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lunes, 16 de abril de 2018

RETRATO EN NEGRO



En la época en la que ha surgido la “posverdad” a la verdad le han puesto los cuernos disfrazados de trenzas y peinados al revés.

Los niños ya no juegan al columpio intentando llegar a la luna, directamente  tripulan naves espaciales más allá de Orión y del blade runner de turno en su video juego pirateado.

En los días en los que continuamente al hablar en público se diferencian los sexos, a todos les espera la misma indiferencia.

Ahora que se ha inventado el master de línea blanca, no se puede pedir sueños inmaculados a almas torpedeadas mil veces con publicidad negra. La felicidad se dice que está sobrevalorada  para impedir que busquemos el Edén soñado. Ya no hay un solo muro, sino muchos y de diseño, por supuesto a pagar por el más pobre.

Sin un despertar que comience por reconocernos a nosotros mismos frente a nuestro espejo con un pensamiento libre y propio, no podremos distinguir a los "replicantes" disfrazados de Moisés en el viaje a su “nuestra-tierra-prometida”, y que está al otro lado de ese telón de nubes negras populistas que les rodea y que nunca han querido convertirse.

Respirar verdad cada vez es más difícil en un mundo en el que las niñas ya no desean ser princesas, sino a tener millones de seguidores en su Instagram, mientras en sus fotos siempre se perfilan con morritos amorosos ofrecidos a la nada. Y los niños, siempre más perdidos que ellas, quieren los televisores más grandes para verse un día triunfando en el equipo de fútbol que les llevaría al estrellato.  

Hay días en los que te despiertas buscando la luz, y otros, tristemente la mayoría, en los que ya te levantas con tus zapatos de bailar la música que los de siempre han decidido que se lleva, con los pasos de baile marcados de antemano.

Hay días que son noche y su banda sonora es la soledad. 

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 16 de octubre de 2013

CABEZA DE MAL SOMBRERO

¿No os ha dado nunca la sensación de que no estáis en el lugar que verdaderamente quisierais estar en ese mismo momento?
Son muy frecuentes, para este vecino del mundo, los casos en que desearía estar en otro sitio, hacer otras cosas, y sin embargo cuando estás haciendo eso, ya desea encontrarte en otro lugar.
No sé si será la expresión popular “eres un culo de mal asiento” lo que le ocurra a este vecino, pero si buscamos dentro de nosotros, “el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.
Y este vecino no se refiere a esos momentos en que prefieres que te trague la tierra, porque a lo mejor estás sintiendo vergüenza ajena, o incluso propia, sino a aquellos en que tras desear durante mucho tiempo por ejemplo, visitar un sitio determinado, en realidad ya deseas encontrarte en otro lugar.
Quizás sea verdad aquel pensamiento del escritor Robert Louis Stevenson de que  ”Yo no viajo por ir a alguna parte, sino por ir. Por el hecho de viajar. La cuestión es moverse”.
Y este vecino no se refiere solo al hecho físico de viajar, sino también, y preferentemente, con la mente. Espero que este caso, el de este vecino, no sea el primer caso de “cabeza de mal sombrero”, por denominarlo de alguna manera, porque creo que estará clarísimo que uno de los componentes principales, sino el principal, de todo ésto es la ilusión, y quizás cuando se comienza algo, algo deseado durante mucho tiempo, sea el momento de más ilusión, que no "ilusionante" como acostumbra a decirse ahora.
Ocurre lo mismo cuando uno “inaugura” el casillero de sus vacaciones. La ilusión plena es el momento anterior a comenzarlas. Si el lunes ya no tienes que ir a trabajar, para aquel que tenga trabajo, el fin de semana anterior, es de los que se deben denominar “fin de semana glorioso
Quizás, entonces, el verdadero tesoro sea “imaginar”, y no lo “imaginado”. Incluso, según la tradición católica, todo empezó en el Paraíso, y a todos nos gustaría nuestro paraíso particular, nuestro Xanadú bíblico, pero una vez conseguido, seguro que le encontraríamos defectos, como el costoso mantenimiento, o el cercarlo, el ponerle puertas al campo, más que nada para que no haya tanta corriente.
Ya lo dijo el escritor Salman Rushdie: “El lenguaje y la imaginación no pueden ser aprisionados”, y no hay mejor tesoro, añade este vecino, que  la libertad, aunque sea para imaginar.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED