San Sebastián, 9 de Julio, 2015
Att.: Señores de "La Caixa"
Muy Señores míos,
Hace un cuarto de hora,
sobre las nueve y media de la mañana, he ido a ingresar una pequeña cantidad
(250,00 euros) para ustedes, una gran cantidad para mí, en la sucursal que
tienen en Avenida de Madrid, en San Sebastián (20.011).
Como le he dicho a la
señorita que se acababa de sentar, cogiendo el relevo de una anterior, la
cuenta es mía pero la maneja mi hermana desde un pueblo costero del
Mediterráneo. Todos los meses ingreso una cantidad, a la que acompaño con mi
carnet de identidad y una fotocopia de la correspondiente cartilla, en la que
está el número de cuenta.
La Señorita en cuestión
siempre con una sonrisa marcada en los labios, aparentemente
no sentida, me ha preguntado qué cantidad quería sacar. Al decirle que no, que
en realidad era para ingresar, y esperando que se alegrara por ello, en su
lugar ha tornado la sonrisa por un rictus de seriedad y me ha dicho con el
mismo tono que una máquina de cigarrillos da las gracias, que "YA SABE USTED que esa operación hay que hacerla en ventanilla, aunque ahora ya se
la estoy haciendo yo”.
Le he contestado que es la
primera vez que me lo dicen, pero que
además no tengo tarjeta para la máquina. En el mismo tono anterior, más de
inquina que de indiferencia, me ha dicho que “no hace falta, que con teclear el
número de cuenta en la que se quiere ingresar, ya está”.
Le he comenzado a decir, que
yo quiero seguir así, porque ya estoy cansado de trabajar para los bancos, en
lugar de que ellos lo hicieran por mí, y que además iba a llegar un momento en
el que incluso su figura, la figura de ella, no iba a ser indispensable…Pero a
la mitad del razonamiento ha cogido un teléfono que estaba fuera de mi vista, y
ha comenzado hablar mientras musitaba,
más para ella que para mí, un “perdón”.
Ni que decir tiene que me he
ido, y además como se imaginarán ustedes, bastante cabreado.
De todas maneras, desde hace
bastante tiempo, se nota que en todas las entidades bancarias cada vez hay
menos gente empleada, los que quedan se supone que trabajando, y procuran que todo lo hagamos nosotros,
bien sea a través de la maquinita correspondiente en sus sucursales, o vía
internet desde nuestra casa.
Sinceramente, cuando sea
mayor, que visto lo visto no lo seré nunca, quiero poner un negocio como el
de ustedes. Los clientes cada vez trabajan más en lugar de sus empleados, y encima
nos pasan cargos por el “trabajo” realizado.
Y a todo eso hay que añadir,
que si además todo fuera mal, no hay problema, nosotros les rescatamos.
¡Negocio perfecto!
Aunque me imagino que realmente, al menos eso parece, no les
importa, seguiré yendo a ventanilla para depositar el dinero correspondiente, porque
entre otras cosas, no me queda más remedio, y además prefiero la frialdad de
sus empleados a una máquina que incluso es posible que me trate mejor, pero que
si se va la electricidad “se queda muerta”. Y siempre prefiero, ya ven, hasta para eso honesto, que sea yo el
que se quede muerto, aunque sea como en el caso de hoy, por el comportamiento de
sus empleados, esos mismos que con el tiempo van a ir desapareciendo en su gran
mayoría.
Atentamente,
El vecino del mundo
P.D.: Donde dije digo digo Diego.
Hoy 13.07.15 he recibido una llamada de la señora directora de la citada sucursal, en Donosti, pidiéndome más información sobre los hechos y tras dárselos me ha pedido todo tipo de perdones. Ya le he dicho que lo que peor me sentó fue esa especie de muro que se creó cuando la señorita que me atendió/desatendió cogió el teléfono para atender otro asunto.
Por lo menos un poco de humanidad y afecto entre tanta norma que siempre protege a la parte más fuerte.
P.D.: Donde dije digo digo Diego.
Hoy 13.07.15 he recibido una llamada de la señora directora de la citada sucursal, en Donosti, pidiéndome más información sobre los hechos y tras dárselos me ha pedido todo tipo de perdones. Ya le he dicho que lo que peor me sentó fue esa especie de muro que se creó cuando la señorita que me atendió/desatendió cogió el teléfono para atender otro asunto.
Por lo menos un poco de humanidad y afecto entre tanta norma que siempre protege a la parte más fuerte.
*FOTO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario