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domingo, 8 de diciembre de 2019

LA PARADOJA Y LA PILA



Hoy es uno de esos días en que ya sólo los recuerdos te están hablando de tu pila, de tu pila de años que ya acumulas.

Y es que pensar que estamos en un 8 de Diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, equivale a recordar inmediatamente que hace muchos años, más de cincuenta, tal día como hoy se celebraba también el Día de la madre.

Me imagino que por aquello de que “el negocio es el negocio”, y que ya bastantes fiestas había, y hay, en Diciembre, mudaron la fecha a Mayo, para tener en ese mes otro “por qué” para gastar, y darle al mismo tiempo al bolsillo del ciudadano de a pie un poco de aire. Y es que los Reyes Magos existirán, nunca lo he dudado, pero entre una cosa y otra, el dinero se te va y nunca encuentras el truco del por qué.

En realidad, con el desparrame del dinero navideño ocurre como con la velocidad del tiempo: 
Se tarda todo un año en llegar a las Navidades, verdad verdadera, pero cuando llegan se pasan a la velocidad de un huracán, especialmente por cómo suelen quedar nuestras casas después de cualquier ágape, y eso que ya los años te hacen tomar las cosas, e incluso las copas, de manera, digamos, más comedida.

Hay gente que cuando se trata de fiestas, bebe como si no hubiera un mañana, y al final no hay un mañana precisamente por todo lo que han bebido. Una auténtica paradoja del destino.

Por cierto, y ante la curiosidad de alguno de mis lectores que me han contactado internamente, decirles que a raíz de mi post “Lo carga el diablo…” (https://patxipe.blogspot.com/2019/12/lo-carga-el-diablo.html) sigo sin acercarme al frigorífico, pero esos buitres que en Diciembre tienen la forma de famoso intentando venderte “lo suyo”, esta misma noche se han incluso colado, uno de los que estaba en mi frigorífico precisamente, en un programa como el de “La sexta noche”, y han intentado vender, y seguro que lo conseguirán a más de uno, un libro de cocina, con la excusa de que el famoso cocinero en cuestión coincidió en la mili con el padre del presentador del programa, Iñaki López.

Al final, tendré que hacer más sitio en el frigorífico y escribir el blog desde allí. Por lo menos el frescor seguro que es bueno para la piel y para la famosa pila…

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 25 de julio de 2018

LOS ERUCTOS DE IKER



Quizás, a pesar de todas las comodidades e inventos, nos estamos volviendo la mayoría bastante antihigiénicos, y lo digo desde un punto de vista metafórico.

Bien pensado, lo de hablar por Twitter por ejemplo, es más de una vez sacar la cabeza por la red y escupir opiniones. Sin tener en cuenta que a alguien le vas a dar, o en otras palabras, alguien se puede sentir afectado.

Este fin de semana, Iker Casillas, nuestro Iker de “La Roja”, se ha destapado en las redes sociales, y compartido un tema de esos que se discuten tras una buena comilona. Y yo diría que él ha disfrutado del ágape y a nosotros nos han tocado, y va a sonar mal pero es así, los eructos. Nos han tocado los eructos.

Como en estos días se cumplen los cincuenta años de la llegada del hombre a la luna, al parecer Iker y amigos, estaban discutiendo si creían que el hombre había llegado realmente, o era todo un montaje, por aquello de intentar ganar la carrera espacial a los rusos.  

El año que viene se cumplen 50 años (supuestamente) que el hombre pisó la Luna. Estoy en una cena con amigos... discutiendo sobre ello. Elevo la tertulia a público! Creéis que se pisó? Yo no!”

Tras el polvo montado por el lanzamiento de una opinión de alguien tan conocido, le contestó otro alguien casi tan conocido como él, Pedro Duque, el antiguo astronauta y ahora Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades.

“Los hechos no cambian opine la gente lo que opine.  Los aparatos que llevaron, las huellas, los reflectores láser seguirán estando allí.  La foto que despertó el sentimiento de conservación de la Tierra sigue existiendo. https://www.nasa.gov/multimedia/imagegallery/image_feature_1249.html …”

Quizás un tweet de Pedro Raúl Ramírez, desde Los Ángeles,  lleno de humor e ironía, hace un resumen bastante aproximado de lo que pudo pasar antes de que el Señor Casillas escribiera el tweet comentado.


No se mijo...se me hace que estás cenando con Sergio Ramos, porque al parecer se te pego ya lo bruto…”

Seguro que a Don Iker tras recibir el mensaje, de Pedro Duque, se le doblaron las piernas como en alguna de sus mejores peores cantadas, y recordó que aunque ya no es portero del Real Madrid, no sólo tiene mucha gente que le sigue, sino que debería seguir intentando ser ejemplo para muchos. Y que los héroes, ni se toman un descanso, ni el cigarrito de después. De hecho, no debe haber ni cigarrito. 

*FOTO: DE LA RED



domingo, 22 de julio de 2018

VACACIONANDO, QUE ES GERUNDIO


Lo que tiene ir de vacaciones cuando ya estás  jubilado es que en realidad eres como un taxista, solo tienes que izar la bandera de tu decisión, y …¡ya estás!


Aunque la adaptación para pasar a modo vacacional cuando tampoco tienes muchas ganas de bañarte en sudor, pasa primero, es mi opción, en esconderte en plan zulo, durante unas cuantas horas, incluso un día, para sufrir una descompresión de todos tus malos espíritus y descansar.

A ser posible un conato de hibernación tampoco estaría mal visto, por lo que pueda ocurrir en días posteriores. Ya que las vacaciones, por mucho que se exploren cada año, porque lo de disfrutar es mucho suponer, siempre pueden estar llenas de desagradables sorpresas. Como que el lugar que habías contratado por internet no tenga nada que ver con aquel apartamento con vistas al mar cuya foto te habían adjuntado gentilmente en un email, y que el único parecido con la realidad es que tu apartamento está en el pueblo que suponías donde está el mar que quieres disfrutar, pero bastante más alejado, y mucho más pequeño.

Nos pasamos el año intentando acercarnos lo más posible a nuestra noción de excelencia vital; sin embargo, llega vacaciones, y sin saber a ciencia cierta por qué disfrutamos vistiendo con ropas de mercadillo, y con gorros o pamelas que más que librarnos del calor en el fondo nos libran de ser reconocidos. 

Otro síntoma vacacional es que, de pronto no nos importa enseñar nuestras vergüenzas confesables en  la playa, mientras siempre encontramos a un niño desnudo jugando en la orilla, y que tanto nos recuerda  a nuestra propia infancia.

Al igual que al desapego  repentino  por lucir como Petronio, lo mismo nos ocurre con esas ganas inmensas que nos entran, a nosotros y a otras cincuenta personas que ya están haciendo cola por delante nuestro, por cenar en terraza, o lo que es peor, en la mitad de una calle; por el mero hecho de que hace buen tiempo y hay que aprovechar el día al límite. Con el grave riesgo de que tus platos se puedan convertir en diana de todo lo que pudiera caer de los pisos adyacentes. Y que exista la gran posibilidad, no es pesimismo sino realismo, que lo más sorprendente que te pueda aportar ese ágape nocturno, sea lo disparatado de la cuenta.

El hombre, y por supuesto la mujer, son los únicos animales que tropiezan dos veces en la misma piedra vacacional, y además, siempre declararán que lo han disfrutado.

*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA