Esta
noche me he dormido delante de la televisión. Hasta aquí ninguna
noticia memorable, porque quién no se duerme delante del televisor.
Esta
noche me he despertado delante del televisor y he tenido la sensación
más cercana que se puede tener al éxtasis. Una mujer de mediana
edad cantando solo para mí una historia como muchas, de desencantos
y de olvidos. Me cantaba solo a mi, o yo he creído que me cantaba
solo a mí.
No
he querido saber el nombre de la intérprete, porque no he querido
entender que era una actuación, sino solo un momento para vivir, y
lo he vivido.
Me
he despertado. Y entre sueños he sentido y he vivido, por eso
sobraban los nombres delimitando mundos. Porque solo se trataba de
sentimientos, y de momentos abiertos encontrados al azar.
Era
una sensación muy extraña, porque el cuerpo me pedía lágrimas,
pero al mismo tiempo, ese mismo cuerpo sabio, a fuerza de haber
vivido, sabía que soltar lágrimas era una perdida de tiempo, porque
en cierta manera, esa parte dedicada a llorar se iba a perder el
momento. Y eso no hubiera sido justo para esa milésima parte de
mi cuerpo.
Esta
noche se ha abierto una puerta al sentimiento, y he utilizado esa
puerta, y he sentido, no diré que como la primera vez, sino que he
descubierto que los sentimientos son mundos paralelos, donde no se
compara si mejor o peor, sino que simplemente se saborea. Cuando
hueles una rosa, no te preguntas si huele mejor que la anterior que
oliste, sino que te dejas llevar por el momento. Lo importante no es
la rosa, ni el olor, sino el momento. Como hoy lo importante no era
ni la cantante, ni la historia hecha canción, sino el sentimiento
que me ha inundado y me ha hecho recordar aquello de que el hombre
siente y padece, y por una vez el sentir y el padecer no venían
juntos. Era una rara moneda con una sola cara.
Esta
noche me he despertado, y no quiero dormir por miedo a olvidar.
*FOTO: DE LA RED
¡Precioso Patxipe! Que maravilloso es el sentir de los sentires, donde en ocasiones no juegan los sentidos a la vez y nos embarga sensaciones inexplicables, que no queremos despertar de ello. Besos matutinos Ana-Marina-Marimoto
ResponderEliminarMuchas gracias por felicitarme las tres. Ya veo que os lleváis fenomenal.
EliminarNo sé si a tus besos les has denominado así porque son por la mañana, o porque tienen sabor a las famosas patatas fritas. Preferiría esta segunda posibilidad. Un beso.
Patatas fritas, aceitunas,y un pintxi de tortilla con vermut ¡Genial!
ResponderEliminar