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viernes, 28 de noviembre de 2014

¡HORROR. ES BLACK FRIDAY!

Normalmente, y todo blogger que se precie termina su texto con una especie de conclusión final. Hoy para ahorraros tiempo, y por la mala leche que tengo, os lo voy a poner fácil, y la conclusión la voy a exponer al principio claramente:
Estoy del “Black Friday”, o del “Viernes Negro”, hasta los mismísimos.
Creo que este vecino del mundo ha sido claro y contundente.
Nosotros descubrimos América, y hace ya tantos años que ni nos acordamos, y sin embargo ahora ellos, los sobrinos de Obama, que tampoco quieren acordarse por otros motivos, nos dictan las directrices a seguir: el día de San Valentín, Halloween, y desde hace unos añitos, el “Black Friday”.
Y ésto no es ninguna ganga, porque llega un momento en que parece que los empresarios, esos que quieren que ganemos  cada vez menos trabajando más, nos confunden con una O.N.G. llamada algo así como “Clientes a destajo sin fronteras” y quieren que en dos o tres días (porque aquí cada negocio se lo ha tomado, eso sí, en plan muy español, “a la torera”, y lo que en Estados Unidos es un día, aquí hay empresas que lo han transformado incluso en una semana) les “arreglemos” el negocio del año.
En esta estrategia comercial netamente americana hay algo que falla en su misma base, y es que el españolito de a pie, porque ya no tiene ni para gasolina, cobra, el que tiene la suerte de “cobrar” (que no es lo mismo que “trabajar”) a comienzos de mes siguiente, y ya en muchos casos del día diez para adelante, y en estas fechas está más tieso que la tercera pierna de Nacho Vidal.
De qué te sirve que promocionen ahora, por ejemplo, televisores con un descuento del sesenta por ciento, si tú hace tiempo que pusiste todo tipo de velas a todos los santos imaginables para que no se te estropee nada de lo que tienes en casa. Y te has hecho un tatuaje mental que te recuerda: “Virgencita que me quede como estoy”.
En realidad todo este tipo de ofertas son simples tiritas para la enfermedad crónica que sufrimos: somos pobres sobrevenidos, y si quieren que sigamos comprando, tendrán que bajar los precios (esos que han subido durante estos años, y que comenzaron con el “redondeo” al cambiar de pesetas a euros) pero no para días contados, sino para siempre. Y que no me digan que eso repercutiría en el sueldo de los empleados, porque este sueldo ha ido bajando y los precios subiendo, que como dice la canción, “que es una barbaridad”.
Lo dicho: Estoy del Fuck Friday, con perdón, hasta el finiquito y mucho más.

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 26 de febrero de 2014

EL MUNDO POR MONTERA

Mientras Rajoy hablaba ayer de los mundos de Yupi en su peculiar visión sobre el estado de su nación, este vecino, como  muchos de vosotros, siente la vida como uno de los personajes de Ken Loach, que prácticamente ve la vida, si la ve, en historias en blanco y negro, pero pasado por el tamiz del sentimiento ardiente de Alejandro Sanz.
Y es que mientras los brotes verdes ya han dado sus primeros frutos, según palabras del todavía Presidente del Gobierno, a este vecino, como a otros muchos, por aquello de mal de muchos…, las cuentas no es que no le casen, sino que le divorcian de lo que era su realidad. Hemos tenido que ir dejando tantas costumbres por el camino, por no poder sufragarlas, que de hace unos pocos años a aquí, ya pareces otra persona, porque tu vida no tiene nada que ver con la de antaño.
Vista la vida así, con esa pátina de pesimismo, a este vecino le da ganas de convertirse en actor, más que nada para poder vivir otras vidas, ya que la suya es incapaz de mantener.
Si por lo menos este vecino del mundo fuera famoso podría ir vestido por la calle con un chándal lleno de publicidad con las marcas que confían en él, al estilo de un Fernando Alonso cualquiera. Ahora sin embargo la única publicidad que pudiera apostar por el vecino es la de cualquier O.N.G., pero a ellos no les vas a cobrar, porque a ti todavía te queda vergüenza torera. Por cierto, y aunque no venga al tema, a este vecino le viene una pregunta a la mente. En una autonomía, como la catalana, en la que está prohibida las corridas de toro, por decreto, ¿se podrá seguir diciendo eso de “vergüenza torera” o será políticamente incorrecto? Y otras frases como “ver los toros desde la barrera” o “ponerse el mundo por montera”.
Y es que una cosa es lo que nosotros nos empeñemos en ver, como Rajoy, y otra cosa es lo que realmente “es”,  del “ser” filosóficamente hablando. O como muchas personas, que aunque no le gusten las corridas de toro, cada día se pone su traje de faena en el coso de la vida, y da capotes al sol y a la sombra para que el toro del día a día, no se lo lleve por delante.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 19 de diciembre de 2013

¡VALE! NOS HACEMOS

A lo mejor y siguiendo la sugerencia de esa empresa que ya no es española,  pero hace apología de serlo, me hago extranjero, o al menos el sueco. Y es que en Navidades, sin quererlo, no es que nos hagamos más clientes que nunca, sino que prácticamente nos convertimos en miembros de la O.N.G. Compradores Sin Fronteras. Nos quieren vender de todo, aparte de la moto que el todavía gobierno de España, nos intenta vender un día sí y el otro también.
Este vecino no dirá nombres, pero tenemos para comprar, libros de todo tipo, y los más publicitados ahora, son  esos de gente que se ha hecho famosa por no haber leído nunca uno. ¡Es curioso!
En torno al mundo de los libros, además, está ocurriendo, desde hace tiempo, un fenómeno que cuando menos tiene su punto de gracia. Antiguamente, los libros de memorias estaban escritos por personas que ya por razones de la edad le daban más importancia a comprarse una parcelita en el más allá, que lo que pensara de él o ella su vecino. Ahora, escriben libros de memorias gente con veintitantos años, especialmente deportistas. Incluso se da el caso de una persona, cantante en este caso, que con diecinueve años, ya tiene dos libros de memorias: Justin Bieber. Lo que ocurre es que el caso de este joven, no le extraña a este vecino, porque dado el presunto tipo de vida que lleva, como no se acuerda de lo que ha hecho ayer, conviene que una vez que recuerda, lo escriba, para luego no tener que hacer el esfuerzo más veces.
Y ya para terminar por hoy, este vecino solo se referirá también al mundo de la música, especialmente a esos grupos, o solistas que durante más de una década, por ejemplo, han estado en el Nirvana de los famosos, y ahora hacen una recopilación de sus éxitos, y a modo de zanahoria, para que piquemos,  porque ya implícitamente nos están tomando por burros, incluyen una, dos… nuevas canciones. Y…¡a hacer caja!
Lo dicho, estas Navidades habrá que hacerse el sueco, no para comprar en IKEA que es lo que hacen ellos, sino para salir con vida de estas fiestas y de la cuesta de Enero, que en realidad no termina nunca, porque ya se encargará alguien de recordarnos de que pronto se celebra algo.

*FOTO: DE LA RED