Quizás esta tarde-noche haya podido ocurrir en Madrid, un punto y aparte en el devenir de los acontecimientos, y es que tanto dar al muñeco de feria del funcionario desde el gobierno, parece que ha tenido sus consecuencias, y éstos se han cansado de ser objeto de deseo por parte del ejecutivo un viernes sí y otro también.
No hay que olvidar que últimamente los viernes se ha convertido en el día en que el gobierno lee la carta a los reyes para pedir más recortes, y los funcionarios se han cansado de recibir carbón, o de no recibirlo, que ya no se sabe.
Por los mensajes que se han ido recibiendo en una red social, en twitter concretamente, esta noche los antidisturbios presuntamente han optado por no hacer frente a la manifestacion que se estaba manteniendo y se han quitado sus cascos, en señal de buena predisposición. Más tarde se ha dicho que han recibido la orden de hacerlo para rebajar la tensión.
Sea lo que fuere, esta noche ha sido la de las mangueras largas en las calles de Madrid.
El gobierno lo tiene difícil, porque hasta ahora se ha encargado de ensuciar la imagen de los funcionarios, sin embargo ahora les ha salido el grupo de los bomberos, que siempre ha gozado de imagen excelente ante la sociedad, la del héroe que puede dar hasta su vida sin mirar su nómina del mes, y eso son palabras mayores.
Algunos bomberos lucían camisetas blancas con la inscripción BOMBERO QUEMADO.
Lo ocurrido esta noche en las calles de Madrid supone un movimiento de ficha por parte de la sociedad española en la partida de ajedrez que mantiene con el gobierno de su nación, y en la que hasta ahora el ejecutivo actual era propietario del tablero, de las fichas, y del local donde se jugaba.
A partir de ahora, Rajoy y su equipo se van a tener que atar los machos, porque con la salida de grupos como los mineros, los médicos, enfermeras, y especialmente, esta noche, los bomberos se ha dado una nueva vuelta de tuerca al tornillo de los recortes.
Hace años, este vecino del mundo hubiera temido en este punto de que alguien se hubiera encargado de quitar el tablero de ajedrez y hasta las fichas, y solo se hubiera jugado a lo que ellos hubieran querido. Esperemos de que eso ya nunca ocurra.
*FOTO: DE LA RED