Esta mañana estaba totalmente despistado y he tenido que buscar en el calendario ell día en el que estamos: -Viernes, trece.
El problema de la idea de aldea global que nos intentan meter a toda costa, conlleva una serie de flecos, que se supone que con el tiempo se solucionaran, pero que mientras, no sabes a qué atenerte.
Ahora, se supone que el gobierno ha quitado los días festivos entre semana, y ya no se puede celebrar esa bonita costumbre hispana del puente, por el que te podías pasar una especie de maqueta vacacional, y disfrutar de unos días sin utilizar tus días de vacaciones. Se van a pasar esos días a los lunes, con lo cual el gremio hostelero, de agencias de viajes, y todo lo relacionado con el transporte, se supone que se quejará porque sufrirá las consecuencias.
Queda más o menos claro que todo lo que favorecía al trabajador, en su amplia acepción, va a ir desapareciendo, pero hay otros pequeños detalles que habrá que solucionar según aparezcan.
Y ahora es el momento en el que enlazamos con el principio, y este vecino del mundo estaba enfrente del calendario haciendo cábalas.
- ¿Ahora tenemos que estar alerta con los viernes trece, o con los martes trece? Porque claro, si a mí luego me pasa algo ese día quiero responsabilidades del gobierno.
En lo concerniente a pasar por debajo de escaleras, no paso por ninguna, para que no haya malos entendidos, ni por debajo de las escaleras mecánicas. Por esas menos, porque con lo que pesan, como se caigan, me hacen varias liposucciones.
Lo del gato negro también suele ser bastante complicado, porque...¿Tiene que ser el gato completamente negro, o puede llevar alguna marca de otro color? Porque si es así, ¿de qué tanto por ciento estamos hablando?.
Y, por último, en relación con lo de derramar sal, no hay ningún problema, porque el médico hace tiempo que me lo quitó de la dieta, y ahora “salao” solo puedo ser en sentido metafórico.
Todo esto puede parecer un tema baladí, pero no lo es, porque si una mercancía se traslada de un país a otro, y entremedias hay un martes trece, o un viernes trece, cuál de los dos costumbres prevalece, la de nuestro país o la del otro, más que nada porque hilando fino, incluso podría haber un problema de seguros. Además, todo lo concerniente a superstición no se puede cambiar por decreto, porque...trae mala suerte.
*DIBUJO: DE LA RED
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