jueves, 30 de agosto de 2018

¿SILENCIO POR FAVOR?



Algunas veces la vida misma es la encargada de poner en solfa muchas cosas, muchos tics, especialmente en su versión más machista, de una sociedad  que nos quieren vender como normalizada.

Si no que se lo pregunten a la jugadora de tenis francesa Alicé Cornet que ayer en el US Open tras volver a la pista, su novio le indicó que su camiseta estaba al revés, lo de adelante atrás, y  decidió colocársela bien de la manera más inocente y recatada posible, ya que además llevaba un sujetador de esos deportivos que más parecen un “top”.

Pues bien, cuando la Señorita Cornet mantenía una postura, ajena a todo, de lo más "normal", es el juez principal mediante un micrófono el que le da una advertencia o aviso, y ella en un primer momento no sabía ni de qué le estaba hablando, por lo que es el juez quien le aclara que por la normativa de ese torneo iba a ser sancionada. La cara de la jugadora, en ese mismo instante, en opinión muy personal de este vecino del mundo, daba mucha pena, porque se sintió totalmente indefensa ante una actitud de un machismo decimonónico que apabullaba.

Un torneo en el que todos los jugadores, hombres y mujeres, están sufriendo temperaturas de más de cuarenta grados y en el que ya habíamos visto imágenes por ejemplo de un Rafa Nadal, o de un Novak Djokovic paliando el calor como podían, naturalmente medio desnudos. Por lo que hoy mismo la organización del torneo ha sacado un comunicado pidiendo perdón por la sanción  a la jugadora francesa y cambiando las normas  del torneo.

Hay momentos en los que no es que impere la cordura, sino que la realidad atropella a lo que se cuestiona, y se hace todo tan evidente que no queda más, a la organización en este caso, que plegar velas.

Lo mejor ha sido que en la rueda de prensa de la jugadora francesa, ella ha reconocido que con las disculpas tan rápidas de la organización le parecía más que suficiente, pero ya aprovechando ha roto una lanza por su compañera Serena Williams que en su regreso a las pistas tras un parto complicado usó para Roland Garros, en mayo, un catsuit (traje de malla completo de arriba abajo) de lycra, y se acaba de prohibir para el año que viene por razones estéticas. Cuando la realidad es que el fin de ese traje es proteger las zonas de una deportista que acaba de ser madre. 

La mayoría de las veces los gerifaltes, y los deportivos especialmente, tocan de oído y su partitura, al menos parece, está dictada por las grandes empresas, y en las que "humanidad" y "sentido común" solo son palabras que se encuentran en el diccionario y nunca en su corazón.

*FOTO: DE LA RED

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