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jueves, 23 de enero de 2020

LA VIDA ON LINE...


Hoy viendo una serie en el portátil he oído una frase, el guionista en su momento escribió unas palabras, de esas que hacen pensar, como en "El crack cero", lo último de Garci, y que diferencian además la vida real de una película. 
Uno no va “on line”, como se dice ahora, diciendo frases redondas, que parece que llevan incluso flash incorporado para que no pasen desapercibidas, como en el capítulo de "El embarcadero. Segunda temporada" que he visto hoy: “Ponerle nombre a un deseo es como domesticarlo”. Y no sé por qué pero me he imaginado una moto, de esas de gran cilindrada, con vitola.

Es curioso, porque no me gustan ni las motos ni los puros, de hecho ni fumo. Bien pensado quizás sea un poco fetichista, representando un deseo, un recuerdo, en algo material. Pero de eso a que mi mente, mi subconsciente, o todo ello, resuma mi visión del deseo como velocidad, humo y marcas comerciales, dista mucho, al menos, de la visión que tengo de mí mismo.

Ahora vienen a mi mente recuerdos de la primera vez que me vi en una película de aquellas, que ya, los millennials por ejemplo nunca habrán oído hablar, de las cámaras “Super 8”. 
No es solo que no me reconociera en aquella figura delgada y desgarbada de un joven de unos catorce años, sino posteriormente, y oyéndome en una “casete”, llegué a la conclusión de que si me cruzara en la calle conmigo mismo y además, para más inri, me hiciera una pregunta, no es que no me reconociera, sino que  además mi cara no me iba a sonar de nada. 
Muy probablemente, además, me cayera mal. Normalmente caigo mal en las primeras impresiones. Quizás tenga que ver algo con mi timidez, que además cada vez que la comento, la gente, a las primeras de cambio, no me cree. Con lo cual ha llegado un momento en que ni te fijas, ni te fías, de las primeras reacciones de los otros, lo cual, en el fondo, es bastante triste e injusto para todos.

Es lo que tienen las frases redondas de los guiones, que en cuanto las toqueteas un poco, donde antes tenías la redondez hecha perfección, en el peor de los casos ahora tienes un acordeón, y por supuesto, desafinado.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 12 de septiembre de 2018

DE LA VIDA UN CHISTE, O-VARIOS...



Esta noche he soñado que tenía problemas con la nevera, con llenar la nevera, y lo arreglaba, no la nevera sino mi situación económica, haciendo de mi vida muchos chistes, y vendiéndolos.

Siempre me ha atraído esa vida-leyenda de un Woody Allen despedazando todos sus complejos, todos sus miedos,  y vendiéndolos en forma de chascarrillos-chistes-sucedidos.

En realidad, es lo que llevo haciendo en este blog desde hace ocho años y un mes, y no es una condena sino una realidad. Con la salvedad de que no cobro nada por ello, y ha habido tiempos, que ya han pasado, en que he vivido en mono, nada de estéreo ni de drogas, y en blanco y negro. Sobre todo en blanco, por la línea blanca de Eroski, de la que compraba casi todo.

Y es que estamos en unos tiempos en que parece vergonzoso o incluso egoísta quejarse, porque siempre hay gente que está peor que tú. Y entonces es mejor coger la estela de un Woody Allen que pone en solfa todo su mundo  y se ríe de sí mismo. En realidad, hoy sería una especie de “influencer de perdedores", y de los que buscan, no cinco patas, sino seis al gato.

Ya no nos dejan ni quejarnos. No se puede hacer una caricatura de Serena Williams, porque eso es seximo, racismo, y cualquier otro "-mo" que se te ocurra; cuando, seamos sinceros, la querida Serena, con tanto músculo, y ahora tutús, ya es una caricatura de sí misma. A los dibujantes de revistas satíricas como, por ejemplo, "El jueves", cada vez se lo ponen más difícil. Sin embargo hay que soportar con una sonrisa en los labios, porque es lo casi-último en modernidad, anuncios en los que ponen a los hombres como inútiles, aunque lo seamos.

Soy de la opinión de que la prueba del algodón de cualquier supuesto es darle la vuelta al ejemplo en cuestión y hacerlo con el sexo cambiado. Y esos anuncios, que van de feministas, y ridiculizan ahora al hombre, no pasarían la prueba, porque no se permitiría ridiculizar a la mujer, y, ojo, me parece bien no ridiculizar a nadie. Se están cometiendo ahora los mismos errores que antaño, pero al revés. Sin embargo, como llevan aroma de “macho” marchitado, se permiten.

Ya no sé, me imagino que no, si en las discotecas ahora se pide baile. Pero si una chica, que no te gusta, te pide baile, y le dices que no, ya tienes el “pifostio” montado. Porque eres un machista y la has despreciado como mujer… Ahora parece que no se pueden dar calabazas, porque desprecias al otro sexo, cuando en realidad a mí personalmente me encanta, el otro sexo...

Por eso es mejor tomarse la vida como sugerencias de futuros chistes, y regalarlos incluso desde lugares como este blog, aunque seguro que ya habrá también alguna asociación de “guionistas  que a lo mejor pueda acusar a este vecino del mundo de practicar, por ejemplo, “dumping”, o de echar por los suelos el valor de la gracia, o la desgracia. Y yo diré eso de que a mí la palabra “dumping” siempre me ha sugerido imágenes de cuero, cadena y látigo. O lo que es la vida, un intercambio más o menos afortunado de olores, fluidos, y lo que viene siendo sentimientos.

*CARICATURA: DE LA RED

martes, 13 de diciembre de 2016

¿SERIE, O CIRCO?



La vida moderna, digital, o como quieran ustedes denominarla, sus usos y costumbres, están haciendo aflorar a unos colectivos que parecen creerse estrellas ellos mismos: los políticos, los periodistas deportivos (los futbolistas, unos cuantos, hace tiempo que lo son) y los guionistas de series de televisión. Otra cosa es que estos últimos, en la mayoría de los casos, ni son muy conocidos, excepto a ojos de verdaderos frikis televisivos, ni ganen lo que debieran merecerse.


He comenzado así tan fuerte y determinado hoy, porque hay cosas que me cabrean, y en este caso solo voy a hablar en este post, con relación a las series de televisión...


Todo viene a raíz de dos noticias motivadas por la finalización de las dos series españolas que están ahora triunfando: Velvet, y Mar de Plástico.


La primera de ellas, haciendo un doble tirabuzón, en el último capítulo va a ofrecer escenas en directo, y la segunda, que ya ha rodado varios finales, y ofrece dos, para elegir en votación.


Cada vez que una serie triunfa, es como si los que la manejan, y con esto me refiero, no a los guionistas, sino a los “peces gordos” de las cadenas en cuestión, pareciera que tienen caviar en sus manos, y en seguida quieren subir sus precios. Estoy hablando de una manera metafórica, porque de la otra, de la real, seguro que ocurre también y subirán los precios de los anuncios. 


Pero con respecto al espectador, que es donde este vecino se encuentra ubicado, le suben el esfuerzo de verla. Más capítulos, más publicidad (más espera ante la pantalla). Mucha incertidumbre, porque ahora cada vez que empiezas a ver una serie, no sabes si va a ser una temporada corta, que quizás ni termine, porque aunque a ti te pueda gustar, si no triunfa claramente, como mínimo le cambiaran el horario y te perderás en las profundidades de la madrugada…


Y si triunfa, tampoco es bueno, porque puede que terminen de verla tus nietos, con lo cual en el testamento te tendrás que tomar las molestias de darles indicaciones de cómo va el esquema de las tramas y personajes. Eso, sin contar con que los guionistas, a tenor del supuesto triunfo de la serie que han parido, quieran lucirse más de lo necesario, y en plan selfie quieran sacar la patita de la autocomplacencia con un doble tirabuzón de argumento que solo se pueda asumir con una mezcla de varias drogas de diseño en nuestro cuerpo.


Hay series, como “Hospital Central”, que murieron longevas, pero que el éxito no les sentó bien, ya que a los protagonistas les pasaba de todo, incluso la amputación de un brazo al cirujano protagonista, y tras bastantes capítulos de sufrimiento (toda la temporada), su reimplante, y optimización de las habilidades del brazo en cuestión, el espectador era recompensado con que ese médico, sufridor donde los haya, podía volver a operar. Matrimonios bien avenidos que luego casi montan “La guerra de Los Rose”. Maneras de ser de unos personajes bien trazados, que con el tiempo parecían sufrir esquizofrenia y cambiar su carácter totalmente, quizás porque había cambiado el equipo de guionistas, o simplemente para que sirviera de coartada a un divorcio inesperado, porque alguno de los actores quería dejar la serie...


Los espectadores de vemos de sufrir o alegrarnos por las tramas, no por nada más, incluido el que haya un puente y se paren las emisiones, eso sino dejan a medias la serie hasta la siguiente temporada... Y ahora, parece que quieren hacer como en los partidos políticos, la responsabilidad a las bases. Y cada vez que hay un problema, el final de la serie en este caso, que decida el público. Eso no debería de ser así.


Se tiene que exigir una sensación de seguridad. De que esas vidas que son representadas por actores, tienen un destino definido desde el principio. Y no ir al albur de éxitos o gustos comerciales. Y si vas a dar varios finales, como ya ocurrió con “El príncipe”, en opinión muy personal de este vecino del mundo, ya se desvirtúa todo, porque se ven los engranajes y los trucos de la serie, que se supone que debe de ser la vida misma, y no convertirla, como en el caso de estas dos grandes series que nos ocupan, en un circo mediático.


Eso, sin contar con esa especie de norma no escrita, que parece existir ahora, en la que los guionistas o personas que deciden el desenlace de una serie, pareciera que no quieren que termine felizmente esa historia, quizás con la excusa de que la vida misma termina siempre en tragedia. 


Los finales tienen que ser clásicos, a opinión de este vecino del mundo, los buenos triunfan y los malos sufren. Los que hemos visto toda una serie nos lo merecemos. Lo otro es la vida, que siempre acaba mal, y para eso, no vemos la tele sino que nos asomamos por la ventana, e incluso quizás nos tiremos, protagonizando así nuestro propio "spin-off", aunque sea cortísimo...


En mi pueblo, en todos los pueblos, existe mucha sabiduría de taberna, y siempre se ha dicho que “lo que es, es” y no lo que unos cuantos de éste u otro lado de la pantalla, quieren que sea.

*FOTO: DE LA RED






miércoles, 27 de abril de 2016

TWEETS PARA UNA EMBAJADA


Ante tanto comentario triunfalista sobre el estreno de la nueva serie “La embajada” y ser ganadora en el “share” de ese día, este vecino del mundo  se ha tomado un día (día y medio) para pensárselo y que se enfriaran sus sensaciones, complicadas, intentando ser más justo.


Como durante la emisión del capítulo, este vecino fue redactando tweets sobre sus opiniones a tiempo real, se va a basar en ellos. El orden en este post no tiene por qué coincidir con el orden real mandado por twitter. 


"Creo que la embajada real de Tailandia, si la hay, va  a estar sin candidatos para ir, durante mucho, mucho, tiempo."
Y a pesar de esa sentencia, y sin ahondar en razones por no “estropear” el argumento a futuros espectadores, la serie puede ser buena publicidad para que las nuevas generaciones estudien para diplomáticos. Según ésta, "es un continuo  no parar”, en todo.
El argumento, el thriller,  en todo caso ocurre en una embajada como pudiera transcurrir en un hotel, o en un bufete de abogados.


Serie  realizada para que los pobres estemos contentos de no tener mucho dinero y ser corruptos y cornudos.
Sería un lado optimista de verlo, porque el argumento recuerda bastante a nuestra actualidad en alguna autonomía de nuestra piel de toro y, claro está, a muchas otras series.


He cerrado un momento los ojos y me he perdido dos polvos  y tres corrupciones.
Este vecino se ha imaginado a los guionistas de la serie como si estuvieran rellenando una quiniela con el método de los dados, y según iban lanzándolos, ahora uno le era infiel a su esposa, como que  ella le adornaba la frente a él, mientras ya buscaba nuevos horizontes. Una especie de Sodoma y Gomorra pero ataviados con lo último en grandes marcas de moda. Y que conste que este vecino del mundo no es estrecho de miras, pero viéndoles a esos personajes en sus lides amatorias, no tienen tiempo material para trabajar.


Carlos Bardem está que se sale, y Raúl Arévalo haciendo amigos desde el primer fotograma.
Lo del Señor Bardem, Carlos, si transcurre el argumento como parece, puede ser curioso, porque su personaje es el primer malo malísimo que detectamos, y que visto lo visto en el primer capítulo, puede resultar al final “una hermanita de la caridad”, en comparación con lo que parece adivinarse hay encerrado entre las paredes de la embajada, ya que él, y es un detalle, va de frente.

En cuanto a Raúl Arévalo juega, al menos por ahora, a ser el gran tapado, malo y posiblemente cruel.


Por un momento, al final, me ha parecido que Úrsula Corberó hacía un remake del papel de Megan Montaner en "Sin identidad".
Y es curioso, porque además la Señorita Montaner también aparece por la embajada. Y es que los productores si en algo no han escatimado es en nombres, bellezas, y epidermis, de actores y actrices del momento.
Por cierto, y no es una crítica, sino constatar un hecho, el comportamiento del personaje de la Señorita Corberó recuerda muy mucho a su manera de comportarse en la mayoría de sus entrevistas, dando la sensación de que “pasaba por allí”, pero mucho se teme este vecino, que sea la calma que precede a la tormenta, y que ese personaje, aparentemente alocado, va a sufrir bastante.


Demasiado esquemático todo. Si estornudas te pierdes dos datos. Y dentro de poco necesitaremos un mapa, para situarnos”.
Sensación de que el tiempo que ha durado el capítulo no he parado de trabajar. He acabado agotado”.
“He tenido la sensación durante todo el capítulo que era el enunciado de un problema, y gordo”.
Estos tres últimos “tweets” han sido agrupados a la hora de redactar este post porque están íntimamente relacionados, y pertenecen al lado, según la opinión de este vecino del mundo, de la parte negativa.


Demasiado condensado todo para poder disfrutarlo. Hay una duda en este vecino: ¿Será toda la serie así, o esa sensación de demasiadas cosas, que llega al agobio, puede ser motivado “solo” por ser la presentación de personajes y drama?


Personalmente, y sin intentar condicionar a nadie, este vecino va a dar de margen otro capítulo a la serie, y si sigue teniendo las mismas sensaciones, se va de Tailandia en busca de nuevas aventuras en otra película, o serie.


Por cierto, y ya para terminar, este vecino brinda una idea, y gratis. Le hubiera parecido más interesante la misma propuesta pero al revés, es decir, una embajada tailandesa  en España, y los problemas que pudieran surgir entre los tailandeses y los nativos, pudiendo incluso adentrarse en el terreno de la comedia.

*FOTO: DE LA RED




martes, 12 de enero de 2016

EL SHOW DE PALMA Y LA VERDAD QUE MANCHA



El show de Palma, o dicho de otra manera, el denominado Caso Nóos, acaba de empezar, exactamente ayer, y no sé si nos vamos a divertir con las salidas de pata de banco de los diversos abogados por llevar el ascua a su sardina, aprovechando esas bellas costas marineras que les circundan, lo que ha quedado claro desde un primer momento es que no nos vamos a aburrir.


Hay cosas que se saben de siempre, o de nunca, pero no se dicen por obvias, y porque aunque sean verdad pueden molestar a alguien. Todo el mundo, a partir de cierta edad, sabe quiénes son los verdaderos Magos de Oriente, pero nunca se dice por obvio o porque puede haber “ropa tendida” y se puede manchar, porque la verdad mancha, y si entras en contacto con ella, ya nunca más serás igual.


Lo de que “Hacienda somos todos”, más o menos se sospechaba que como mínimo algunos éramos más que menos, pero nunca se había dicho así tan a las claras como ayer lo hizo la abogado del Estado Dolores Ripoll, que el lema "Hacienda somos todos" es meramente publicitario. Si a las primeras de cambio disparamos cañonazos, no va a quedar ni el decorado del juicio.


Por cierto, lo del Fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, es tan surrealista comparado con la imagen que del fiscal se suele tener en el cine americano, que cualquier día nos encontramos con una O.N.G. Pedro Horrach dedicada a la aclaración y salvación de nobles en proceso de procesos judiciales.


Desde hace un tiempo ha quedado muy claro que en España el mejor guionista, y por mucho, es el destino, porque que aparezca una foto del Señor Fiscal, en el caso Nóos, el ya mencionado Señor Horrach en su despacho, muy serio él, muy digno él, y en un segundo plano un carro de la compra (¿un carro de imputados?) supuestamente de procedencia ajena, y con una apariencia muy a lo “Mercadona”, es más flipante, hiriente y tajante, que el último plano, y que es donde se descubre todo el misterio sobre Rosebud, en Ciudadano Kane.


Y, quizás, todavía queda un gran divertimento en este show de Palma, y que probablemente nunca se nos desvelará, es el saber lo que opinan las tres juezas que llevan el caso (Samantha Romero, Eleonor Moyà y Rocío Martín) y que, tras un amplio historial de 32 años de experiencia conjunta, tienen que lidiar entre otras cosas, con esa imagen, muy contraria a la suya, que nos quieren vender de una Infanta Cristina muy esposa de su marido, y que presuntamente hace todo, firma todo, lo que el macho de la casa dice, sin plantearse nada, y accediendo a  todos sus deseos como buena ama de casa y compañera.

Para cuándo habrá una nominación a los Goya al mejor guión original al destino español y su peculiar manejo del humor y la ironía.


Un consejo, si no se lo toman como algo personal, porque en ese caso sufrirán, y mucho, con El show de Palma nos vamos a mondar.

*FOTO: DE LA RED

martes, 18 de agosto de 2015

LOS NUEVOS BUFONES, O DAME PAN ... Y PARTICIPO EN LO QUE QUIERAS




Se suele decir, y además así, con acento, como se le atribuye al torero Rafael El Gallo: “Hay gente pa tó”. Especialmente si se ven ciertos programas de televisión, como ¡Ahora caigo! y ¡Boom!, ambos en Antena 3, se puede llegar a la conclusión de que España está llena de “frikis”, porque la mayoría de los concursantes tienen, por decirlo de alguna manera, un punto extraño sino extravagante. Este vecino del mundo tiene, y los que siguen este blog lo saben con creces, unos "convecinos" sui géneris, pero las personas que aparecen en ambos programas son, y ésto es muy importante en todos los sentidos,  de darles de comer aparte.

Parece ser, y la experiencia de los últimos años lo avala, que lo de los programas va por rachas. Hace unos años, unos cuatro o cinco, las cadenas de televisión se llenaron,  de programas que mostraban a gente en la playa, de cualquier parte de España, y al menos, en las playas que visita este vecino del mundo, no se ve lo que se veía allí, personas al límite de convertirse en “personajes” intentando hacer en un segundo todas sus gracias.

En su momento, este vecino del mundo lo achacó a “los cinco minutos de gloria” que al parecer necesita todo español para, por decirlo de alguna manera, sentirse realizado.

Sin embargo, lo de ahora, además de un “casting” buscando gente de ese perfil, que por cierto ambos concursos son de la misma productora, Gestmusic,  ya le parece más a este vecino del mundo a “hacer lo que sea para ganar un poco de dinero”, o lo que venía siendo el antiguo dicho “dame pan y llámame tonto”.

Espero, sinceramente, equivocarme, pero como siga la crisis, que, desgraciadamente, seguirá durante mucho tiempo, veremos todo tipo de programas con concursantes capaces de cualquier cosa, y ya no por la gloria de esos cinco minutos, sino por la posibilidad de ganar algo de dinero.


Antes, concursos del tipo “Un, dos tres…”, giraban entorno a sorpresas y gracias pergeñadas por los guionistas. Ahora las gracias las ponen el presentador, que en parte se supone que estará “asesorado”, vía pinganillo, por un guionista de plató, y el resto, por unos frikis o seudo-frikis en busca de dinero rápido.

Si antiguamente en toda corte que se preciaba existía la figura del bufón, que hacía sus gracias para ganarse la vida, ahora la corte es la televisión y hay mucho bufón, dicho sin ningún ánimo de ofender, en busca de su parcela en la corte de nuestros días.  

Lo que ocurre, y es que este vecino del mundo siempre se ha preguntado, en el caso del bufón, en realidad, quién es el último que se ríe realmente. Y  siempre lo ha tenido claro: el bufón, porque se ríe del hambre. Bien pensado..., pocas cosas han cambiado.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 31 de julio de 2014

CARTA A UN "GRAFITERO" ENAMORADO

Querido enamorado:

Si creyera que tuvieras más de cincuenta años, no hubiera comenzado la carta así, porque hubieras pensado, sin remisión, que era la Señorita Francis, o al menos su guionista, aconsejando sobre cómo dominar los ardores pasionales.
He pasado muchas veces por el mismo camino, durante mis vacaciones en Torrevieja, y al apreciar el paisaje, precioso, nunca me había dado cuenta, de que al menos, una vez , habías estado allí.
Quiero pensar que el 4 de Mayo del 2013 (fecha que inmortalizaste en un banco de piedra) era un día pletórico para ti, en pleno proceso primaveral, y con las hormonas, dado el lugar en el que te encontrabas, cantando habaneras de amores imposibles.
Al no poner el nombre de los amantes, esas mismas habaneras, que al decir “Torrevieja”, llenan nuestros recuerdos,  de amores prohibidos, me han traído a la mente que era un amor clandestino, como esas barcas nocturnas que recalan en el puerto con cargamento prohibido.
Desgraciadamente, muchas veces el amor es una marea que viene y va. Viene arrebatándolo todo y deja, en el peor de los casos, damnificados y malos recuerdos. Espero profundamente que ese no haya sido tu caso, no haya sido vuestro caso, y que ya que lo escribiste en un paisaje marinero, deseo que vuestro amor “vaya viento en popa”. Y lo más triste pudiera ser, que tanto tú como la otra persona, al pasar por ese banco ni recordarais que vosotros lo forjasteis en un presunto atardecer enamorado, ni que al menos tan solo en ese momento os pertenecisteis el uno al otro.
Hay varias esculturas públicas en Torrevieja, con sabor inequívocamente marinero, pero ésta seguro que es la única gratuita, y proyectada desde un alma juvenil e inocente. 
Es fácil encontrar pintadas con el clásico “yo estuve aquí”, pero esta declaración, porque es eso e incluso más, está diciendo “yo estoy ahora coladito por tus huesos”, y el amor, aunque no dure, siempre es una celebración, por de pronto del espíritu, y si hay suerte, ya veremos si de la carne.
Alguien negativo verá esa fecha como fecha de caducidad, pero desde un punto de vista positivo, como hay que serlo, es una fecha de confirmación del amor que sentíais, y eso siempre hay que pregonarlo.
A partir de ahora, siempre que pase por allí voy a seguir “vigilando” ese banco por si aparecen más mensajes enamorados, porque donde hay amor, hay alegría, y el amor es como una ola, que siempre empapa a todos.
Muchas gracias por haberme traído tan gratos recuerdos.

Tuyo, con el deseo de que sigas enamorado como en aquel día de mayo.

*FOTO: F.E.PÉREZ RUIZ-POVEDA

lunes, 13 de septiembre de 2010

JOLIN CON ANGELINA

 

Ayer, sábado, fuimos al cine pues tenía una cita con Angelina Jolin, como yo la llamo por razones obvias. La pelicula en cuestión es Salt. 

Teniendo en cuenta que el cine, a parte de ser considerado como el séptimo arte, es también una transacción económica, desde ese punto de vista, ningún tipo de protesta. Esto lo comento, porque ahora el cine se te pone bastante caro. Quién más quién menos no va al cine solo. Si como yo, eres cabeza de familia, ...pagas por todos los pecados. Fui con mi mujer, y mi hijo mayor. Tres personas, entre la entrada, unas chuches, y una bebida para cada uno, pues el negocio ahora está diseñado de esa manera, se te pone como una entrada de teatro con la Angelina actuando en directo para ti sólo.

De hecho, yo ya noté que en algún momento me miraba con picardía.

Es una película que desde el primer momento te atrapa y no paras de esquivar balas hasta el final de la aventura. Desde el punto de vista argumental hay cosas que se ven venir, pero como a la que más se le ve venir, ir, subir, bajar, y dar es a la Angelina, pues Jolin, todos contentos que para eso hemos ido a visitarla.

Especial mención merece el derroche de decibelios de la cinta en cuestión. Al final de la película me pasé un buen rato buscando medio tímpano que me había saltado entre ráfaga y ráfaga.. No hubo manera. Lo consideré como un daño colateral.

Atrás quedó la época de que para darte un susto en una escena, el guionista introducía algo que no esperabas, quizás una mano que tocaba en el hombro al protagonista, y que luego era un amigo suyo que le venía a preguntar algo. Ahora, te lanzan una buena ración de decibelios, y mientras te recuperas la película, ya ha finalizado.

Analizando por un momento la belleza de la Jolin, quizás tiene un conjunto de “demasiados”: demasiados pómulos, demasiados ojos, aunque sólo tenga dos, demasiado delgada, que al final consiguen que ella esté demasiado.

A mi mujer no le importa que diga estas cosas; me comprende, porque a ella le pasa lo mismo con algunos actores, en especial con George Clooney, aunque yo como buen español siempre le digo:
-Uff, no se qué me da que a ese le gustan los hombres, aunque yo no tengo nada en contra de eso...

 
Siempre hay que morir matando.
 
*FOTO: DE LA RED