No sé si a vosotros os habrá
pasado igual, pero como las costumbres van cambiando un día sí y el otro
también, llega un momento en que un buen día te encuentras comulgando con
ruedas de molino, o como hoy me ha ocurrido.
Estábamos, La Nuri, mi
sufrida, y este vecino del mundo, viendo un reportaje en televisión, en el que
salía un cantante, que aunque ya tendrá sus añitos se le puede considerar como de la nueva hornada por hacerse cantante
tras un affair con una famosa. Y La Nuri me ha dicho: -Este chico tiene que ser
gay.- Y si algo detecta rápidamente una mujer es eso. Parece que lo capta en el ambiente. A
lo que yo le he contestado sin parpadear: -En todo caso le dará a todo, porque
ha salido con esa famosa durante más de un año.
Y he comprendido que lo de “darle a todo” lo había considerado como si cambiar de hábitos sexuales fuera
algo así como aprender a andar en bici, que tras unos días de dudas, una vez de
empezar a pedalear, no paras.
Algunas veces pienso en que
si algún pariente nuestro, que hubiera fallecido hace ya unos veinte años, volviera con
nosotros, del susto volvería al cementerio pero por voluntad propia.
Los programas de la
televisión, por ejemplo, para bien o para mal pero no son ni la sombra de lo
que fueron.
Antes en los Telediarios se
diferenciaban las noticias culturales de los estrenos de cine,
que en realidad es publicidad encubierta. Y en los programas de entrevistas
salían famosos de verdad. No la novia de uno que ha salido durante varios meses
con una famosa que, en realidad, no sabemos por qué lo es.
No se deberían de hacer entrevistas a personas que siempre son unos bordes y no conceden entrevistas a nadie "porque su vida es suya”, pero ahora les interesa porque tienen o un disco, o un libro, o algo que quieren “vender”
No se deberían de hacer entrevistas a personas que siempre son unos bordes y no conceden entrevistas a nadie "porque su vida es suya”, pero ahora les interesa porque tienen o un disco, o un libro, o algo que quieren “vender”
Antes se iba a la búsqueda
de la noticia, y ahora se crea noticia
de un producto que se quiere vender y se ofrece a todo el mundo.
Antes, de los presentadores
de la televisión, por ejemplo, no sabías nada. Ahora, ellos mismos dan y crean
noticias. Y además, no "sirve" alguien que tenga una, digamos, y que se me
entienda, una sexualidad aburrida.
Todos quieren ser tratados
sin ser discriminados por su opción sexual, pero algunas opciones sexuales se
presentan como lo más de lo más, como valiente, como romper o explotar el
armario en mil añicos. Y eso debiera ser lo menos importante. Lo importante
siempre tiene que ser el amor, así, sin letra pequeña.
Y ahora hay amores, como los
nuevos contratos, que duran un día. Y tardas más tiempo en contarlos con pelos
y señales, que lo que has amado, o te han amado.
No sé si son los años que
vamos cumpliendo, que lo serán, y que van pesando, pero en ciertas cosas hemos
salido perdiendo. Como con ese sentido de la familia. Ahora hay demasiado “yo”,
y poco “nosotros”. Demasiado “porque yo digo lo que pienso”, y muy poco “comprendo
lo que me has dicho”, porque en realidad, ahora se escucha poco. Solo esperas a
no oír sonido contrario para insertar tu perorata.
Al final, lo mejor será ir
por libre, ser un free lance de la vida. Y como vas viendo cómo funciona ésto de
estar vivo todavía, es mejor no perder el tiempo e ir diciendo lo mucho que
quieres a los que quieres, que dar a entender lo mal que te caen, los que te
caen mal.
Será mejor amarnos, los que
nos tenemos que amar, ahora que tenemos tiempo, y decir, incluso, un “¡Viva el
vino!” ahora que junto al tiempo, nos
han dejado todavía un poco de calderilla…
*FOTO: DE LA RED