Hoy he entrado en un
periódico digital y lo primero que leo en una especie de ruleta rusa del
destino es que la Cadena Alegre ha ganado mucha audiencia este viernes pasado
con uno más de los docudrama de las Campos. aunque eso sí, hay que tener en cuenta, cosa que no dice ese periódico digital de marras, que esta semana tampoco ha habido (y ya van...) "Tu cara me suena".
“Docudrama” no
sería el género exacto del programa,pero este vecino del mundo prefiere ese
apelativo, porque en realidad sí es un drama, como diría un hijo mío, que a la
peña le gusten estas cosas. Aunque en realidad, me imagino que mayoritariamente
habrá sido un público femenino y adulto. Ya que a esas horas de un viernes
cualquiera, lo que es la peña, peña, estaría en cualquier parque
mal iluminado, pegándole al botellón. Lo cual también sería de analizar…
Como la Nuri mi sufrida
estaba viéndolo, y no es excusa, para que yo reconociera o no, que vi el
programa (lo hice unos diez minutos, más que nada para que mi mujer
viera que le “acompañaba en el sentimiento”), y llegué a la conclusión, de que las
mujeres toleran mucho más el acto de que una pareja, sea quien sea, se separe, si
es ella la que toma la decisión de que ésto ocurra, porque ya parten de que
sí lo ha hecho, es que o ya estaba hasta el gorro de su “acompañante por la vida”,
o que tenía que soltar lastre para triunfar en el tipo de vida que ella
deseaba.
Sin embargo, si un hombre lo hace, el público femenino es más de “Cómo ha podido hacer eso y dejar una familia rota. El hombre (porque ellas son mucho de generalizar y si un hombre les hace algo, eso está en el ADN masculino) siempre ha pensado con la otra “cabeza”. Y seguro que ya tiene alguna jovencilla en la recámara, porque “el hombre”, otra vez, nunca puede estar solo".
La verdad es que no quería hablar
de esto, aunque no lo parezca, sino del hecho de cómo tiene que estar un país para que rompa
audiencias, o casi, un programa del que si no estoy mal informado ya debe
ser el tercer o cuarto capítulo, de las andanzas de tres españolas, en busca de autor...
Muchas veces, especialmente
cuando este vecino se cabrea, así en general, se suele referir a nuestra
España, como un gran cortijo, con señoritos y curritos, pero, en realidad, “somos”,
porque nadie se tiene que escaquear, vecinos de una gran escalera de vecinos donde nos
hablamos a voces, y aprovechamos, además, si alguien no ha salido hoy al descansillo,
para ponerle de todos los colores.
Es domingo, muy temprano, y
la sombra de la depresión, lo noto, me está acechando.
Me voy a poner un poco de
música, concretamente, de Andrea Motis, una joven jazzista, catalana, que pronto
dará mucho que hablar, y que la recomiendo encarecidamente, y voy a contemplar,
por la red, óleos ajenos, para que mis musas los sopesen y me alumbren sobre lo
que debo buscar en el siguiente lienzo en blanco, que ya me está mirando…
No quiero dar una pose
equivocada, no soy un erudito en nada, pero sé lo que no me gusta, y es mirar
en el ombligo propio, o el ajeno, porque en el mejor de los casos encontrarás mucha porquería, al que algunos lo llamen docudrama, o
simplemente “documental”, aunque los documentales, en general, tampoco tengan la culpa.
Si me buscáis para algo, ya
sabéis por dónde no debéis hacerlo, aunque, por supuesto, este vecino del mundo,
respeta todo tipo de opiniones. ¡Faltaría más!
*FOTO: DE LA RED
*FOTO: DE LA RED
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