domingo, 5 de junio de 2011

MINIMALISMO PURO Y DURO


Cuando una sociedad no tiene etiquetas para catalogar algo, tiende a minusvalorar aquello que no entiende, en cambio si le pones un nombre y sobre todo si éste es en inglés, ya es otra cosa.
No es lo mismo una persona que anda por el monte, que incluso puede tener el sambenito de raro, a decir que esa persona practica el trekking.
Cuando un artista ya famoso, quiere referirse a su juventud, en la que anduvo de vagabundo, es mejor que la mencione como su época de clochard, incluso suena a pasado romántico, aunque la verdad era que se moría de hambre.
Una persona que ha aprendido su oficio al cabo de los años y a través de su propia experiencia, a los ojos de la sociedad no es prácticamente nada, pues no tiene ningún título que le avale; pero si dice que es un artista autodidacta, eso vende mucho, porque en cierta manera es un ser libre, sin la influencia de ningún otro artista. Lo importante en esta sociedad desgraciadamente no es el fondo sino la forma.
Esta mañana la Nuri, mi sufrida, me ha dicho que acababan de inaugurar una tienda de ropa al lado de casa.
- Es raro – he pensado – porque ayer pasé yo a última hora, y no sólo es que las paredes estaban sin pintar, con el cemento al aire,  sino que encima los obreros habían dejado su ropa en percheros a la vista.
Tras pasar nuevamente al lado de la tienda en cuestión, resulta que lo que yo había visto era  ya la tienda terminada y con la ropa colocada,  y es que no hay más que una veintena de prendas. Además por  esa apariencia, si digo “look” la ropa sería todavía más cara,  de vestimenta usada la ropa es tan cara que parece que estas sufragando los gastos de los anteriores usuarios.
Mi Nuri me ha informado que el decorador debe ser de lo mejorcito en lo que a decoración minimalista concierne. Seguro que en la filosofía de su trabajo hay una gran contradicción, y lo único abarrotado es su cuenta corriente.
Para ese diseñador mostrar poca mercancía es rodear la muestra de un halo de misterio. Lo que ocurre es que no va a ser él el que tenga que estar entrando y saliendo del almacén todo el rato por sembrar de misterio el asunto.
Puestos a dar misterio, propongo que cada negocio no tenga nada a la vista, y te pases todo el rato preguntando de negocio en negocio para encontrar un simple bar. Además tiene que ser muy divertido el comprobar que un calvo, buscando un bar, entra en una peluquería.
De todas las maneras, y pensandolo bien, el minimalismo es lo que últimamente más se lleva, sobre todo en los sueldos.

*FOTO: DE LA RED

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