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domingo, 1 de marzo de 2015

LA HABITACIÓN Y TÚ



No hay nada tan frío como una habitación de hotel. Y te devuelve solo lo que quieres darle: Alegría por los días que te quedan en ese viaje. Grandes expectativas, o quizás la desesperación de no haber sido recibido como creías que merecías.

Esa habitación de hotel, concretamente esa en la que estás pensando, quizás fue el gran error de tu vida. Nunca debiste ir, porque sabías que él no te quería. Te engañabas pensando en que cuando te conociera se enamoraría locamente de ti. Pero él ya te conocía, y no le gustabas, ni mucho menos te amaba. Deseaba tu templo, invadirlo, otra conquista.

Tampoco buscabas amor, quizás comprensión, o simplemente el constatar que vives, que alguien te mira, que a alguien le importas, mientras tomas el café de después de haberlo hecho, la coartada de que no había prisas. Ya solo queda esa habitación de hotel, copia de otras mil habitaciones con otras tantas historias de prisas y coartadas sentimentales. La soledad eres tú, está en ti. Lo demás son accesorios de muñeca a coleccionar para convencer a los demás, para convencerte que sabes lo que haces.

No hay nada tan frío como una habitación de hotel. Una estación de trenes humanos entre dos servicios diferentes. Ni nada tan impersonal que la decoración de esa habitación. Nada recargada para no agobiar, ni familiar para luego no extrañarla. Esa habitación es lo más parecido a esos pañuelos de papel, preparados para no herir en el roce, blancos para nunca ser recordados. Porque en este caso, el blanco no es un color, es la ausencia del color, la falta de sentimientos en un lugar políticamente correcto, que te da lo que le das, que nunca te recordará porque no querrás ser recordado.

No hay nada más triste que una habitación de hotel. Decorada para ser olvidada. Empleada para ser armario de vidas en una continua búsqueda; archivador de historias, con número en la puerta incluido. Cárcel de alegrías vanas, decorado de historias  sin guion, de situaciones imposibles en momentos inadecuados.


No hay nada más triste que una habitación de hotel, y tú en ella.


*CUADRO: Habitación de hotel, de Edward Hopper. 

martes, 28 de mayo de 2013

HAY UN MENSAJE PARA TI

Estos días ha saltado al conocimiento público, en la zona de Sestao (Vizcaya), que varias entidades bancarias están mandando cartas a sus clientes, con menos capacidad económica, sugiriéndoles alquilar alguna de sus habitaciones para de esa manera poder ampliar sus ganancias. De primeras, a este vecino del mundo se le ocurre que desde el caso de las “acciones preferentes”, las entidades bancarias han quedado inhabilitadas para aconsejar, añadiendo a todo eso que muchos de sus gerifaltes de lo único que se han preocupado durante mucho tiempo es en blindar sus contratos, y forrarse el riñón para su jubilación.
A muchas personas el pasar de las vacas gordas a las vacas flacas, les ha pillado con el paso cambiado, y de tener sus pequeñas finanzas controladas han pasado a prácticamente ser controlados por sus acreedores. De todas maneras, es de juzgado de guardia que entidades que siendo privadas, han debido de ser ayudadas por todos nosotros para salir adelante, se erijan ahora en “Pepito Grillo” y que nos vayan dictando los pasos que tenemos que tomar, porque en realidad con esas cartas están invadiendo el ámbito privado.
El ayuntamiento de Sestao, con el alcalde a la cabeza, no ha tardado en contestar a las susodichas entidades bancarias, que esa solución, la de alquilar habitaciones, puede conllevar problemas para el buen convivir ciudadano, ya que se pudiera dar el caso de las denominadas “habitaciones pateras”, donde duermen muchos inquilinos en muy poco espacio.
Hasta hace poco nuestra manera de proceder les importaba un pimiento a los bancos y cajas de ahorro, porque al final de mes, si no podíamos pagar la hipoteca, nos desahuciaban en muy poco tiempo, se quedaban con la casa y seguíamos con la misma deuda. Sin embargo, como ahora tienen problemas con tomar posesión de las casas hipotecadas, por aquello de los movimientos populares, ahora quieren evitar ese momento “sugiriéndote” otras alternativas, pero siempre desde tu lado, ellos han vivido siempre bien, y quieren seguir como hasta ahora.
El paso dado por las entidades bancarias a parte de ser sumamente grave, crea precedente, y una invitación al mismo tiempo, de que el común de los mortales, se preocupe por el buen comportamiento de cada uno de los componentes del banco, vía escraches, o buzón de sugerencias para que la actitud de los componentes de la citada entidad sea cuando menos conveniente. Y el abanico que se puede abrir es muy amplio, desde sugerir al director del banco que ya que el año pasado estuvo de vacaciones en Riviera Maya, este año visite a los amigos del pueblo, para así no gastar tanto, o que al señor cajero que se iba a cambiar de coche, se le aconseje que durante dos o tres años más puede seguir “tirando” con el mismo coche, y así incluso no hace falta que se le suba el sueldo durante una buena temporada.
Los mismos bancos no se han dado cuenta de la mecha que han encendido con ese movimiento, y a partir de ahora puede pasar de todo, menos que nos aburramos.

*FOTO: DE LA RED