“De tal palo tal pastilla”. Es lo primero que me pasó por
la mente al ver la cantidad de medicamentos que la Señora Gutiérrez, íntima
amiga de mi madre se estaba endilgando.
En
realidad -me aclaró ella-
es medicina preventiva. Lo tomo para prevenir futuras carencias. Son extractos de todo tipo de plantas.
Y seguro que había pensado en que no le faltara de nada,
porque para desayunar empezaba los prolegómenos, con las dichosas pastillas,
media hora antes.
La Señora Gutiérrez era en realidad, como un personaje
superviviente sacado de una novela de Agatha
Christie, y con mucho sentido del humor, por eso prosiguió diciendo: - Aunque de la principal carencia, que es la
afectiva, no se puede prevenir con pastillas. Hace muchos años que me quedé
viuda de mi Jorge, y a mi hija, Valentina, le veo muy poco desde que se casó
con un biólogo americano. Pero para eso también he encontrado el antídoto. -
Y bajando la voz mientras comenzaba a reírse, confesó - Y se llama “skype”. Unas gotitas de Skype por las mañanas, en forma,
claro está, de videoconferencia, eso ya después de haber desayunado, y otras gotitas
de Skype al anochecer, y como nueva. ¡Ah! Sin olvidar claro está de darle a mi
vida un toque moderno, y para eso, - la Señora Gutiérrez comenzó a poner
ojos picarones - no me voy a la cama sin
haberme tomado un chupito de “licor de hierbas”. Ya sabéis, para hacer la
digestión.
Por un momento, y tiempo después, me imaginé a muchas
personas por la calle, vendadas y escayoladas, diciendo que en realidad no les
pasaba nada, pero que su futurólogo de cabecera les había dicho que durante su vida
iban a tener varios accidentes, otro tipo de medicina preventiva, se supone, y
que por fechas de trabajo, les venía mejor ser enyesados ahora, que no tenían
nada importante
que hacer.
Y es que a lo mejor, con la
crisis que nos ha caído encima, la lista de espera para que nos atiendan
en
los hospitales, dentro de un tiempo, será peor.
Este vecino del mundo también es partidario de prevenir,
pero de otra manera, porque para él la mejor medicina es hablar abiertamente, en el caso de la Señora Gutiérrez por videoconferencia. En otros casos, con uno mismo, que aunque parezca lo más fácil, no lo es, y no irse a la cama
con asuntos pendientes a modo de preocupaciones.
*FOTO: DE LA RED
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