Mostrando entradas con la etiqueta partidos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta partidos. Mostrar todas las entradas

miércoles, 4 de julio de 2018

LA VERDAD... ¿NO IMPORTA?



Siempre he estado convencido de que tenemos el país que nos merecemos. Que es lo mismo que decir; así está el país, así estamos nosotros.

Y  en unos días en los que se está pasteleando con nuestra televisión estatal, sin que ninguno de nosotros ni siquiera parpadee, lo que hizo ayer Telecinco, para los que están siguiendo la serie “La verdad”, tener esperando a sus seguidores, durante más de una hora sin dar ninguna explicación, por razones “mundialistas”, para luego salirse por la tangente, repitiendo el capítulo anterior, es como diría mi amigo el filósofo de taberna: como ir a mear, y no echar ni gota.

Al final habrá que actuar como hace este vecino del mundo desde hace tiempo, ver lo que ofrecen las diferentes cadenas y programarse mediante las opciones que ofrece internet lo que te apetece ver en cada momento.

Porque, entre otras cosas, decidirse por seguir una serie o no, por muy buenas críticas de que venga precedida, me refiero a las series españolas, que en nada desmerecen a las de fuera, significa que quizás ahora te viene bien esa serie porque es los lunes. Pero a lo mejor luego, la ponen los martes. O incluso, el “iluminado” de la cadena, que cada televisión como mínimo tiene uno, le da por cerrar el grifo de la serie hasta dentro de unos meses (al parecer el iluminado de Telecinco, en el caso de esta serie, lo ha debido de dejar, porque él lo vale, para otoño) y tú, con ese cabreo que te haría jurar en arameo, te lo tienes que tragar con patatas.

Además, tal como están las cosas, ya no sabes si quieres que una serie triunfe porque los trece capítulos (nueve en esta serie), se pueden convertir en trece temporadas. Y, por ejemplo, la pareja protagonista que se llevaba también, por exigencias del guion, y nunca mejor dicho, tiene que discutir e incluso divorciarse, porque, de lo contrario no hay historia que aguante tantos capítulos, ni actores que aguanten el mismo contrato. Y si no recordar lo que pasó con aquella gran serie que fue “Hospital Central”-

Y si desde las televisiones nos tienen ese respeto, ninguno, programando y contraprogramando, qué respeto nos deben de tener  “todos los partidos”, desde el centro (porque en España se supone que no hay partidos de derechas, aunque alguno siempre ate, y bien atado, “lo que quieren los españoles” con lo que hacen ellos) hasta a la extrema izquierda, que en ese círculo vicioso que es nuestra España, debe de empalmar ya con ese centro que comentaba anteriormente.

Si queremos que espabile España, tenemos que espabilar cada uno de nosotros, y no dejar pasar ninguna. Ayer nos habéis fallado, no hay disculpas que valgan. Pero nuestros gerifaltes saben que tenemos tragaderas del tamaño de un agujero negro.

Siempre me acordaré lo que dijo aquel político español, no hace muchos años, tras el subidón de un mitin en pleno furor electoral: Si les llego a prometer que les pongo una playa, tragan también.

Si no queremos que nos prometan más playas fantasmas, el futuro comienza hoy mismo. Y recuerda: no creen que somos buenos, sino tontos.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 26 de mayo de 2018

YA LO DICE LA EXPRESIÓN



Este fin de semana tengo un gran festejo familiar, y en circunstancias normales ya estaría preparando el terreno, y que se me entienda, comidas suaves y en cantidades para modelos de Pasarela Cibeles en sus momentos, según se decía, más estrictos, porque beber alcohol nunca lo hago. ¿Propósito? Que este  domingo fuera una especie de apocalipsis de delicias comibles y bebibles, y en el que el cinturón sólo estuviera atado las primeras décimas de segundo en el maratón de lujuria culinaria.

Pero, el entorno, no colabora. O en otras palabras, hoy más que nunca se puede decir eso tan español de que “el horno no está para bollos” y si miras metafóricamente hacia arriba, como en aquellas películas del oeste de los setenta, no encuentras esperanzas, sino a buitres, como en “El oro de MacKenna", pero sin canción de José Feliciano que alegre el desaguisado. Tienes la extraña sensación de que tu país está incluso peor de lo que crees.

Entre unos y otros se ha practicado la contradicción permanente, una mezcla de que “viene el lobo, viene el lobo”, y "somos la maravilla de occidente" – cómo nos admiran/envidian todos los demás países europeos.

Pero ahora, de nada valen las excusas, ya es oficial, y dictado bajo sentencia jurídica: gente del partido popular en su momento instaló la mayor fábrica de choriceo a escala nacional, y con ramificaciones internacionales. Y ya los “populares” de ahora, por mucho que se pongan de perfil, o digan que no saben alemán, y que Gürtel les viene lejano, cualquier día de estos tienen el logotipo de su partido en El libro de los récords de Guinness.

Y mientras, el resto de partidos son incapaces de juntarse, olvidándose de las posiciones que tienen en el panorama electoral, para intentar adecentar un poco nuestra casa común. Quizás, en lugar de “vigilar” a los vecinos portugueses solo en cosas eurovisivas, deberían de haber tomado nota de cómo se arregla un país.

A lo mejor nos sobra orgullo de clase, y carecemos de algo que incluso tiene un coche del más ínfimo modelo: freno y marcha atrás.

*FOTO: DE LA RED
 IDEA: PATXIPE