Parece que mi semana “toledana” está llegando a su fin, y es que llevo unos días con un dolor de boca que como diría un andaluz “no se puede aguantar”. Me han dolido todos y cada uno de los dientes, por lo que mi horno interior no estaba para bollos.
Días en que lo único positivo que veía era que por lo menos ni tenía la boca tan grande como el “feo” de los Hermanos Calatrava, ni tres dientes más, como Freddy Mercury. Y es que el que no se consuela es porque no quiere...
Tras una tempestad de dolor, es inevitable el pensar lo bien que uno está cuando no le duele nada, y que no le damos importancia, por lo que prometo una vez más ser consecuente y quejarme menos porque hay otros que están peor, e incluso que ya no están.
Es ese tipo de positivismo que se refleja en aquel chiste del que iba por un desierto, achicharrado de calor, y llevaba un pesado ancla entre sus brazos.
Se cruza con otra persona, y al preguntarle ésta el por qué llevaba el ancla en las manos, con cara de haber descubierto la pólvora, y en tono bajo, para que nadie les oyera en la amplitud del desierto, le contesta: _ Porque así si viene a atacarme un león, tiro el ancla y voy más rápido.
Y es que si no ves el lado positivo de las cosas es porque no te da la gana, aunque muchas veces es importante protestar. Sino que se lo pregunten a Angela Merkel que ahora parece que se está planteando abrir un poco la mano en lo que a restricciones para los demás se refiere.
Al ver que ya hay voces discrepantes, especialmente entre países al sur de Europa, con respecto a su política tan dura, parece que ya está enseñando algún caramelo en forma de “agenda del crecimiento” para la Unión Europea. Es que si en cualquier concurso que se precie, ningún integrante del jurado puede tener un familiar o conocido entre los concursantes, por qué puede llevar la voz cantante, la representante de un sólo país, porque parece ahora que su amigo Nicolás se va a quedar en la cuneta electoral, cuando es obvio que ella va a mirar especialmente por el bien de su país, y cuando además esta situación tan crítica prácticamente no se ha dado nunca, y hay que tocar de oído.
Como se diría en el argot informático, hasta ahora solo se tiene la versión Beta del programa “salvador”, y esa versión siempre suele estar llena de fallos y errores, y a nosotros, como a Grecia, le está tocando ser conejillo de Indias.
De todas maneras espero que sea como mi dolor de muelas, que solo sea una semana toledana, aunque las muelas estén en España y el medicamento versión Beta hay que traerlo desde una farmaceútica germana.
*DIBUJO: DE LA RED