miércoles, 19 de febrero de 2014

KIKO RIVERA DANDO LA NOTA

Hace un tiempo para descalificar a una persona, se decía que “no había leído un libro en su vida”, sin embargo, desde hace unos años ya, coincidiendo especialmente con la época de los concursantes de los diferentes “Grandes Hermanos” que en España ha habido, no leer un libro se convirtió en un dato de identidad que había que llevar con orgullo.
No obstante, lo de ayer ya es un hito diríamos que para la humanidad, un antes y un después. El Señor Kiko Rivera, durante un concurso en el programa de “El Hormiguero”, al que acudía para promocionar su última canción, tenía que intentar tocar una melodía, entre varias propuestas, eligiendo, además, entre varios instrumentos, y que el resultado fuera reconocible. Tras intentarlo con una trompeta, y demostrar que no tenía ni idea de que había que poner los labios de una determinada manera para que aquello sonara, lo intentó con un violín, y visto lo visto lo raro es que supiera que “aquello” era un violín.
Al ir a colocárselo en el hombro se lo colocó al revés, es decir con el “mango” en el hombro y la llamada “barbada” en las manos.
Lo primero que este vecino del mundo pensó: “y este señor ha conseguido tener un hijo”. Está claro que sin proponérselo, como aquello del “burro tocando la flauta”, y nunca mejor dicho.
Lo triste del tema es que, Kiko Rivera se supone que se está dedicando a la música, y este vecino está totalmente convencido de que dentro de no muchos años habrá ganado más dinero que su madre, Isabel Pantoja, que por lo menos ha recorrido toda España de cabo a rabo, y en múltiples ocasiones.
En el caso Kiko Rivera subyace el “si él puede cualquiera lo puede hacer”, y se le mira desde una posición de bufón del reino, cuando a la postre el que se ríe de todos es el Señor Kiko Rivera cuando a últimos de mes ve las cifras facturadas.
De todas maneras, el peor enemigo que tiene el Señor Kiko Rivera es él mismo, porque en cuanto en una entrevista se le da un poco de confianza, y se siente “protegido”, suelta verdaderas perlas de la educación machista que lleva encima, como lo dicho en el mismo programa de ayer, diciendo que siempre es el hombre el que tiene que contactar con una chica, ya que si es ella la que se acerca, eso él no lo ve con buenos ojos. Con lo cual, y sin parpadear, se cargó eso que se ha dado en llamar “igualdad de derechos”.
Aunque  en su caso es comprensible, teniendo en cuenta que si con un violín hizo lo que hizo, con algo intangible como son los derechos, no se podía esperar otra cosa.

*FOTO: DE LA RED

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