Ayer oí una expresión que tenía un poco olvidada pero que viene al pelo en esta época que nos ha tocado vivir: “No es nada personal”.
Es una expresión cuando menos higiénica, que quiere dejar a un lado todo tipo de sentimientos a la par que confirma, en cierta manera, una serie de acontecimientos que está claro no han sido nada buenos para la otra parte.
Usado en presente significa que sin ningún género de dudas consideras que la persona que te está diciendo eso te está haciendo faenas un día sí, y el otro también, y al utilizar esa frase, lo está reconociendo.
Precisamente esta noche, con nocturnidad y todos los adjetivos que se quieran, se ha aprobado un ERE, en la autonomía donde estoy estos días, la valenciana, que va a afectar a 1198 trabajadores, dos terceras partes de la televisión valenciana.
Al margen de lo presuntamente mal que se ha tenido que regir este ente televisivo, y que el espectáculo que podía ofrecer Canal 9, visto lo visto, estaba más en lo impensable de sus cifras de trabajadores, que en los resultados, cada vez más pobres en lo que a porcentaje de espectadores se refiere, “No es nada personal” será sin duda una de las excusas que recibirán las personas que comprobarán estos días que están incluidas en las fatídicas listas.
En las empresas con alto contenido familiar, lo usa el jefe, cuando incluye tu nombre en la lista de personas que va a despedir, y en cambio tú feaciéntemente sabes que no lo va a hacer con ninguno de sus parientes, que también trabajan allí.
Usado en pasado, “No era nada personal”, en el noventa por ciento de las veces significa que la situación ha cambiado y ahora la posición de fuerza la tienes tú, y la otra persona como un gato panza arriba intenta poner escusas, por actuaciones anteriores. Ambas partes saben de antemano que esos esfuerzos son más inútiles que intentar que el sol no vuelva a salir cada mañana.
“No es nada personal” es un claro síntoma de los días en que vivimos, donde prima lo práctico, en detrimento de las decisiones tomadas con el corazón, y que para muchos serían un claro síntoma de debilidad.
*FOTO: DE LA RED