domingo, 8 de abril de 2012

EN EL FONDO

¿Qué sería de Francia sin España?
Como mínimo estarían más que aburridos, porque primero fue Nicolas Sarkozy, como candidato a la reelección, y detrás el candidato socialista, François Hollande, y la candidata de la ultraderecha, Marine Le Pen quienes solo tienen un monotema estos días en su campaña electoral: España.
Últimamente nuestro país se ha convertido en una especie de hombre del saco para los votantes franceses, y el ejemplo de lo que puede pasar, según ellos, si la gente vota mal.
Lo triste de todo esto no es lo que puedan pensar en la patria del Inspector Clousueau, sino que ellos forman parte del tribunal que examina todos nuestros movimientos económicos, y teniendo en cuenta las joyas que dicen de nosotros, este vecino del mundo duda, digamoslo con palabras suaves, de que en realidad quieran compartir su felicidad con acompañantes como nosotros.
En las declaraciones recientes que provenían del país galo hablando sobre los deportistas españoles, este vecino no podía reprimir la imagen del personaje de Gabino Diego en Torrente 2, despertándose en un bar con la jeringuilla colgando de su brazo.
De todas maneras, como me diría mi psicólogo de cabecera, si tanto hablan de nosotros, es que en el fondo nos envidian. Y la verdad es que no le falta razón, porque muchas veces me da por pensar que en el país donde quisieron vestir de franceses a españoles como Luis Mariano, Pablo Picasso o Luis Buñuel, en realidad nos quieren ver en el fondo. 
Nos queda el consuelo de que si ellos, los franceses, analizan un poco nuestras costumbres tan poco salen muy bien parados, porque nuestra tortilla francesa siempre irá detrás de la tortilla española, y muchas veces practicar el francés, no será practicar un idioma, sino otra manera de practicar el sexo, lo mismo que les ocurre a ellos cada vez que nos tienen en sus pensamientos. Y un sueño no sé si erótico, o al menos divertido, sería aquel en que un Nicolás travestido en inspector Clouseau descubre nuestra herramienta mientras exclama: ¡Sacrebleu!
Ya para finalizar este vecino piensa que lo mismo que no puede existir el Yin sin el Yang, tampoco puede existir Francia sin España, porque aunque no lo confesemos, la mejor fiesta es aquella que acaba con las quejas de los vecinos, porque nunca sabremos si en el fondo les hemos molestado, o lo que tienen es envidia.

*FOTO: DE LA RED

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