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lunes, 10 de octubre de 2016

ESOS RINOCERONTES QUE ME RODEAN...



Hace muchos años, cuando solo había un canal de televisión, con muchas cosas malas, pero con cosas buenas también, como aquel siempre recordado “Estudio 1”, vi precisamente aquella obra, dicen que cumbre en el llamado “Teatro del absurdo”, “El rinoceronte” de Ionesco, con un colosal José Bódalo.


Según el argumento, resumiéndolo al máximo,  hay una especie de plaga en el mundo en el que poco a poco todas las personas se van convirtiendo en rinocerontes. 


Han debido de pasar tranquilamente más de cuarenta y cinco años, y aunque era niño, nunca he olvidado aquel tan dramático momento. Y como el significado de la obra es de los que se calificarían como “abiertos” a muchas teorías, hay momentos en los que tengo la sensación de que nos estamos convirtiendo en verdaderos rinocerontes, por ejemplo, no destruyendo nuestro idioma, el castellano, pero sí maltratándolo una y otra vez.


Ocurre que últimamente que se predica "igualdad", la única igualdad verdaderamente alcanzada es la manera de hablar. Un día descubres una palabra, o un dicho, y a los pocos días te das cuenta que hasta lo dicen por televisión o en tu programa de radio favorito.


De un tiempo a esta parte, por ejemplo, ya es común esa expresión que cuando pides una opinión a alguien, en lugar de contestar directamente, te dicen eso de “...no, lo siguiente”. 


Preguntas: ¿Te gusta eso?  Y te contestan: No, no me gusta, lo siguienteNo dices nada pero piensas, dentro de tu lógica: Si es algo más que gustar, sería, por ejemplo, que le chifla. Hasta que te das cuenta que gran parte del día, esa persona en cuestión utiliza el mismo cliché. Ya es un rinoceronte completamente perdido, y sin remisión. Y tú ya tienes miedo de que te haya contagiado ese virus, porque te vas pesando “Ese no es tonto, sino lo siguiente”.


Gracias a Dios ya pasaron las elecciones del 25 de Septiembre, y con ellas ese empacho de “SORPASSO”. Y este vecino del mundo siempre se preguntaba por qué no utilizaban el verbo “ADELANTAR”. Muy probablemente porque de esa manera pretendían ser “los primeros de la clase”. Y seguro que algo de eso había.


Mención aparte merecen esos anglicismos que ya nos han invadido hasta lo más íntimo. Hoy mismo, en un negocio donostiarra, he visto que en su publicidad, era una pastelería, anunciaban pasteles “home made”. Y he llegado a la conclusión de que la diferencia entre “casero” y “home made” seguro que indefectiblemente está en el precio, mucho más caro.


Y ya lo último, y que me ha motivado a escribir este post es esa manía en la que últimamente, los periodistas deportivos especialmente, pero que hoy ya lo he oído en otro tipo de ámbito, cada vez que entablan una comparativa dicen que algo es “muy favorito”.  Que este vecino del mundo sepa, favorito solo puede ser uno, por eso precisamente lo es, por lo que “muy” sobra.


He tomado una determinación; ya no voy a salir a la calle nunca más, porque la calle ya está llena de rinocerontes. Y, por supuesto, he quitado los espejos de casa… Más que nada, por si veo uno… 

*FOTO: DE LA RED


jueves, 10 de marzo de 2016

LA GOTA MALAYA, Y EL ESPEJO DE ALICIA



No se puede hacer peor, o mejor (por aquello de piensa mal y acertarás), si se quiere que el españolito de a pie tenga fe en quienes nos rodean.


El gobierno actual, como los osos, hibernando, y bajo mínimos, no solo por la estación del año (no hay gobierno de consenso, ni del otro tampoco), porque al contrario de lo que sería normal, “el cabeza” de partido no les sirve para orientarse, sino para crear debate dentro del mismo partido, y además, disimulando para que el contrario no se entere.


Corrupción por todas partes. Cualquier día, y teniendo en cuenta quiénes se encuentran en la cárcel, se impartirán todo tipo de masters dados por ellos, para que se les reduzca la pena, y subirá el nivel intelectual del resto de reclusos, aunque no se sabe, es muy dudoso, si mejorará la ética de los nuevos licenciados. Y, mientras, una parte de la familia real, chupando más banquillo (aunque en estos momentos estén en modo "honoris causa", porque no acuden a la sala), que muchos jugadores de primera división.


Hasta ahora, y que conste que a este vecino del mundo le caen muy bien, los nuevos reyes estaban impolutos, pero parece que han empezado a practicar otros idiomas, y ya han aprendido, eso se rumorea al menos, a decir “merde”. 


El normal de los mortales, primero aprende a decir “papá, mamá…”, parece que en la monarquía es otra cosa, al menos en cuanto a otros idiomas. Porque en todo caso hubiera sido más lógico el decir el inevitable: “My tailor is rich and my mother is in the kitchen” (aunque en versión monárquica sería “My tailor is not so rich than me, and my mother never is in the kitchen”), que en la vida normal sería tan absurdo como decir :  “Dónde vas, manzanas traigo, y además a las tres en punto”.


Y lo que tocaba hoy, lo nuevo para cabrearnos un poquito, solo un poquito (porque nos están aplicando el cabreo como “la gota malaya”, poco a poco) es el enterarnos de que el paro de los en un día diputados va por otro lado, y ellos cobran indemnización por permanecer, todavía, sin trabajo. ¡Hay que joderse! Una especie de desagravio por, en teoría, dejar un día sus quehaceres, para intentar ayudar con su trabajo al españolito de a pie.


Lo que ocurre es que en los tiempos de estudiante de este vecino del mundo, al menos, si no sacabas buenas notas no se te premiaba, y en la mayoría de las casas no se premiaba nunca, y teniendo en cuenta cómo han dejado el panorama actual tras su supuesta ayuda, porque algo habrán tenido que ver ellos también con sus intervenciones, o por no hacerlas, además se les premia.


Unas personas, los políticos, que tienen estos tratos y estas maneras de que se les resuelva su vida, y por una simple lógica, no pueden ni medir bien, es imposible, ni el planear el día a día de la gente, porque ellos viven en otra onda, y no pueden comprender las necesidades del españolito sufridor.



El mundo de Alicia tras el espejo, era menos absurdo que esta España nuestra, que en realidad es de los bancos.


*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

miércoles, 8 de julio de 2015

PERSONA EN OBRAS



Algunas veces la vida es algo tan absurdo como una mañana de Julio lloviendo y sin esperanzas de escampar.

Mirar alrededor y saber que no vas a encontrar a nadie, porque ni está, ni se le espera. Y no sabes si ese resultado, NADIE ni NADA, te lo mereces, te lo has forjado en la forja del destino o es la más absurda contradicción en un campeonato de contradicciones.

Quizás alguna autoridad médica podría decir que todo es a consecuencia, o por consecuencia, de la escasez o de la abundancia de una encima de la que sólo los más ilustrados han oído hablar. Pero, y a quién le importa. El resultado es una mañana de Julio lloviendo, y una moral que todavía necesita levantarse un poco  para ocupar el lugar más bajo en el Olimpo de los negados.

Hace tiempo que dejaste de mirar alrededor para buscar ayuda, porque sabes que si no te ayudas tú, si no eres tu propia O.N.G. nadie te va a ayudar, porque ni tan siquiera llevas un cartel en el cuello que advierta: Persona en obras.

Te miras en el espejo más cercano, y efectivamente: No estás. Y si te contratas a ti mismo como investigador de tu vida, descubrirás que nunca estuviste, que por no ser no has sido ni una estafa. No merece ni ir a la cárcel alguien que no es ni alguien…

Algunas veces la vida es algo tan absurdo como levantarse y tener que andar con mucho cuidado para no pisar una moral con querencia a refugiarse en los suelos. A solo ver la cara B de lo peor.

Aviso: Si hoy has entrado en el blog del vecino del mundo para que te alegre un poco con sus ocurrencias, es mejor que visites a tu suegra, en el caso de que te lleves mal con ella, porque seguro que hoy te irá mejor e incluso te resultará más divertida que ver la vida como la ve este vecino.

Tengo la total certeza de que si hoy se convoca un concurso de FRUSTRADOS, y me apunto, ni que decir tiene que obtendré el segundo puesto…

Y al otro lado de la ventana, esa maldita lluvia de un día de Julio, que por no tener no tiene ni chicha ni limoná…

*FOTO: DE LA RED