la señora o señorita en cuestión,tenía tantas ganas de responderme como Pablo Iglesias de votar al PP, o viceversa, ninguna. 


En estos días inciertos es comprensible que el personal esté muy quemado, generalmente por trabajar muchas horas, y recibir a cambio, frecuentemente, malos modos y poco dinero. No sé si éste era el caso, pero lo parecía.


La verdad es que en muy poco tiempo, y sin haberme dirigido a ellos, al enterarse del tweet, MRW-Clientes se ha puesto en contacto conmigo. Y al decirles el número de seguimiento, me ha respondido, ¡Premio!, que hasta las ocho de la tarde lo podía recibir (un margen de más de ocho horas todavía). Si ya venía de rebote, y rebotado, de hablar con la oficina, ¿qué esperaban desde MRW-Clientes, que ni siquiera me hubieran dado esa información? Realmente es poco esperar desde su lado.


En todo ésto ha quedado más que claro que la tecnología les funciona, y también, la frialdad que da el teclado, pero el intentar ayudar de motu proprio, o por mera empatía, no es lo suyo.



Ellos no pueden “gastar” (como se diría en inglés, y que esta vez viene de “perlas”) dos minutos, en ayudar, pero yo en cambio, al estar sólo en casa, me tengo que  pasar todo el día “en prisión” como El Lute de su peor época, y penar, aunque no haya cometido ninguna falta.


Estaba convencido que para redondear el cachondeo y el desprecio, recibiría el paquete sobre las ocho, agotando el plazo. No ha sido así. En realidad, "Annie" (no sé como ella escribirá su nombre, pero ante la duda lo pongo como el "musical"),  y su simpatía han llegado a las cinco, y en moto. A su favor, que aún poniéndole mal el piso, ha sido, por fin, capaz de tener un poco de cabeza y ganas, y me ha llamado por teléfono, deshaciendo el entuerto, y recibiendo el paquete.


Por cierto, le he comentado que parecía que todo era para que la próxima vez se hiciera en otra modalidad de envío más costosa, y me ha respondido, ante mi incredulidad, que en todo tipo de envío se dice lo mismo: que se puede repartir hasta las ocho de la tarde.


Nadie me ha regalado nada, ni MRW, ni cualquier otra empresa de transporte, todo se paga. Pero tengo mucha experiencia con  SEUR-Donosti,  y todas las veces requeridas, que no han sido pocas,  me  han"brindado" un poco de comprensión, lógica, y tiempo. Y en estos días que corren, sentir, no tener, sentir empatía por el cliente, es tanto como recibir un envío como urgente, o hacer un viaje en VIP, sin haberlo pagado.


Para que quede claro sino ha quedado ya, la próxima vez a la óptica, y a lo que sea, les pediré por favor que me lo envíen por SEUR.


¡Vamos! Está claro que  si el personaje de Tom Hanks en "Naufrago" hubiera pertenecido a otra empresa de trasporte diferente a la de la película,  lo de volar en Navidad, festivo, hubiera sido, probablemente, una quimera (porque si algo sentía él era empatía por sus clientes y fervor por su trabajo), y nos hubiéramos quedado sin aventura, y por supuesto, sin una gran película.

Por cierto, la aventura de hoy, un cúmulo de despropósitos y frialdad, mucha frialdad; con excepción de Annie, pero eso ya es otra película... 

*FOTO: DE LA RED



sábado, 28 de noviembre de 2015

NO, CLARA LAGO NO ES UNA GEISHA


No por ser muchedumbre, y opinar lo mismo, se tiene razón.

En las redes sociales hay de todo. Y en especial prevalece el anonimato, el tirar la piedra y ocultar la mano.

Lo de esta semana, victimizar a una persona que aparentemente cae tan bien, como Clara Lago, por su aparición en “El hormiguero”, de Antena 3,  no me ha parecido nada bien.

Este vecino del mundo vio sus declaraciones y le parecieron de lo más coherentes. Ni por un momento me imaginé que “la cosa” iba a tomar estas dimensiones, ni que tuvieran que salir colegas a la palestra, cosa que me parece loable, para ayudarla moralmente.

Otra cosa es que muchos de los que luego le mandaron mensajes hirientes vía twitter, u otros, se dieran por aludidos ante una manera de actuar para sacarse una foto, la suya, la de ellos, que les parece tan “normal”.

Normalmente, nosotros somos nuestros mejores amigos, otra cosa es que siempre tengamos razón en nuestro comportamiento, pero “ahora me saco una foto con “ese” porque me apetece, porque yo le doy, de vez en cuando, dinero a él, y le entro si quiero como un elefante en una cacharrería”, no está bien, y nunca lo estará

Imaginaros que por casualidad os parecéis a alguien, y de un día a otro, al margen de lo que supondría de novedad para vosotros, se sacan contigo cien fotos. ¿Estarías hasta el gorro?

El oficio de la Señorita Lago es actuar y recrear el personaje para el que se le paga, no el de convertirse en geisha sumisa de nuestros deseos, aunque solo sean obtener de ella una foto, o dos, por si acaso.

Ella podía incluso ser hasta cruel, y solo pidió a instancias del presentador, Pablo Motos, que la gente antes de sacarse la foto, con ella o con el Sursum Corda, bien  conocido, por cierto, en todos lares, se lo pensase. Y eso, parece, que ha escocido. Claro está que parece que lo que molesta es lo de “pensar”, recapacitar.

He visto la manera de actuar de muchos “capturadores de momentos”, y la mayoría lo hacen sin el menor rubor, se ponen delante, muchos sin dirigirse al famoso, y se sacan una foto. Por cierto, olvídate del "gracias".

Da la impresión de que lo que hacen es parar, en una moviola gigantesca, la vida del conocido, y “ahora me brindas medio minuto, o lo que haga falta, de tu vida, porque yo me lo merezco, porque soy el rey de mi casa, porque alguna vez he pagado por ver alguno de tus trabajos”.

Este vecino del mundo es hijo de esa época en la que solo existían cámaras de fotos analógicas. Tardabas días en terminar un rollo, y otros tantos en tener las fotos en papel.

Nunca, nunca, he sacado fotos a actores que yo he admirado, ni a los otros tampoco, y que por cosas de la vida, al pasar tres años en Londres, he tenido posibilidad de cruzarme con gente como: David Hemmings, Terence Stamp, Bob Hoskins, Edward Fox, Sissy Spacek, Alan Bates, Ian Ogilvy…, y nunca, nunca, he querido inmortalizar el instante. Porque no quería robarles segundos, y a la vez quería disfrutar del momento, respirar el mismo aire y aprenderme detalles, de ellos, del momento. ¿Que la gente no te cree? Sí me creen, y de lo contrario peor para ellos.

Ha hecho mucho daño ese pensamiento/cultura de que “el cliente siempre tiene razón”. El cliente tiene razón…, cuando la tiene. Por esa regla de tres, “si tú pagas”, quiere decir que desde tu óptica la otra parte es una especie de “prostituta” que ni puede opinar, ni siente, ni padece.
Aparte de que en este caso, y en cierta manera, hay un componente de machismo: chica joven que no sabe, y no debe de opinar, ¿o no?

Pues qué queréis que os diga, uno tiene su corazoncito y durante ese programa, estuve más atento a las muestras de cariño, si las hubiere, entre Clara y Dani, para comprobar si su romance continúa. Y su romance continúa. Y me alegra por ello, y porque este año me brindaron la mejor gala de unos Goya que fueron más de sentimientos que otras veces. Él, Dani, estuvo como profesional, de 10 sobre 5, y ella con una humanidad y candidez que alumbró a todos. Pero todo eso ya lo comentó este vecino del mundo en su momento (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/02/gala-de-los-goya-2015-lluvia-de.html)

¿Lo demás? Puro egoísmo nuestro y pintarlo de mil excusas.

Por cierto, Clara, no debías haberte disculpado, porque no has hecho nada más que dar una opinión, la tuya. Las salidas de pata de banco han venido con un aparente atolondramiento detrás de la cámara de un móvil por aquellos, que en realidad, sólo se miran así mismo. Eso lo han hecho otros, que además creen que la mejor defensa, la suya, es un ataque en toda regla.

Lo dicho, puro egoísmo, e incluso envidia, y pintarlo de mil excusas.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 21 de junio de 2015

QUIQUE Y EL TESORO (NO ES CUENTO, SINO TODO LO CONTRARIO)



Que ya ha empezado el verano, señores. Y como solía preguntar mi madre, ¿Y nosotros salimos ganando en algo? Pues la verdad, salvo que el ánimo se pone como más alegre, no salimos ganando en nada. Al contrario, con esas fiestas que hay en todas partes, especialmente entre Julio y Agosto, algo tendrás que gastar. Por lo menos que no digan que perteneces a la célebre Virgen del puño. Porque antes de la crisis gastábamos, eso dicen, lo que no teníamos, vía crédito. Que regalaban créditos como si fueran gratis. Y ahora en cambio, sigues sin tener dinero, pero lo de los créditos, durante mucho tiempo al menos, en plenas vacas flacas, ha sido una leyenda, porque, como suele pasar con el “dinero llama a dinero”, solo se ha dado dinero al que ya tenía.

Y ahora, en lugar de que los bancos reconozcan que parece que bajan un poco el listón de exigencias, nos hacen ver, mediante un montón de anuncios, que solo un tal Quique no se ha enterado de que ya puedes pedir un crédito.

Cada vez que los personajes de esos anuncios dicen Quique, con el tonillo de “espabila”, a este vecino le entran unas inmensas ganas de repartir unas cuantas collejas, primero a cada uno de los personajes de los anuncios, para seguir con los gerifaltes de los bancos. Pero lo único que vas a encontrar en ventanilla, que por cierto cada vez hay menos (poco a poco y desde cualquier terminal o cajero, el mismo cliente trabaja para el banco) es a un pardillo, que a poco que le digas algo, te va a contar sus desventuras.

Este vecino del mundo siempre había pensado que las mayores lumbreras del país trabajaban asesorando a los mejores bancos, y sin embargo tal y como les ha ido, o los lumbreras no eran tales, o se han pasado de rosca, eso debe de ser, metiendo la mano y lo que no es la mano.

Visto lo visto, este vecino del mundo cuando sea mayor quiere  crear un banco nuevo, porque además el negocio es facilísimo: si ganas dinero, te lo quedas en un altísimo porcentaje, y si, como dicen ahora los jóvenes, el negocio “peta”, lo pagamos entre todos.

De todas las maneras, en todo este sistema capitalistademocráticodehoyendía hay algo que no entiendo: al trabajador hay que exprimirle al máximo, trabajando todo el día para ganar lo mínimo. Y sin embargo quieren que también gastemos. 
¿Cuándo, y con qué?

Quizás, a lo mejor no se han dado cuenta de que cada persona es como una moneda, tiene dos caras: una de trabajador, y otra de cliente. Y si el trabajador ni tiene tiempo para gastar, ni lo que se conoce como poder adquisitivo o dinero, ahora viene la madre del cordero, ¿quién va a comprar lo que se fabrique, y con qué?

Personalmente, y como este vecino del mundo muchos, cada vez tengo menos dinero, y ya las monedas en lugar de ser un instrumento de cambio, de trueque, se están convirtiendo cuando menos en un objeto de coleccionismo, y sobretodo, en un pequeño tesoro. Y los tesoros no se venden, ni se intercambian, se esconden.

*FOTO: DE LA RED