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sábado, 26 de marzo de 2016

¿NEURAS, O EXTRAVAGANTE REALIDAD?


Cuando se van cumpliendo años, como ocurre con la hipoteca, poco a poco pero todos, vas sufriendo tus neuras, y si te descuidas, las propias y las de el de al lado. Por ejemplo, los hombres al menos, con los años, no resistimos a dormir una noche entera sin pasar por el váter. Y yo llevo dos noches, estas dos últimas haciendo un gran esfuerzo, por no ir. Me ha dado por pensar que al ser Semana Santa, iban a pasar por mi pasillo, (el único que tengo, que tampoco es gran cosa, no vayan a creer ustedes…) dos procesiones, y me he acojonado, y no he salido.


Ver no he visto nada, pero por la noche cuando me he despertado a la hora de siempre, tres o cuatro de la mañana, alguna luz, con cierto movimiento además, me ha parecido que se filtraba por debajo de la puerta…


Por si eso sirve, esta mañana a las ocho, a la hora de ir a salir con Afgano, mi bichón frisé, había un cierto olor a cera quemada por el pasillo y, por cierto, Afgano parecía caminar con cierta solemnidad y afectación en sus pasos, como marcándolos pronunciadamente. Serían sugestiones mías, pero hasta hemos tardado mucho más tiempo en dar el mismo paseo de siempre.


Puede que sean también impresiones mías, pero los contenidos televisivos a media tarde, los fines de semana, dejan mucho que desear. Incluso, hoy precisamente, Sábado de Gloria, para los católicos practicantes, me ha pasado algo curioso. He echado la siesta, y me han dado un sueño rodado para la tele, con actores alemanes y basado en un hecho real.


No le he dado importancia. Es que desde hace un tiempo he llegado a la conclusión de que los mismos canales televisivos, compran la producción extranjera en lo que sería el equivalente a tiendas de chino, mucho más barato ,pero para cadenas de televisión. Atracón de películas, que en realidad se han hecho para la tele directamente, y que no saben lo que es un cine, porque nunca han estado en uno.


Y como últimamente la que corta el bacalao en Europa  es la Señora Merkel, un montón de producción, casualidades o no, alemana. Y ya se sabe que los alemanes pueden ser de todo, menos la alegría de la huerta. Eso sí, cuando no se ven hoteles de alto standing en cualquier parte del mundo, y la historia es muy triste, te ponen al final “basado en un hecho real”, y ya se perdona cualquier mal final, con la excusa de que “es la vida la que lo ha querido así”.


Quizás lo que caracteriza a la vida, es que sus finales son tajantes, si desaparece un personaje/persona lo hace para siempre. No existen, normalmente, segundas oportunidades, o puestos a inventar un nombre, nunca existirá“El Luisma 2. Ahora, su verdadera historia”.


Por cierto, y ya para terminar, momentos antes de escribir este post, y por twitter, me he enterado de que presuntamente el Señor Urdangarin, su mujer y los cuatro hijos, están de vacaciones en Camboya y Vietnam. Tras haber cogido, ella, una excedencia en la Fundación La Caixa, a los pocos días de volver a trabajar, le dejan, al parecer, que se descuelgue con ese viaje. Está claro que las condiciones de trabajo de Doña Cristina, en nada tienen que ver al del común mortal español…, por mucho que no se cansen de repetir eso, que es un caso que se lleva con total normalidad, con lo que respecta al juicio del Caso Nóos.


Y en otra de mis neuras, de las que comentaba al comienzo de este post, al pensar en las vacaciones del Señor Urdangarín, quizás las últimas en libertad, me ha dado por imaginarme eso de que “Si Mahoma no va a la montaña…”.


 Y quizás, a partir del año que viene, haya un tipo nuevo de prisión en España, la prisión temática, en la que presos vip, que cada vez hay más, por un pequeño suplemento que gentilmente pagará su familia, repito su familia, y no los de siempre, y una vez, requisito indispensable, “hayan devuelto lo que se les quedó pegado en su día en sus cuentas, aunque, por supuesto, no hubiera sido intencionado”.  

Aunque no puedan salir del recinto penitenciario, un grupo de decoradores, técnicos de atrezzo…y gente relacionada con llevar acabo todo tipo de producciones cinematográficas, convertirá sus centros por dos semanas, en lugares recónditos en los que previamente, los implicados (y no va con segundas), se hayan puesto de acuerdo, en visitar de una manera tan diferente. Que por cierto,  además, será otra manera de conseguir nuevos puestos de trabajo, eso sí, para aquel que tenga dotes artísticas, y finja ser quien no es. ¡Vamos! Como la vida misma. Y, además, cobrando.

Nunca dejo de pensar que entre "ficción" y "micción" solo cambia una letra, y algunas veces, diría que en el día a día, hasta se entremezclan. Los asiduos a la atalaya del vecino del mundo, a esta atalaya, seguro que lo entendeis...

*FOTO: DE LA RED

sábado, 27 de febrero de 2016

IÑAKI URDANGARIN, Y EL DETALLE INESPERADO



Ayer, viendo por televisión, por cualquier canal, las imágenes del antes yerno real del ahora emérito,  y cuñado repudiado-olvidado del actual rey, el Señor Iñaki UrdangarIn, otrora Duque de Palma,  meditaba sobre los estereotipos. 


El Señor Urdangarín, especialmente con motivo de su enlace real, llegó a ser considerado yerno ideal, y el hijo que para sí hubieran deseado la mayoría de las madres ejercientes. Desde el punto de vista de muchos vascos, también, fue un orgullo, una especie de poner una pica en Flandes, el que uno de los nuestros emparentara con la Familia Real, aunque claro está, eso también va por gustos, y los vascos que no fueran monárquicos lo verían, por supuesto, de otra manera, desde los de ni fu ni fa, no saben no contestan,  a los que tendrían opiniones mucho más extremas, e incluso negativas.


Y cuando todo va bien, todo son loas y se van añadiendo adjetivos tanto a la persona como al personaje. Y entre las cosas que rondaba en el ambiente de entonces, especialmente cuando el Señor Urdangarín dejó su etapa de deportista y se embarcó en otro tipo de proyectos, se decía/se suponía, que era una persona muy inteligente y un lince para los negocios.


Hoy, sin embargo, las circunstancias son otras, y la imagen del un día balonmanista de élite ha bajado muchos enteros, este vecino del mundo diría que todos, hasta los que no tenía, y si casi han pasado diecinueve años desde que se casó con una Infanta de España, la imagen de ayer fue, para el que ésto escribe, cuando menos triste, y habrá más de uno que opinará que deplorable. Con unos “no sé, no me consta, ignoraba, hoy es el día que me he ido enterando…”, la imagen de aquel rubio de oro, inteligente, y prototipo de todo lo bueno y deseable, ha estallado en mil pedazos.


Ahora, y viendo lo escenificado estos días, llegas a la conclusión de que “hombre de negocios” puede ser cualquiera, eso sí,  bien asesorado, y no con los asesores que por lo que están queriendo hacer ver, más que amigos, eran enemigos.


Este vecino siempre ha opinado que algunas veces “la madre del cordero”, o la clave, suele residir en los detalles, y ayer hubo uno que, además en un primer momento, me transportó a muchos años atrás, más o menos treinta y cinco.
Me explico.


Desde ayer, y especialmente por internet, en las redes sociales, mucha gente está hablando de las gafas que ayer lució el Señor Urdangarín, de color amarillo concretamente, y que para muchos contrastará y mucho con su imagen, para algunos quizás a favor, y para muchos, al parecer, en contra. Y fue este complemento o accesorio, como se consideran actualmente, las gafas, las que me hicieron viajar a un Londres de final de los setenta, comienzos de los ochenta.


Este vecino estudiaba en una academia, y la propietaria del lugar, que además estaba siempre atendiendonos directamente en la oficina, se caracterizaba por ir maquillada, como se decía vulgarmente, como una puerta. Un día, alguien nos comentó el por qué de aquel maquillaje cuando menos estridente. Confesado por ella misma a la fuente que directamente nos lo dijo, era porque tenía un ojo más grande que otro, y mediante el maquillaje intentaba provocar  que la atención de los que la miraban, o contactaban, fuera hacia otro lugar. De ser así su deseo, la verdad es que lo conseguía certeramente.


Y tras darle muchas vueltas, y teniendo en cuenta que la declaración de Don Iñaki Urdangarín, sobre el caso Nóos, que comenzó ayer y que continuará la próxima semana, ha tenido que ser preparada al detalle, es posible que se haya contemplado hasta la estrategia de las gafas. No desde un punto de vista judicial estrictamente, que se supone que los encargados de ello (jueces, abogados de las diferentes partes...) llevan ya muchos años, y estarán volcados en lo suyo, sino de cara a la galería, como cortina de humo. 


Según la opinión de este vecino del mundo, se intentó que la atención  del público en general se pudiera dirigir más hacia unas gafas de un amarillo, y gusto, cuando menos cuestionable, que a todo lo que al parecer ignoraba, o había olvidado, quizás demasiado, de aquellos asuntos, e incluso que en Nóos no había interés crematístico, que ya es mucho decir, porque de ahí a una O.N.G. hay poca diferencia...


Ya se sabe que en un juicio todo vale, y cuando se intenta hacer un truco de magia, no se pregona que se va a hacer, se saca la paloma o el conejo directamente ante el asombro del respetable. Ayer, fueron las gafas.


*FOTO: DE LA RED


jueves, 5 de septiembre de 2013

URDANGARÍN, EL COLA-CAO, Y LA MARIPOSA

Recuerdo que mi madre siempre ha dicho que el “trabajo” de un niño es jugar. Por esa regla de tres, y ya es cosecha de este vecino del mundo, un joven normalmente tiende a ser, y para que nos entendamos, de izquierdas, queriendo dar la vuelta al mundo, literalmente y en el planteamiento de la sociedad actual, como si fuera un colador de esos antiguos para el café. Sin embargo, a medida que uno va adquiriendo algo de propiedad va tendiendo más a la derecha, a señorito/a de su cortijo.
Por otra parte, con respecto al corazón, se pasa de aquel amor platónico, y del contigo pan y cebolla, al hoy nos queremos tu y yo, pero mañana Dios, o el que sea, dirá.
A medida que uno va peinando canas, e incluso va dejando de peinarse porque no hay nada que peinar, va ampliando su diálogo consigo mismo delante del espejo cada mañana, y lo que hace años le parecía un anatema ahora ya no lo es tanto.
Cada persona tiene sus alarmas, y estas van sonando cada vez que hace algo que no está bien con su planteamiento vital. Sin embargo, poco a poco se van trucando esos límites, con todo tipo de excusas, como si el vecino lo hace por qué yo no, o si al final me voy a arrepentir por no haberlo hecho.
Todo esto viene a una encrucijada vital por la que estoy atravesando...
En mi casa, en la de mi madre, se ha tomado siempre cacao para desayunar, es decir, el Cola-Cao de toda la vida, aquel que como decía la celebre canción del negrito, es un desayuno y merienda ideal. Pues desde hace un tiempo, en mi casa, en la de la Nuri, con los aires nuevos de los miembros más jóvenes de la familia, han entrado también ideas nuevas, y con ellas el caos en forma de desayuno con Nesquik. Este vecino no tiene nada contra esa marca, pero se ha perdido ese gusto a pegada del boxeador y sprint del ciclista de la canción del Cola-Cao. Ésta es una bebida del pueblo, del albañil que se cuida, y la otra ya es más del señorito después de un día de pecado.
Además, no nos engañemos, Nesquik tiene acento suizo, y personalmente Suiza me recuerda a Urdangarin y compañía, y como que a este vecino se le revuelve el estómago y se le dispara la tensión, aunque es curioso que esa familia también tenga todos los boletos para que sean clientes del Cola-Cao por aquello de que parece que, presuntamente al menos, les gusta chupar del bote. Será el denominado “efecto mariposa”, ese que dice que el aleteo de una mariposa puede provocar un tsunami al otro lado del mundo. En la picaresca española sería algo así como si meten muchas personas la mano en caja ajena para llevárselo crudo, al final solo quedará la caja y el paisano de turno que pasaba por allí, y al que se le culpará por haber vivido alegremente en compañía de los suyos.
Por todo lo anterior, no voy a dejar de tomar Cola-Cao por la simple y comprensible razón de que no me da la gana, y por el mismo motivo que aunque no es políticamente correcto lanzar un eructo, lo bien que te quedas después es indescriptible, y porque sencillamente este vecino es así porque le sale, vamos, como el eructo.

*FOTO: DE LA RED