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domingo, 19 de abril de 2020

UN PALO CONFINADO...



Llevo varios días en los que no me asomo a esta ventana, más que nada, para no mostrar las miserias de este vecino del mundo, que pese a que se ha disminuido grandemente su dosis de noticias diarias y hace tiempo que quitó de su vista todo objeto cortante, mejor que no le contéis un chiste porque seguro que se echa a llorar.

Ya solo me queda de reducto de felicidad la hora que veo de lunes a viernes “Amar es para siempre”, en Antena 3, y ahora cada vez que veo un capítulo nuevo, debo de tener la misma sensación que un desactivador de explosivos, temiendo, siempre temiendo, que pueda ser el último. Porque aunque suelen grabarlo con bastante antelación está claro que todavía no habrán terminado la grabación de esta temporada, y en cualquier momento vamos a dejar a los personajes de la Plaza de los frutoscerrados hasta nueva orden”.

Más de una vez en esta confinación a este vecino le viene a la mente el anuncio del palo, y del niño dando voces de admiración al descubrirlo.

Como ahora no hay futbol y no podemos dar rienda suelta al entrenador que todos llevamos dentro, ahora nos hemos convertido en técnicos de coronavirus y sabemos la receta para que todo vuelva a la normalidad, y además, ¡qué casualidad!, nuestra familia primero.

Todo esto de la pandemia nos ha venido bien, y que se me entienda, por favor, para gritar al unísono: ¡Virgencita, que me quede como estoy! 

Porque esta vida, bueno, la anterior, hasta primeros de marzo, era una caca, pero era nuestra caca, porque podíamos hasta besarnos, abrazarnos. La mayoría de las veces no lo hacíamos, pero podíamos. Intentábamos que fueran otros los que sacaran a nuestros hijos, a ser posible los abuelos, porque así todo quedaba en casa, especialmente nuestro dinero.

Lo dicho, quizás hoy tampoco debería de haber abierto esta ventana, pero ya está hecho. Por cierto, si hay alguno de esos policías de balcón, que están tan de moda ahora, y que vigilan la moral de la tropa, pero siempre a su manera, ya sabe dónde estoy, y especialmente a qué dedico el tiempo libre…, bueno, libre no sino confinado.

*FOTO: DE LA RED


domingo, 10 de junio de 2018

UNA PAREJA IMPAR...



Estaba ayer por la tarde martirizando al televisor con la tecla para cambiar los canales cuando no sabía que zapear me iba a salir tan caro, y es que todavía me estoy levantando del shock producido por la vista de un grupo de mujeres, en Bilbao, que en un primer momento y dado el cariz que tenía la ceremonia y el vestuario, pensé que era un múltiple matrimonio de lesbianas. Pero no, era un craso error.

No hay día en que la vida no deje de sorprenderme. Y ayer aprendí que hay gente que se lleva también con su propia persona, que hasta llegan a la conclusión de que se quieren casar, quizás como manera de reafirmarse, y lo mejor, o lo peor, es que lo hacen. No sé si harán pedida, e incluso si se pueden quejar porque no les guste el anillo.

Este vecino del mundo, en algún raro momento de ínfulas hinchadas quizás ha pensado en un intento de auto-besarse en el trasero, pero ni siquiera ha pasado a mayores. Por lo que en el comentario hay, y lo reafirmo, un cierto punto de admiración. Aunque reconozco también, que el mero acto de casarse con ellas mismas, es, en cierta manera, ofrecer su yugular en bandeja a sus detractores, que normalmente se suelen atrincherar disfrazados de amistades.

La verdad es que el perfil, al menos de las mujeres que estaban en la foto de la ceremonia, era de una cierta edad. Quizás, sea lo lógico, dado que las más jóvenes todavía estarán en la edad de “selfiarse”, mientras ponen morritos y con la mano que les queda libre no sé si piden dos tragos (el otro para su ego) o hacen el signo de la victoria.

Hace mucho tiempo que, en esta sociedad en el que todos se fijan en todos para criticar o dictar la manera de vivir según ellos, llegué a la conclusión de que la gente, o tiene mucho tiempo libre, o está muy aburrida.

Ignoro si se darán casos de hombres que también quieran casarse consigo mismos, aunque asumo que sí, a pesar de que tanto hombres como mujeres, o incluso viceversa, se sigan viendo, por programas especialmente de Telecinco, muy orgullosos de haberse conocido. Pero, seguro, que esos, y esas, son de otro perfil a las vistas en la ceremonia que se celebró en Bilbao.

Por cierto, si los protagonistas hubieran sido hombres, seguro que no nos hubiera dolido prendas en reconocer al menos un punto onanista...

El único problema que pueda tener a partir de ahora, al conocer esta nueva opción, es que al ver a una mujer sin alianza pueda dudar entre si es soltera o ...se quiere muchísimo.

*FOTO: DE LA RED