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viernes, 14 de noviembre de 2014

LOS GUARDIANES DE NEVERLAND

Hoy me he levantado contento. ¡Tranquilos! No voy a hablar de sexo. Me he levantado contento porque acabo de comprobar que lo que uno piensa coincide, al menos, con otra persona, esta famosa, y que tiene una buena reputación en cuestión de ideas, y actos, que en el fondo son los más importantes.
He leído esta mañana unas declaraciones de Don Karlos Arguiñano, cocinero de pro y hombre cabal mil por cien, ya que detrás de ese humor socarrón hay una filosofía de vida nada desdeñable. Ni está a favor de tanta proliferación de concursos culinarios, ya que considera que cocinar es como hacer el amor, con tranquilidad y reposo, y no  carreras de motos, ni le gusta que los niños aparezcan en concursos en la tele.
Según  Arguiñano “Los niños tienen que estar jugando en el parque. Si ese chaval fuera hijo mío, no le  presentaría en un programa, iría a clases de flauta, a jugar al fútbol, a pelota y a la piscina». 
Desde que han proliferado, porque eso es lo que ha ocurrido, programas concurso con niños dentro, como una decisión personal me he negado totalmente a verlos. No solo los de cocina, naturalmente, sino también esos concursos musicales. Tras el talento se esconde soterradamente, al menos para este vecino del mundo, la explotación comercial. Y aunque el niño, o niña, que ahora es políticamente correcto, puntualizar por todo, cante o cocine como si fuera un juego, en cierta manera ya el ámbito en el que lo hace (en este caso en televisión) es un trabajo, como mínimo de varias semanas. Y los niños no tienen que tener ese tipo de obligaciones.
De hecho, uno de los programas que a este vecino más le gustan, “Tu cara me suena” este año se ha convertido en versión niños, y desde el principio se ha negado a verlo.
La mejor manera de comprender los ejemplos es llevarlos a su máxima potencia. Todos nos acordamos de casos como el de Marisol, y Joselito, y sus declaraciones cuando ya eran adultos. Detrás del espectáculo, están las bambalinas, los entresijos,  y allí no todo es oropel. Y para máxima potencia en el ejemplo, la vida de Michael Jackson, a él y a sus hermanos, les gustaba cantar, pero el negocio que se montó a su alrededor, les convirtió en auténticos esclavos, en los que el presunto vigilante era su padre.
Está demostrado que una persona para desarrollarse auténticamente, tiene que ir, durante toda su vida, cumpliendo todo tipo de etapas, y una es la de jugar. 
¿Nadie se ha preguntado nunca la razón de la casa, “Neverland”, de Michael Jackson? Una especie de parque de atracciones dentro de su propia casa…
Cada fase tiene su tiempo. Y como diría una gran y desconocida filósofa, como es la madre del vecino del mundo, “el trabajo de los niños es jugar”.
Bien pensado, además, “Neverland” (“El país de Nunca Jamás") es una isla ficticia en la novela fantástica de J. M. Barrie, "Peter Pan", en la que los niños no crecen, sólo existe la diversión y la felicidad. Y nosotros nos tenemos que encargar de ello. Somos los guardianes de Neverland, ante cualquier enemigo del niño, aunque se disfrace de concurso, y corramos el peligro de que en nuestras pupilas aparezca el signo del dolar, o del euro.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 22 de julio de 2013

UN VAMPIRO DESPISTADO EN TORREVIEJA

¡Cómo pasa el tiempo! Parece que fue ayer cuando estábamos haciendo nuestros propósitos para el nuevo año, y el tiempo de vacaciones veraniegas ya está aquí.
Esta noche, sobre las diez, este vecino del mundo se monta en un autobús que le llevará, tras un viaje de unas nueve horas, a Torrevieja. Una especie de “road-movie” a la española. La familia, me seguirá una semana después.
Se supone que será una buena noche para trasladarse. Luna llena, y no es fin de semana, fecha en que se supone que la gente se vuelve loca viajando. De hecho, el autobús lo cogí hace pocas fechas por internet, y era el día que menos viajeros tenía.
Este vecino lleva ya más de trece años convirtiéndose en torrevejense en verano. Es curioso, porque anteriormente, Torrevieja solo me sonaba a paraíso de las habaneras, y objeto deseado de concurso televisivo pergeñado por el Señor Narciso Ibañez Serrador. Pero una serie de circunstancias, como que mi hermana se trasladara a vivir a esta zona, hizo que me fijara en una de las “Mecas” del turismo español.
Lo que tiene Torrevieja es que aunque miles de personas coincidan en la misma zona durante varios meses, el lugar, al ser tan grande, no se hace agobiante, porque si este vecino algo odia es el tener que pedir permiso para andar.
Bien es cierto, que desde que este vecino tuvo algún problema en la piel, motivado por anteriores exposiciones al sol, ahora evita las horas punta en la playa, y las únicas exposiciones que intenta hacer es la de sus cuadros. Y como duerme poco, se baña en la playa sobre las nueve de la mañana, mientras un grupo de jubilados realiza ordenadamente su tabla de ejercicios diaria. Luego, al atardecer, sobre las ocho, otro baño me recuerda que estoy de vacaciones. Y es que alguien dijo alguna vez, y estoy totalmente de acuerdo, que lo bueno que tiene el sol es la sombra, y el resto del tiempo, como vampiro despistado por las costas españolas, evito los rayos del sol. Eso sí, conozco Torrevieja la nuit al dedillo.
Que no se malinterpreten mis palabras. Por la noche no me convierto en el rey de los tugurios, sino en el de los paseos. Y si algo tiene Torrevieja es lugares para pasear acompañado del rumor del mar.
Este año tengo antojo de un paseo sobre las cuatro de la madrugada por una especie de brazo de mar que construyeron en su momento, principalmente de madera, y que acaba en un faro, en el mismo puerto, y que hace adentrarte en el mar, un kilómetro más o menos.
Que no se entienda todo lo anterior, como un panfleto publicitario, dedicado a atraer nuevos turistas a la zona, porque no era la intención de este vecino del mundo, ya que para la mayoría de la gente que conoce ese paraíso, en un gesto de egoísmo, cuanta menos gente descubra esa zona, sinceramente, mejor.
De todas maneras, por ahora al menos, abunda más el turismo familiar, y no el de jóvenes extranjeros en busca de su ración de alcohol y juerga nocturna. Para eso, se promocionan otros lugares.
Lo dicho, mañana, si todo va bien, os hablaré con rumor de habaneras, que por cierto, hoy mismo comienza su concurso internacional.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 17 de julio de 2013

LUCÍA, CURIOSIDAD, PROZAC Y DEUDAS

Desde que se empezó a acuñar la frase “con la que está cayendo”, la mayoría de la gente se ha ido colocando una especie de coraza anti-sorpresas, y todo lo que está ocurriendo a partir de ese momento, y como consecuencia, claro está, de la crisis lo vamos intentando asimilar sin sobresaltos.
Ayer a la noche, sin embargo, este vecino del mundo se vio realmente sorprendido, y conmovido, al comprobar que toda una ganadora del Planeta, y prototipo de persona culta, y que no se prodiga en los medios, como es Lucía Etxebarría, apareciera como concursante en un reality veraniego de la cadena alegre.
Cuando parecía un programa más, repleto de friquis, la mayoría de ellos ya reconocidos en otros programas de la misma cadena, y no precisamente por su alto coeficiente intelectual, apareció la última concursante, y que ya se había anunciado previamente que provenía del medio de la cultura y que nadie se lo iba a esperar.
La verdad es que la cadena alegre sin proponérselo batió todas las espectativas. Una Lucía Etxebarría totalmente desubicada apareció con sus dos perros, y la mayoría de sus compañeros no la reconoció, como era de esperar por otra parte.
Lo curioso del caso creado ayer es que en realidad, sin proponérselo el programa mismo, se dio una vuelta a la tortilla, y al final la realmente friqui era la última concursante, y sus compañeros la miraban con ojos de turista japonés en medio de un “tablao flamenco”.
Realmente lo triste de esta situación es el por qué esta escritora tomó la decisión de aparecer en este reality, y que lo aclaró a las primeras de cambio y sin dolerle prendas. -Tengo una deuda con Hacienda, y es la única manera que he encontrado para poder pagar esa cantidad de dinero. No aspiro a ganar, con tres semanas me conformo -.
Siempre se ha dicho que escribir, en este país, equivale a morirse de hambre, y tristemente ahora, es más rentable además, hacerlo ante los ojos de los telespectadores.
De todas maneras, y teniendo en cuenta que a este vecino siempre le gusta mezclar unas gotas de humor y de ironía, quizás los productores de este concurso deberían de dar otra vuelta de tuerca al concurso y convertir “el campamento de verano en “cursos de verano”, dados por la citada escritora-concursante, y que seguro que a todos sus compañeros les iba a venir de perlas.
Lucía, como sueles demostrar en todas tus declaraciones, has sido muy valiente una vez más, y solo por ello mereces un respeto y comprensión. ¡Que tengas mucha suerte, y que te hagan poco daño!

*FOTO: DE LA RED