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lunes, 5 de diciembre de 2016

UNA PREGUNTA INCOMODA O EL POR QUÉ DE UN HAMAQUERO EN EL DESIERTO

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En una semana orgásmica para los amantes de puentes festivos y que además tienen la suerte, no sólo de financiarlos, sino de poder practicarlos, hago una pregunta maliciosa:

¿No se dijo en su momento, hace unos cinco años y por el anterior gobierno (que son los mismos de ahora pero con el contrato renovado, por no decir aquello de los perros y los collares para que nadie se dé por ofendido) que lo de los puentes se iba a acabar para el año siguiente (de cuando se dijo)?


Si los empresarios no se quejan, lo que indicaría el principio del fin, quiere decir que parte de los empresarios, claro está en número más importante, salen ganando con el movimiento de la gente en días festivos. Por supuesto que con "elementos", aunque ellos también se consideren "empresarios"  que paguen dos euros por cama a las mujeres encargadas de hacer las habitaciones en los hoteles, antes denominadas como “camareras de pisos” o similar, y ahora bajo cualquier denominación, como auxiliar del auxiliar del auxiliar (con tal que sea lo más barato en cotizar), siempre viene bien en que haya trasiego de gente, en esta España casi nuestra.


Entre los “propósitos” o “peticiones” que se lleva el viento, recuerda también este vecino del mundo, cuando se empezó a limitar los días festivos, y en algunas comunidades, como en Madrid, hubo algún lumbreras que decidió quitar el “Día de Reyes”. Duró la decisión unos cinco segundos; porque en cuanto las autoridades eclesiásticas se cabrearon, se supone que en latín, por la mala nueva,  y las grandes superficies se dieron cuenta de lo que iban a perder, a ambos gremios les debió de entrar sudores, y al que se supone tuvo la idea, o se le atribuyó,  por aquello de “te ha tocado", es posible que el sufridor esté desde entonces de hamaquero en el Desierto del Sahara.


De todas maneras, una confidencia: 
Este vecino del mundo está seguro de que nunca se quitará este gran puente de Diciembre, porque no van a tocar el Día de la Constitución, por razones propias, ni el de La Purísima Concepción, por no cabrear a la Iglesia, o dicho de otra manera, por el  mismo motivo que en la declaración de la renta, te dan opción a "declararte" también a la Iglesia.
Dispararan a lo que dispararan para acortar el puente,  siempre se pegarían un tiro en la pierna.


Por otra parte, debemos de aprender a distinguir que cuando se afirma, principalmente, que algo se va a hacer, no se hace, y al revés. La prueba más clara es que el Gobierno del Partido Popular ha sido el único que en sus propuestas electorales llevaba como bandera el “no subir más los impuestos”, de ninguna de las maneras, y bajar aquellos en los que fuera posible.


No le ha faltado tiempo al Señor Rajoy entre entreno matutino y entreno matutino,  primero a decir, a menos de una semana tras la victoria electoral, que no subiría “los impuestos importantes”, y a la postre, una vez abierta la puerta, donde dije digo digo diego.


Y es que bien pensado… ¿cuáles son los impuestos importantes? Porque aunque para muchos, por ejemplo, serán el alcohol y el tabaco, para este vecino lo es el de las bebidas azucaradas o gaseosas. Y es que de algo habrá que morirse, más que nada para no quedarnos solos y aburridos de recibir tanto sablazo.


Y ya para terminar, feliz puente para el que pueda. Eso significará entre otras cosas… que tiene trabajo. Lo cual en sí,  y si consigue con ese salario llegar a fin de mes,  ya es todo un lujo.


*FOTO: DE LA RED

domingo, 29 de mayo de 2016

ALICIA KEYS, ¿PREGONERA EN BUÑOL?


¡Es un asquito! ¡He dicho que es un asquito y no rectifico lo más mínimo!
Eso de que el mundo ya sea prácticamente una aldea global tendrá sus cosas buenas, pero también malas. Y ha quedado más que patente, estos días, con esa queja sobre la tomatina de Buñol.


Que en un país africano, la cosecha de tomate ha sido desastrosa, en lugar de quejarse porque las autoridades de su país no han sabido luchar contra la plaga de polillas que la ataca y devora, se quejan de que en Buñols “desperdicien” esa especie, cuando es más que sabido que el tomate de Buñol, el destinado a la tomatina, al menos eso dicen siempre, es incomible.


Ahora me acabo de comer un bocadillo de sardinas en aceite de oliva con un poquito de mayonesa, y de lo bueno que estaba me han salido hasta dos lagrimitas. Pero  ese instinto de lo políticamente correcto que de un tiempo a esta parte nos ha salido a todos, me enciende una alarma que me induce a pensar que si lo comento, habrá alguien, o la madre de una sardina, o alguien a quien se le corta siempre la mayonesa, aunque la compre ya hecha, que se quejara, quizás para así sentirse vivo, o viva, pero se quejará. Y lo que ha sido simplemente comerse un bocadillo, puede convertirse en un auténtico atentado contra la humanidad.


La fiesta de la tomatina es un gran reclamo turístico para la localidad valenciana de Buñol, donde cada agosto se reúnen miles y miles de personas (más de 20.000) de todo el mundo. Y estos días se ha hecho muy popular en Nigeria. Aunque, al parecer, allí no les parece una fiesta divertida, sino un auténtico desperdicio. Ya que como consecuencia de una plaga, el tomate escasea en ese país africano en el que los cestos, de unos cincuenta kilos, han pasado a costar de 1,30 a casi 200 euros, precios para mayoristas. Y al parecer, siempre es más fácil escudriñar las costumbres extranjeras, que la política interior.


Lo dicho, mejor no decir nada sobre el bocadillo que me acabo de meter entre pecho y espalda, porque en el peor de los casos me acusan de haberme comido "pezqueñines", o de mayonesa no homologada.


Por cierto, visto lo visto ayer en la Final de la Champions y llevando la modernidad por bandera, si de lo que se trata es de romper todo lo anterior en cada décima de segundo, olvidemos eso de “estar más perdido que un pulpo en un garaje”, y desde ayer nos lo han puesto facilísimo: “Estoy más perdido que Alicia Keys en la Final de la Champions”.


Además, esta actualización del dicho, tendría doble dirección, y estarían perdidos tanto el protagonista de la frase como los que le rodean. Porque seguro que las miles de personas que en ese momento estaban allí, se preguntaron si no se habían equivocado y en realidad estaban, por ejemplo, en la Final de la Superbowl.


La única explicación que este vecino del mundo le puede dar a lo ocurrido ayer con esa “norteamericación” en décimas de segundo, en el único campo de fútbol con dos nombres, dependiendo de cuál de los dos equipos de Milán sea en ese caso el equipo de casa, es las ganas que tienen las autoridades que llevan todo el negocio del fútbol para hacerlo lo más americano posible, no para ampliar este deporte, y que todos jueguen a fútbol, no, sino para ganar todavía más dinero.



Tal como vamos, y en este mundo actual que de tan global roza lo absurdo, en cualquier momento nos encontraremos a Alicia Keys como pregonera de la tomatina de Buñol, porque como dicen los futbolistas cuando van a fichar por cualquier equipo, de pequeña ella ya soñaba con romper los tomates como en Buñol. Y sino, al tiempo.


*FOTO: DE LA RED

martes, 11 de agosto de 2015

TORREVIEJA, UNA CIUDAD PARA TODAS LAS ESTACIONES


Ya saben los que me siguen que este vecino del mundo cada vez que se cabrea y que va a apuntar una queja, no lo hace en caliente, sino que tiene una barrera de seguridad, dejar pasar unas cuantas horas para que la mala leche no nuble el raciocinio, y así ha sido hoy también. Han pasado más de doce horas del cabreo, y este vecino del mundo cree que ya es tiempo suficiente.

Vaya por delante, todos aquellos que me siguen ya saben que soy un enamorado de Donosti, ciudad en la que vivo gran parte del año, pero también hay otra ciudad que desde hace unos quince años se ha ido ganando mi corazoncito: TorreviejaAyer, en esta última, sobre las seis de la tarde, cayó un buen chaparrón durante una media hora aproximadamente. Pues bien, el resultado parecía, y salvando las distancias, naturalmente, la ciudad de Nueva Orleans tras el Katrina, si éste solo hubiera durado media hora. 

Estamos muy cerca de la Playa de los Locos por la zona de la Calle Estocolmo, y tras el chubasco intentamos ir, porque somos así de raros, porque queremos el oro y el moro, al Consum que está en la Calle Diego Ramirez, y prácticamente todas las calles estaban intentando deglutir el agua caída por un alcantarillado del estilo “Señorita Pepis”.

Conviene recordar la gran cantidad de personas, entre los que este vecino del mundo se encuentra, que pagamos los impuestos en esta ciudad también,  a pesar de estar gran parte del año ausentes, y aparentemente, por no ser injustos, siempre se ven cambios en las cuatro calles de siempre, el Torrevieja antiguo, por decirlo de alguna manera donde se encuentra el Ayuntamiento con su plaza e iglesia correspondiente.

La zona adyacente a la Playa de los Locos, salvo edificios nuevos que se han hecho, y que en contra de la armonía de la zona, han crecido más para arriba que a lo ancho, está prácticamente igual que hace quince años, con la salvedad de la citada playa, cuya zona de arena ha menguado, sin solución aparente, mientras ha aumentado la cantidad de basura a ser recogida cada noche. Ya sé que me van a decir que Torrevieja, la de la habanera preciosa, la de olor a salitre y que siempre mira allende los mares, crece enormemente en Julio y Agosto, pero eso es previsible, y para eso existen los célebres contratos eventuales.

Torrevieja debiera ser no como las bicicletas para el verano, sino una ciudad para todas las estaciones, pero estamos permitiendo, incluso en edificios nuevos,  tuberías que mueren al ras de la calle. Permitiendo instalaciones de aire acondicionado que vierten el agua creada como mínimo a botellas instaladas en la propia acera, eso si no va directamente a ella. Aceras, las célebres aceras rojizas,  con zonas de pendientes afiladas que siempre he pensado que, presuntamente, están hechas con miras a crear clientes para “Urgencias” con algún tipo de rotura.

Quiero mucho a Torrevieja, y en los “agostos” de quince años nos ha llovido tres veces quedando en evidencia unas carencias que no son de recibo. Y es en ellas donde se deberían sacar las fotos los políticos de turno. Está clarísimo que al menos los que han ocupado sillón en la Casa Consistorial no han debido de vivir en la zona que he mencionado anteriormente, porque se les hubiera caído la cara de vergüenza.

Y ya para terminar, y metidos en harina, nunca he comprendido que en una ciudad veraniega mil por cien, para asistir como espectador al “Concurso de Habaneras” se exija a los hombres ir con pantalones largos, las mujeres pueden ir con falda cuanto más corta mejor. Eso tampoco es igualdad de derechos, y sí un vestigio de antiguas prebendas. El respeto al concurso se lleva dentro. Una cosa es que se vaya en chanclas y hecho un “Adán”, pero se debería permitir acudir en unos pantalones cortos bien dignos, y si me apuran de “marca”, especialmente si luego, a la vuelta del evento, te puedes encontrar unos suelos deplorables tras un chubasco como el de ayer.


Hay que construir una ciudad no de foto, que también, sino que se pueda vivir cómodamente en ella, bien sea toda la vida o un solo día. Y reiterándome en lo ya dicho, recordar que Torrevieja debe ser una ciudad para todas las estaciones; sino, nos deberíamos preguntar qué se hace con todo el dinero que se recauda de esos vecinos temporales que pagan los mismos impuestos.

*FOTO: F.E. PÉREZ RUIZ-POVEDA