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domingo, 17 de mayo de 2020

NO TE VAS A MOVER ("SERIE-GRAFIADA")



Quien más quien menos está realizando sus tareas de confinado, por muy VIP que se pueda considerar a sí mismo, de la mejor manera posible.

Mi "auto-tarea" ha sido el meterme entre pecho y espalda, y realmente no ha sido dificultoso, en menos de veinticuatro horas,  los seis capítulos de  la serie de “La unidad”, un thriller policiaco, de la gallega Vaca Films,  que aparecieron liberados en su conjunto ayer mismo. Creo que ya hablo, como consecuencia de la inmersión lingüística, en castellano con acento magrebí.

Desde el primer fotograma notas que si de algo han andado mal rodando esta serie, precisamente no habrá sido de dinero, y es muy posible que en ésto haya tenido algo que ver Movistar, la plataforma desde la que se presenta.

No nos vamos a andar con tapujos. Ya por definición toda historia con temática yihadista por de pronto se hace de difícil digestión. Pero quizás la dirección de Dani de la Torre ("El desconocido" y “La sombra de la ley”), como el guionista italiano Alberto Marini hayan sabido dotarle a cada capitulo de suficiente dosis de realismo y entretenimiento al mismo tiempo. Un consejo: no se te ocurra dejar a hacer algo vital en cada uno de los cincuenta minutos de cada capítulo, porque no te vas a mover.

Si alguien dudaba del elenco de actores españoles, Nathalie Poza, como jefa del grupo, y sufridora de su viacrucis particular, está de matrícula y cum laude, con un desconocido para este vecino del mundo hasta ahora al menos, Michel Noher, dándole a todo el batiburrillo de razas y acentos, su toque argentino. Marian Álvarez que desde su época de “Hospital Central” ya tiene al menos acumulado una Concha de plata por su papel en “La herida” y una reputación como gran actriz que sólo ha podido ir hacia arriba.

Junto con unos ajustados  y eficaces Raúl Fernández de Pablo, y Carlos Blanco, y un Fele Martínez gustándose a sí mismo y a sus fans, no queremos dejar de mencionar a Luis Zahera, más que notable siempre en lo que haga, y que aquí se permite el lujo, y porque se lo habrán concedido, naturalmente, de desgranar en su actuación un toque de humor gallego, como no pudiera ser de otra manera.

A destacar un ataque yihadista, del que no diremos en qué capítulo ocurre, y que ha sido solventado con un original y más que notable recurso y que al menos a este vecino dejó con la boca abierta y la sangre de orchata.

¿Algo reprochable? Quizás se echa de menos un poco más de los problemas familiares de los integrantes de "La unidad", aunque me imagino que eso será para gustos.

*FOTO: DE LA RED

martes, 28 de abril de 2020

CONFINADOS A SU PRESENTE



Seguro que, como en todo, al final habrá confinados de primera y de segunda. Ya se está viendo, confinados que trabajan en la tele y que, en teoría, vuelven a casa, a la suya, pero va cambiando la amante del momento. Como para mear y no echar ni gota. 

Bastantes problemas se pueden tener con una relación oficial como para que en tiempos de coronavirus nos la juguemos, además en varios sentidos, en vertical y en horizontal.
Que por cierto, visto lo visto este fin de semana en el Canal Alegre, del Deluxe, ahora parece que si quieres encontrar trabajo, y tienes un novio con posibles, influencias, de derechas de toda la vida, te vas a tener que poner mirando a Murcia, que puede ser como el nuevo El Dorado, o “El timo de la estampita 3.0.” vaya usted a saber.

He de confesar, que este fin de semana opté por no llorar por cifras oficiales que te matan el alma, y me recluí en un mundo guionizado, como el mundo real, que se estaba escribiendo en cada momento, pero bajo la etiqueta “Sálvame Deluxe”. Y me reí como lo que debo de ser, un loco. Por "figuras" que se creen listos y que tienen la salvación ganada porque allí, en el más allá, ya creen conocer a alguien, que como siempre, intentara hacerles un apaño.

Partiendo de la premisa de que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, qué bien te lo puedes pasar. Y además, ya concienciado, no pasas ni vergüenza ajena, porque sabes que los sujetos activos en unos momentos, y pasivos en otros, tampoco conocen la vergüenza, ni quieren saber de ella.

De todas maneras, en una sociedad que se supone que ha cambiado tanto, y ya se habla más en femenino que en masculino, al final, en cuestión de cuernos, se sigue el manual. Las mujeres se despellejan entre ellas,  aunque empiecen su discurso con “es la última vez que hablo del tema, y además no tengo nada en contra de ella”, y el presunto macho, ni está ni se le espera.

*FOTO: DE LA RED


domingo, 19 de abril de 2020

UN PALO CONFINADO...



Llevo varios días en los que no me asomo a esta ventana, más que nada, para no mostrar las miserias de este vecino del mundo, que pese a que se ha disminuido grandemente su dosis de noticias diarias y hace tiempo que quitó de su vista todo objeto cortante, mejor que no le contéis un chiste porque seguro que se echa a llorar.

Ya solo me queda de reducto de felicidad la hora que veo de lunes a viernes “Amar es para siempre”, en Antena 3, y ahora cada vez que veo un capítulo nuevo, debo de tener la misma sensación que un desactivador de explosivos, temiendo, siempre temiendo, que pueda ser el último. Porque aunque suelen grabarlo con bastante antelación está claro que todavía no habrán terminado la grabación de esta temporada, y en cualquier momento vamos a dejar a los personajes de la Plaza de los frutoscerrados hasta nueva orden”.

Más de una vez en esta confinación a este vecino le viene a la mente el anuncio del palo, y del niño dando voces de admiración al descubrirlo.

Como ahora no hay futbol y no podemos dar rienda suelta al entrenador que todos llevamos dentro, ahora nos hemos convertido en técnicos de coronavirus y sabemos la receta para que todo vuelva a la normalidad, y además, ¡qué casualidad!, nuestra familia primero.

Todo esto de la pandemia nos ha venido bien, y que se me entienda, por favor, para gritar al unísono: ¡Virgencita, que me quede como estoy! 

Porque esta vida, bueno, la anterior, hasta primeros de marzo, era una caca, pero era nuestra caca, porque podíamos hasta besarnos, abrazarnos. La mayoría de las veces no lo hacíamos, pero podíamos. Intentábamos que fueran otros los que sacaran a nuestros hijos, a ser posible los abuelos, porque así todo quedaba en casa, especialmente nuestro dinero.

Lo dicho, quizás hoy tampoco debería de haber abierto esta ventana, pero ya está hecho. Por cierto, si hay alguno de esos policías de balcón, que están tan de moda ahora, y que vigilan la moral de la tropa, pero siempre a su manera, ya sabe dónde estoy, y especialmente a qué dedico el tiempo libre…, bueno, libre no sino confinado.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 16 de marzo de 2020

CONFINADOS PERO FELICES



Estoy convencido que el sistema de internet, o como quiera que se diga en pretencioso, peta en cualquier momento.

No puede ser que todo el que no tenga que ir a trabajar, e incluso trabajando, esté conectado a la red de redes, y ésta no sufra sobrecarga, por lo menos de chorradas, porque no nos va a dar a todos, de un momento a otro, para elucubrar como si fuéramos un personaje de Shakespeare en busca de honra, o de país, o de ambas cosas.

Por de pronto yo ya he comprado por la red, para entrar en situación de la época que estamos atravesando, un disfraz de preso, de esos de los de toda la vida, con rayas blancas y negras. No he pedido la bola, no, aunque me la podían mandar también, con cadenas y grilletes, todo incluido, porque, la verdad, la veía muy pequeña para todo un coronavirus.

Siempre lo he dicho, se puede creer en cualquier cosa, por ejemplo en Star Wars, o para los de mi "degeneración", en “La guerra de las galaxias”, siempre que se cuiden los detalles, y a mi la bolita de preso no me parecía nada seria. Incluso, bien pensado, ya de preso me puedo unir a un pedazo de papel, a una factura, o a una hipoteca, que eso sí que une de por vida, a la tuya y a la de tus hijos.

Se nos ha dicho que tenemos que estar así, confinados en nuestras casas, un mínimo de dos semanas, pero este vecino del mundo está convencido que en dos semanas no se le da la vuelta a esto. Comenzamos por las noches aplaudiendo al sistema de salud, pero no se sabe cómo acabaremos, incluso intentando prender fuego a nuestra sombra...

Nos va a venir la primavera y con ella los deseos de todo, encerrados y más secos que la mojama. Pero eso sí, ya puestos, confinados pero felices. Mojama de atún con almendras, que alguna almendrita ya he visto yo por aquí. 

Como ya he dicho antes, cuidando siempre los detalles…

*FOTO: DE LA RED