Algunas veces la vida es
algo tan absurdo como una mañana de Julio lloviendo y sin esperanzas de
escampar.
Mirar alrededor y saber que
no vas a encontrar a nadie, porque ni está, ni se le espera. Y no sabes si ese
resultado, NADIE ni NADA, te lo mereces, te lo has forjado en la forja del
destino o es la más absurda contradicción en un campeonato de contradicciones.
Quizás alguna autoridad
médica podría decir que todo es a consecuencia, o por consecuencia, de la
escasez o de la abundancia de una encima de la que sólo los más ilustrados han oído hablar. Pero, y a quién le importa. El resultado es una mañana de Julio
lloviendo, y una moral que todavía necesita levantarse un poco para ocupar el lugar más bajo en el Olimpo de
los negados.
Hace tiempo que dejaste de
mirar alrededor para buscar ayuda, porque sabes que si no te ayudas tú, si no
eres tu propia O.N.G. nadie te va a ayudar, porque ni tan siquiera llevas un
cartel en el cuello que advierta: Persona en obras.
Te miras en el espejo más
cercano, y efectivamente: No estás. Y si te contratas a ti mismo como
investigador de tu vida, descubrirás que nunca estuviste, que por no ser no has
sido ni una estafa. No merece ni ir a la cárcel alguien que no es ni alguien…
Algunas veces la vida es
algo tan absurdo como levantarse y tener que andar con mucho cuidado para no
pisar una moral con querencia a refugiarse en los suelos. A solo ver la cara B
de lo peor.
Aviso: Si hoy has entrado en
el blog del vecino del mundo para que te alegre un poco con sus ocurrencias, es
mejor que visites a tu suegra, en el caso de que te lleves mal con ella, porque
seguro que hoy te irá mejor e incluso te resultará más divertida que ver la
vida como la ve este vecino.
Tengo la total certeza de que si hoy se convoca
un concurso de FRUSTRADOS, y me apunto, ni que decir tiene que obtendré el
segundo puesto…
Y al otro lado de la
ventana, esa maldita lluvia de un día de Julio, que por no tener no tiene ni
chicha ni limoná…
*FOTO: DE LA RED
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