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sábado, 18 de febrero de 2017

EL CUENTO DE "CRISTINA Y EL LOBO"


Hay frases que en un momento dado nos dijeron en nuestra infancia y que sin apenas reparar en ello, fueron calando en nosotros, quizás a fuerza de repetírnoslas, más el plus del cariño sentido por la persona que lo decía, hasta formar parte de nuestro guion de comportamiento. Y una de ellas es esa de “La vida es un cuento” que me solía decir mi padre, y que a mí me traía por la calle de la amargura el intentar comprenderla. 

¿La vida no vale nada? ¿Si la vida es un cuento, hay muchos cuentos en una vida? ¿Se puede contar el mismo cuento de diferentes maneras según quién lo cuente,  y es más, a quién se lo cuenten?

Estos días estamos presenciando el cuento de La Infanta Cristina y el lobo Noos, que depende de quién lo cuente, o a quién se lo cuenten puede ser de una manera u otra.

Quizás viendo la alegría del Señor Roca Junyet, Don Miquel, defensor de Cristina, y gran amigo del Rey Emérito, recordarle, aunque seguro que él ya lo sabe, que salir absuelto de una causa, teniendo que pagar una multa, no es ni para tirar cohetes ni para aseverar con alegría y fuegos de artificio, que “queda demostrado que la justicia en España es igual para todos”, en especial cuando podemos recordar recientemente que mientras al Señor Urdangarín le han caído  6 años y 3 meses de pena, por presuntamente unos millones de nada, mientras un joven español, aunque la nacionalidad debería de ser lo de menos, entró en la cárcel por pagar 79,20 Euros, con una tarjeta falsa. ¡Ah! Seguro que más de uno dirá que ésto que este vecino del mundo acaba de decir es "populismo", porque el populismo, como el cuento, que son primos hermanos, depende de quién lo cuente, vale o no.

Está claro que la Infanta es como la Princesa Pachuchita del cuento y que le duele unos millones de guisantes atribuidos a su marido, tras trece colchones de dudas que dependen de quién cuente el cuento, o una Caperucita que ignoraba que ir, cuando menos de acompañante, por el bosque de los negocios pudiera significar el ser implicada por el virus de la codicia de presuntos conocidos o desconocidos.

Ayer, tras saberse la sentencia del Caso Noos, Norberto, un vecino de derechas de toda la vida, al coincidir con este vecino del mundo al entrar en el portal me dijo, como si hablara para sí mismo: 

-Estoy contento porque con la sentencia se ha demostrado que la justicia es igual para todos.
Al oírle, me he dirigido a él, como con curiosidad, y sin ningún tipo de nervios:
-Una pregunta: ¿A la hora de declarar ante el juzgado, ella tuvo que hacer el “paseíllo” ante los medios, como los demás?
Norberto, hace ademán de pensar, porque ya sabía de antemano la respuesta, y contesta con un seco: 
-No.

Debe de ser una casualidad, pero a partir de ese momento solo le veo la espalda, y quizás por mi educación cuando a los comics en España se les llamaba “tebeos”, mientras se aleja, le veo rodeado de signos de interjección, de interrogación, y la silueta de algún burro, y algún cerdo…


Quizás, el secreto no sea si la vida es un cuento o no, sino ser amigo del que escribe el cuento, o tener el poder para escribirlo uno mismo.

*FOTO: DE LA RED
 TEXTO EN FOTO: PATXIPE

sábado, 5 de julio de 2014

VODEVIL DE UNA DAMA EN APUROS

En estos días que ya nos estamos empachando otra vez con primer, segundo plato y postre del Señor Urdangarín, de su socio, y de la empresa familiar Aizoon, para arriba y para abajo, solo voy a hacer  un comentario sobre algo que por mucho que vaya pasando el tiempo y que nos hagan comulgar con ruedas de molino, a este vecino no es que le altere, sino que le pone su tensión a tan altas cotas que no hay alpinista de élite que haya coronado una cumbre que le iguale.
En primer lugar hay que dar por sentado que para todo abogado defensor es totalmente lícito emplear cualquier tipo de artimañas para defender a su cliente. Otra cosa es que todo la cúpula del gobierno de turno, y la fiscalía que en otros casos es más quisquillosa que el propio juez en busca de pistas, nos diga que le parece normal que la Infanta Cristina, que de hija de Rey, ha pasado a  hermana de Rey, por ser “solo” la mujer de Urdangarín no tenía por qué saber nada de los “chanchullos” de su marido, y es que esa afirmación nos puede retrotraer a la figura de esposa de los años cuarenta, cuando la mujer era un mueble del matrimonio, y el esposo era el que en realidad pinchaba y cortaba.
Esa afirmación tiene el perfume caducado de una derecha que hasta se debería de sonrojar por una afirmación tan retrograda. 
Toda una mujer, con su carrera y su canesú, trabajando además, para más inri en una entidad bancaria, la Caixa, y con nombre y firma en la empresa investigada, ahora denominada  “de su marido”, quieren que nos creamos que ¿no se enteraba de nada?
En primer lugar si eso fuera verdad, no queda como muy despierta y fiable a los ojos de los “jefazos”  para quien se supone que trabaja, porque timarle durante años y no darse ni cuenta…
Personalmente, La Nuri, mi sufrida, no tiene estudios contables, ni lleva ardua vigilancia de la gestión familiar, y eso sí al igual que la Infanta, está muy, muy enamorada, pero estoy seguro que si este vecino se gastara más de lo que se supone que gana, en dos días, solo necesitaría dos días, para ser sometido a un juicio sumarísimo y a un despliegue de preguntas, que lo de Colombo investigando y haciendo la última pregunta, esa con la que siempre pillaba al malo de turno, quedaría en un juego de niños.
Este vecino no comprende como ese tipo de entidades que velan por todo en España y todos los colectivos feministas, no se ha echado las manos a la cabeza porque con la descripción que se hace de la supuesta actuación de la Infanta, no es que quede como simple mujer objeto, sino como “no oye, no piensa, no se entera”, y además no debe de saber lo que cuestan las cosas, y en eso se incluye el Palacete de Pedralbes, porque si uno gana “cuarenta” no se puede gastar por valor de “cuatro mil”.
El problema de que haya muchos listos con un discurso que no se sostiene a no ser por la repetición en todas las fuentes de comunicación, es que para que haya un “listo”, tiene que haber un “tonto”, y este  vecino no está dispuesto a declararse como tal para que se salve aunque sea una dama, que aparte de la buena educación, en cierta manera sería un tanto machista por aquello de hacer diferencias en la "igualdad" de sexos.
En este país hemos visto últimamente que cuando en la resolución de un juicio se declara un “NO CULPABLE”, se vende por el involucrado y la gente allegada como un “INOCENTE”, y no es lo mismo.
Como dice aquella canción del mejor Serrat “harto de estar harto, ya me cansé” y cuando una obra de teatro es mala, se pita y se patalea hasta que se quite de la cartelera. Veremos este mal vodevil  de una dama en apuros cuánto dura en cartel. Porque puestos a "contarnos cuentos" también se puede decir que los enanitos de Blancanieves al desfilar cantando decían: "Aizoon, Aizoon, a Suiza a descansar..."

*FOTO: DE LA RED