Un tiempo antes de comenzar a escribir una nueva entrada en el blog, siempre me pregunto el inefable ¿De qué voy a hablar esta vez?, y hoy me he contestado: - Hablaré del cómo comenzó todo, y del por qué de todo esto.
La verdad es que como ocurren muchas cosas en la vida no fue nada premeditado. Comenzaron las vacaciones de Agosto el año pasado, con la interrogante de cuándo volvería a trabajar pues la empresa donde yo estaba, acababa de presentar un Expediente de Regulación de Empleo, o abreviadamente conocido como Ere. Resumiendo, que para mantenerme con la mente ocupada en otros menesteres decidí comenzar un blog.
Apenas había leído uno, aunque naturalmente había oído hablar de ellos. Cómo soy un gran aficionado al mundo del cine y del teatro, desde el primer momento decidí que tenía que hablar de algo que conocía, pues eso me haría todo mucho más fácil. Por eso decidí comentar sobre el mundo en general, pero desde el punto de vista de alguien a quien conozco bien, y con quien soy muy crítico y quisquilloso, que soy yo mismo, pero de una manera totalmente novelada.
Este blog no es un Diario de , ni nunca lo ha pretendido, sino más bien una sitcom, o comedia de situación, a la española; es decir, con pocos medios y con la variante de que el público no está en el estudio sino en cada una de sus casas. Sólo hay un personaje fijo: yo mismo, pues es lo que más barato me salía, del que además no puedo prescindir, y otros episódicos, pero nada es real, sólo las raíces de los personajes, para que eso dé a los episodios apariencia real.
Mi personaje es una escusa para exponer algo, y siempre mi objetivo es atraer la atención del que quizás topa conmigo por casualidad, y hacer que vuelva a topar muchas veces, por aquello de que el roce hace el cariño, para lo cual intento que esboce una sonrisa.
Me gusta también pintar, y como la pintura, cada artículo que escribo en el blog es toda una aventura. Hasta hace muy poco tiempo lo que más me preocupaba era de qué voy a hablar al día siguiente. Ahora he aprendido que mientras sigas vivo, siempre hay algo de lo que puedes hablar, sólo hace falta estar un poco atento.
He aprendido muchas cosas desde el pasado Agosto en que comencé esta aventura. La primera podría ser que una cosa es lo que yo piense que puede gustar y otra, claro está, son las preferencias de cada uno de mis lectores.
El artículo de mi blog, viendo las estadísticas fríamente, que más entradas tiene y que se supone que más ha gustado por lo tanto es el de Viva la Pepa… Fernández. Con él quise hacer un humilde homenaje a un medio al que adoro, la radio, y a una trabajadora de excepción en ese medio, a Pepa Fernández, a la que no presento ni como Doña ni como Señora, porque lo considero muy serio y formal, y aunque no la conozco personalmente creo que eso no va con ella.
Estaba convencido de que tantas entradas a este artículo respondía al interés por lo gran profesional que ella es, pero desgraciadamente ahora estoy seguro que sólo se debe a lo cotilla que es la gente.
Hace un tiempo observé que si a través de Google preguntas por Pepa Fernández, automáticamente hay una opción que pone: Pepa Fernández marido, y es por eso por la que la gente entra, por cotillear. Gracias a Dios, al final todos se llevan una lección porque no es del marido de Pepa Fernández de quien hablo, de quien dicho sea de paso, ni le conozco, ni sé del estado social de la presentadora.
Aunque como todo autor suele decir, todos los artículos son hijos míos, siempre hay alguno por el que tienes más cariño, y que no tiene por qué coincider con el gusto de la gente.
Creo que son divertidos artículos como Casi una bonita historia, La llamada de la selva, Jolin con Angelina… éstos son de mi primera época y por eso los menciono, porque me imagino que ahora hay más gente que me lee, y a lo mejor no práctica la espeleología en mi jardín, es decir, en mi blog, y sólo ha leído mís artículos recientes.
De todas las maneras y ya casi al final diré que si hay alguien que piense que es una buena idea hacer esto, es decir escribir un blog, le diré que ande con mucho cuidado pues ésto engancha y mucho, puede llegar a convertirse en vicio, y como se enteren los políticos de este país, seguro que pronto pondrán un canon, y a mí el único canon que me gusta es el de Pachelbel.
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