Ya ha comenzado la semana de Halloween, y el todavía
gobierno de Rajoy se nos ha disfrazado de protesta y ha salido a las calles,
haciendo lo que suele reprochar normalmente a los demás: manifestarse.
Este vecino piensa que en el caso del Partido
Popular, salir a las calles en contra de la sentencia del Tribunal de
Estrasburgo, es disfrazarse para intentar seguir manteniendo el mayor número de
votos posibles, porque en el fondo esta sentencia le viene bien para “desatascar” el problema que tiene montado en Euskadi,
tanto con los presos etarras como con las familias de los asesinados.
El gobierno en el tiempo que lleva en el poder, ha
demostrado ser incapaz de tomar una decisión, en el sentido que sea, por eso le
viene bien la “solución” de Estrasburgo.
Es lo mismo que está ocurriendo en el terreno de
las Autonomías con los recortes, que dicen éstas que no quieren aplicar,
pero que no queda más remedio, porque es una orden que viene del gobierno
central, y no se puede desobedecer. Es un sinsentido para un político el
querer llegar a la poltrona para mandar, pero que luego den las órdenes otros.
Por cierto, las imágenes de los miembros “populares”
en la manifestación son impagables, con su disfraz de "gente normal", nada de
chaquetas con corbata, ni vestidos de ejecutiva agresiva. Más de uno, y de una,
habrá tenido que tener cuidado de quitar la etiqueta de su “ropa normal”, e
incluso habrán debido de preguntar el lugar donde la venden, tan alejado de los
lugares que seguro ellos frecuentan.
El otro disfraz que este gobierno ha alternado
este fin de semana es el de “hacerse el sueco”, con gafas de sol y pantalón
corto de guiri incluido, que se ha puesto para decir que no saben nada de
asuntos de espías.
Otra cosa es que en lugar de espiar con satélites
como pudieran hacer los americanos, por ejemplo, nosotros lo hagamos poniendo
la oreja detrás de la pared. Ya se sabe que todo es cuestión de presupuestos, y
nosotros con el amigo americano, no podemos competir.
Todo ha venido por el supuesto pinchazo al móvil
de la Señora Merkel.
Seamos honestos, con el sentimiento que quien más
quien menos, puede tener sobre la líder alemana, ¿quién no quisiera enterarse
de sus más íntimos proyectos? No es ya solo una cuestión política sino de
morbo.
De todas maneras, como esta vez, por la razón que
sea, se ha notado que “alguien” espiaba, todos los países han comenzado a hacer
el paripé de “lo mal que está espiar”, cuando es ley de vida, otra cosa es si
está bien o no, y todos los países lo practican.
Este vecino piensa que en lo que falta para la
noche de Halloween habrá que estar atentos a más posibles disfraces en la
actualidad diaria, e intentar enterarse, mientras, de los puntos débiles de los vecinos,
más que nada por si algún día alguien nos quiere molestar. Pero, eso no es espiar, es
prepararse para la batalla del día a día. *FOTO: DE LA RED
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