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viernes, 20 de marzo de 2020

LA SECUELA DE LA SECUELA



Estoy convencido, y lo he comentado hoy en casa, que no nos vamos a ir de rositas de ésto, y que va a haber un antes y un después. Y es que no se puede poner nuestras vidas patas arriba y que quede todo en un “pues ya no me acuerdo”.

Quizás nos habíamos convertido todos en bastante egoístas.  Todavía ayer, día del padre, han sido muchas las familias, en Bilbao, por citar un ejemplo, que han intentado poner rumbo a su segunda residencia, pasando de todo lo que se ha dicho (más que recomendaciones), para no poner en juego nuestras vidas, propias y ajenas.

Este vecino del mundo está convencido que tendremos para unos cuarenta días de reclusión, y en claro homenaje a Sabina, y sus 500 noches. Y es que la soledad, y más por la noche, cunde mucho.  

Psicológicamente no nos va a reconocer ni el padre que nos proyectó, la madre siempre es otro tema.

Los mismos políticos ya no saben ni qué senda seguir, porque en los manuales de sus partidos, si buscas “coronavirus” no aparece nada.
Los separatistas catalanes que siempre juegan a tener todas las respuestas precocinadas, tampoco saben qué hacer, salvo protestar por todo, aunque eso signifique decir lo contrario de hace cinco minutos.
Y es que nos habíamos instalado en la secuela de la secuela, y como diría un gracioso, ahora no cuela.

Con el agravante de que,  tal como estamos, no te puedes escudar en la soledad de tu casa. Porque, aunque seas un mindundi anónimo, te piden que des tu opinión para una emisora cualquiera en directo y por Skype. Y como no tienes claro qué decir sobre la soledad de tu aburrimiento, solo estas preocupado por qué lugar de la casa enseñar. Los cuarenta metros de tu hogar, bien colocados, pueden dar para mucho, al menos desde el punto de vista de tus conocidos, para ponerte a parir.

Cada día tengo más claro, que si hay un después del coronavirus, a muy pocos les puede importar.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 10 de junio de 2018

UNA PAREJA IMPAR...



Estaba ayer por la tarde martirizando al televisor con la tecla para cambiar los canales cuando no sabía que zapear me iba a salir tan caro, y es que todavía me estoy levantando del shock producido por la vista de un grupo de mujeres, en Bilbao, que en un primer momento y dado el cariz que tenía la ceremonia y el vestuario, pensé que era un múltiple matrimonio de lesbianas. Pero no, era un craso error.

No hay día en que la vida no deje de sorprenderme. Y ayer aprendí que hay gente que se lleva también con su propia persona, que hasta llegan a la conclusión de que se quieren casar, quizás como manera de reafirmarse, y lo mejor, o lo peor, es que lo hacen. No sé si harán pedida, e incluso si se pueden quejar porque no les guste el anillo.

Este vecino del mundo, en algún raro momento de ínfulas hinchadas quizás ha pensado en un intento de auto-besarse en el trasero, pero ni siquiera ha pasado a mayores. Por lo que en el comentario hay, y lo reafirmo, un cierto punto de admiración. Aunque reconozco también, que el mero acto de casarse con ellas mismas, es, en cierta manera, ofrecer su yugular en bandeja a sus detractores, que normalmente se suelen atrincherar disfrazados de amistades.

La verdad es que el perfil, al menos de las mujeres que estaban en la foto de la ceremonia, era de una cierta edad. Quizás, sea lo lógico, dado que las más jóvenes todavía estarán en la edad de “selfiarse”, mientras ponen morritos y con la mano que les queda libre no sé si piden dos tragos (el otro para su ego) o hacen el signo de la victoria.

Hace mucho tiempo que, en esta sociedad en el que todos se fijan en todos para criticar o dictar la manera de vivir según ellos, llegué a la conclusión de que la gente, o tiene mucho tiempo libre, o está muy aburrida.

Ignoro si se darán casos de hombres que también quieran casarse consigo mismos, aunque asumo que sí, a pesar de que tanto hombres como mujeres, o incluso viceversa, se sigan viendo, por programas especialmente de Telecinco, muy orgullosos de haberse conocido. Pero, seguro, que esos, y esas, son de otro perfil a las vistas en la ceremonia que se celebró en Bilbao.

Por cierto, si los protagonistas hubieran sido hombres, seguro que no nos hubiera dolido prendas en reconocer al menos un punto onanista...

El único problema que pueda tener a partir de ahora, al conocer esta nueva opción, es que al ver a una mujer sin alianza pueda dudar entre si es soltera o ...se quiere muchísimo.

*FOTO: DE LA RED


sábado, 11 de febrero de 2017

GRAGEAS DE YOUTUBE PARA DULCIFICAR EL ÁNIMO


En general la mayoría de las “cosas” no son ni buenas ni malas, sino depende de la manera en que se aplican.

Mucho se habla, como dirían algunos, del “internete” y de la cantidad de problemas que ha podido traer. Pero, por otro lado, no se habla de las familias que permanecen unidas, pese a la distancia, con aplicaciones como “Skype”.

A medida que vamos viviendo, vamos aprendiendo a sobrevivir, e incluso nos convertimos en auto-psicólogos. Por eso, en momentos que los pijos denominarían “down” este vecino del mundo se aplica “medicinas youtuber”.  Odio los anglicismos, aunque este vecino se defienda en inglés (y, no, con el inglés), porque en castellano se puede expresar todo. Otro asunto es que tardes más tiempo en explicarte, pero lo mismo que esperamos para que nos sirvan una caña bien tirada, podemos esperar  dos segundos más para recibir la información completa en el idioma de Cervantes, y no en el de Shakespeare, que siempre será la competencia.

En momentos como el de hoy, con dos congresos políticos (a la izquierda y a la derecha), y con un bagaje de información y de experiencias en el que uno está más allá del gorro, este vecino se toma unas grageas (hace mucho que no utilizaba esta palabra, que me imagino ya estará en decadencia, pero que denota, en mi caso al usarla, un cierto grado de nostalgia) de Youtube (siento no poder traducirlo en castellano, pero es el nombre de una aplicación, ya perdonarán los que me estaban esperando desde el párrafo anterior).

Este vecino del mundo es un amante de la música, y siempre se ha imaginado que un mundo en el que todos bailaran, como en los grandes musicales del teatro y del cine, siempre será mejor; y además, este vecino del mundo, sabría bailar (una de sus mayores frustraciones), porque en los musicales todos bailan, y si no saben, aprenden en dos o tres compases.

Aunque muchas veces utilizo/consumo actuaciones de programas como “Got talent”, en el que a modo de "balcón de la esperanza", personas anónimas te pueden llegar a sorprender con enorme talento, en días como el de hoy me decanto por ver “Flash mob” (acto organizado por un grupo de personas que se reúne de repente en un lugar público, se supone que previamente han quedado bien por móvil o internet, y realiza algo inusual, normalmente tocar un instrumento, o bailar, y al finalizar se dispersa rápidamente). Algo así como lo que realiza un “grafitero”, pero escrito musicalmente y bailado, en lugar de en una pared, en un espacio público.

Aunque los dos ejemplos que voy a poner hoy llevan mucho tiempo en la red, y más de uno de mis lectores, los habrá degustado ya) creo que se merecen un reconocimiento, porque se nota que ambos han necesitado de mucho tiempo de preparación para que tras unos pocos minutos se los lleve el silencio del tiempo.

El primero tiene lugar en Bilbao, y lo realiza un padre con un hijo con una enfermedad neurodegenerativa, para obtener fondos para su fundación (https://www.youtube.com/watch?v=utyhx5pn4b8),  y el segundo “un gran musical” en la estación de tren de Amberes (https://www.youtube.com/watch?v=bQLCZOG202k).


La administración de este tipo de medicina vendría bien a la mayoría de nosotros, sin aparentes contraindicaciones, a no ser que alguien aprecie como “nocivo”, el dulcificar un poco sus ánimos, por temor, quizás, a que “su enemigo” sea ciego o sordo, y le traiga al pairo todo lo dicho anteriormente.


*VIDEOS: DE LA RED

sábado, 26 de diciembre de 2015

EL BELÉN ACTUAL, NI DE CORCHO, NI DE BARRO


Quizás lo que más me gusta del día de Navidad es el paseo que me doy por la gran ciudad, en este caso Bilbao, y que la gente, todos en general con los que me cruzo, si hablan, en contadas ocasiones, lo hacen bajito. Nunca he sabido si es para que no les oigan los damnificados por los excesos nocturnos, o porque les duele la cabeza a ellos también.


Este año, la mañana de Navidad, he tenido la sensación de que hemos sido arrollados por el espíritu navideño. Incluso me pareció, esa mañana del fun, fun, fun, más que nunca, que eran los perros quienes sacaban a sus amos a pasear, para que tomaran un poco el aire y se les fuera esa melopea mezcla de alcoholes varios y borrachera de abrazos y buenos sentimientos hasta con la gente que no conocen.

La verdad es que este vecino del mundo ya se quedó noqueado en “Nochebuena”  con el discurso del Rey, en el momento que dijo que nos hablaba desde El Palacio Real, que era de todos los españoles.

Sinceramente, pensaba que no era así, que no era mío, cuando el año pasado, visitando Madrid, en plena Semana Santa vi una cola inmensa de gente, pasando por taquilla, y que tras ver los precios, y como íbamos tres, tuvimos que elegir entre alimentarnos física o culturalmente. 


Por otra parte, de la gente que visita todos los días tanto el Palacio Real , como los otros bienes culturales,  todavía no he recibido, no hemos recibido, parte del botín, aunque seguro que si pregunto me dirán eso de lo comido por lo servido, lo que se gana, por lo que cuesta el mantenimiento del pasado. Esa fue una de las razones por las que decidimos irnos a comer, porque si no nos buscamos la vida nosotros…


Desde hace unos años, desde la crisis concretamente, las Navidades me parecen en blanco y negro, remedando a aquellas películas españolas de principios de los sesenta, con un Casto Sendra (Cassen), José Isbert y José Luis López Vázquez, entre otros, buscándose la vida y, algunas veces, la muerte.  


Al atardecer del veinticuatro, me pareció  oír clarísimamente a alguien gritando: Chencho, Chencho… Sé que es muy probable que los lectores de menos de cincuenta años no me entiendan ésto, y deban de ver “La gran familia”. Quizás vean reflejado, en cierta manera, versión 3.0., eso sí, lo que está ocurriendo otra vez.  Y es que de vez en cuando no hay que hacer oídos sordos al pasado, y ver de dónde venimos y hacia dónde, desgraciadamente, parecemos ir.


La estampa de la Señora Carmena, Alcaldesa de Madrid, sin olvidar por supuesto al Padre Ángel, y no es hablar mal de ellos, sino al contrario, nos remite a un pasado del “siente un pobre a su mesa” verdaderamente estremecedor.  Y mientras, los partidos políticos, todos los partidos, discutiendo si son galgos o podencos, y en lugar de enseñar a pescar, entre otros a los que estaban en la cena celebrada en el ayuntamiento madrileño, intentando conseguir la caña más grande y lujosa, para que se note quién manda de verdad.


Este año, me imagino que lo habréis notado, no he felicitado las fiestas a nadie, no nos lo merecemos mientras hay un montón de desgracias, incluyendo esos que ya han quedado marcados como “refugiados”, y en realidad no están al refugio de nada, sino a plena intemperie. Quizás, este año el tiempo invernal sea más permisivo que nosotros, que nuestros corazones, y se avergüence de tener que “atacar” a un grupo que no importa a nadie, muy al contrario, molesta y mucho.


Os voy a pedir realizar una pequeña prueba, acercaros a ese pequeño, o gran belén que habéis montado por vuestros pequeños preferentemente, mirad al niño, tan bonito, tan limpio y reluciente. Ahora, sustituirlo por cualquiera de los niños vistos en esas fotos de “pequeños refugiados”. Pues eso. No tenemos vergüenza. ¿Que la culpa no es nuestra, es de los que mandan? Seguramente, pero les seguimos apoyando con nuestros votos, a todos.


Desear “Feliz Navidad” es ocultar todo tipo de problemas, y calmar nuestra conciencia. Y ya no estoy dispuesto a hacerlo, en mi caso, porque nacimientos, de los de verdad, y no de corcho y barro, hay todos los días.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 30 de noviembre de 2015

LA LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO


Hay momentos en los que no sabes por qué pero estando pensando en otra cosa, o incluso yendo en una especie de modo “off” a primera hora de la mañana, una mañana fría, monótona y gris, de pronto, hay algo que capta tu atención, y hoy, desgraciadamente, no ha sido para bien.

Estaba en “Termibus”, la estación de autobuses que se encuentra muy cerca del Estadio de San Mamés, en Bilbao, y, bueno, que… ya han puesto el árbol de Navidad.

Lo mejor que se puede decir de él es que esperemos  que las Navidades nos vayan bastante, bastante, mejor que el arbolito (el diminutivo es como símbolo de cariño, porque de ser es bastante grande) puede representar, porque, además, no se ha colocado ningún adorno más.

A alguien, posiblemente quemado por lo poco que cobra y por las condiciones laborales en que está, le han dicho “vete a poner el árbol de navidad” y, pues eso, que lo ha puesto, y además ha tenido la gallardía de colocarlo … de pie. Es lo mejor que puedo decir de él, porque ganas, y gusto, de tenerlos, tranquilamente solo pueden ser el nombre de sus perros, “Ganas” y “Gusto”, que seguro que son pequeños y cabreados, porque lo que realmente debe de significar eso, nada de nada.

Y lo peor no es haberlo puesto, sino que el encargado de turno, el que tiene que dar la cara por esa estación de autobuses no se le caiga la cara de vergüenza. Estoy totalmente convencido de que es el mismo árbol del año pasado. Es más, y tal como se lo llevaron, lo guardaron en algún local, y lo han vuelto a colocar. Que para listos, “ellos”, y para tontos, nosotros.

Y que no me vengan a decir nada de “recortes”, y que no hay dinero. Algunas veces solo hace falta ganas, y en lo que se ve en la citada estación de autobuses solo sobrevuela la frase “cubrir el expediente”. Ahora, con esas tiendas de chino que te venden de todo, estoy seguro que con muy poco dinero lo haces bastante mejor.

Y si no hay dinero, ni ganas, para un árbol, un poco de espumillón y “bolas” como las que alguien ha tenido para poner eso, colocadas estratégicamente entre las diferentes oficinas, bar y tienda, hubiera sido, sin duda, mejor que el arbolito de marras. 

Semejante insensatez y dejadez solo puede ser superada si el año que viene nos encontremos en lugar de ese árbol, porque seguro que si es por los encargados de este año, seguirá siendo el mismo, alguien coloque en el mismo lugar una cartulina rectangular verde, por su significado está bien el verde, en el que “el ideas” de turno haya escrito “árbol de navidad”. Incluso ésto, aunque cutre, sería  más original.

Lo del arbolito de Termibus huele, a lo dicho, a cubrir el expediente, a poner algo, cualquier cosa, y de cualquier manera, ya que, como lugar de paso, la gente, en realidad, viene y se va. Aunque también tiene un mucho de estar en un trabajo por el dinero, y no porque te gusta lo que haces, tanto por parte del que ha dado la orden, como por el que la ha realizado.

Un ruego, que al encargado de turno no le pidan organizar nada más, ni mucho menos alguna cabalgata de Reyes Magos, porque antes que organizarla y para evitarse mover un sólo músculo de su cuerpo, es capaz de desvelar a la chavalería, “el misterio de los Magos de Oriente".

Por favor, eviten pasar por allí, me lo agradecerán, porque además si fuera mucha gente, el individuo en cuestión pensará, si es que puede hacerlo,  que lo ha hecho requetebién, y que ha "colao" la ley del mínimo esfuerzo.

*FOTO: F.E. PÉREZ RUIZ-POVEDA

sábado, 20 de junio de 2015

UN GRAMO DE LOCURA PARA MISTER MARSHALL





Hay momentos en el que el cerebro, el de este vecino del mundo al menos, parece que tiene ganas de jugar, y por un segundo te reta lanzándote una idea, una especie de trastada que puede ser muy divertida, pero cuando menos trasgresora sino rayando en la locura.

Para aquellos que más que años cumplan décadas, entre cinco y seis, podrán recordar una película “Un gramo de locura”, con un Danny Kaye al punto del paroxismo.

Esta mañana este vecino se ha sentido como un Danny Kaye con menos nariz pero con más grasa, y con unas ganas increíbles de realizar una trastada.

Imaginaros la escena. Acababa de llegar a Bilbao, concretamente estaba en la estación de autobuses. Al salir de uno de los cuartos de baño y al dirigirme a la puerta para salir de los aseos públicos, a mano derecha, y en uno de los urinarios de pared había dos jóvenes, de unos veinte años, con pantalones cortos. Mientras “estaban a lo suyo”, hablaban en un inglés con un inequívoco acento americano. O eso, o estaban intentando imitar al Pato Donald, perdón, a Donald Duck para ellos. Hablaban de…qué más da. 

Los americanos siempre deben de hablar de cosas trascendentales para la humanidad, al menos eso es de lo que se desprende de las mayorías de las películas.

Y en ese mismo momento, detrás de ellos, me han entrado unas inmensas ganas de cantarles la canción de “Bienvenidos Mr Marshall”, la de “Os recibimos, americanos, con alegría”, pero me faltaba una banderita en cada mano para estar en situación.
Ellos, más rubios que unas mazorcas de maíz americano, y este vecino cantando “Americanos, vienen a España gordos y sanos. Viva el tronío y viva un pueblo con poderío. Olé Virginia y Michigan. Y viva Texas que no está mal…”.
Hubiera sido un momento memorable, y sin duda ayudado a mejorar, todavía más si es que se puede, las relaciones entre los dos países.

Para aquellos  que puedan pensar que haría el ridículo, les puedo recordar algunas escenas protagonizadas, sin ir más lejos, por un Aznar con un castellano con acento de Texas. Y que, no lo olvidemos representaba a España, y este vecino justo se representa a él y no cobra ninguna dieta. Es más, si el vecino tuviera alguna, dieta, seguro que se la comería porque sería rica en calorías, y no en dinero.


Si los gramos de locura cotizaran como angulas, este vecino sin duda sería millonario. Ese grupo, “los millonarios”, que en plena crisis, y según las últimas encuestas, han crecido en España como las setas. Y eso siempre ocurre cuando el abono es bueno. Y la política del gobierno español, para eso, para aumentar el número de millonarios, ha resultado ser el mejor de los abonos. 

Y antes de despedirme por hoy, tened en cuenta por un momento qué es el abono. Pues eso…

*FOTO: DE LA RED

viernes, 5 de septiembre de 2014

EL MACHISTA EMBOSCADO

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Mientras todos pensábamos que la sede de Bilbao en el Campeonato del mundo de baloncesto, iba a traer, y no nos engañemos porque siempre es el fin último, dinero para la ciudad y los habitantes del “botxo”, lo que sí ha traído, y prácticamente desde el principio, ha sido una gran controversia.
Para esta hora todo el mundo ya sabrá, el desafortunado incidente del pasado domingo durante el encuentro entre Nueva Zelanda y la República Dominicana. En el descanso, las animadoras saltaron al campo y Carlos Olías, el animador, dijo: "A quién no le gustaría pasar una noche loca con una de ellas".
Para ser justos y hacer una descripción exacta del momento en que esto se dijo, hay que comentar también que en ese momento había estado sonando en la megafonia del recinto “Bailando”, de Enrique Iglesias, que como ya todos hemos oído este verano, una de las frases de su estribillo es ese “pasar una noche loca”, y que el “speaker” utilizó, a la postre “desgraciadamente” para él, como despedida al grupo de “animadoras” que en ese momento dejaban la pista.
Al poco tiempo de ser comentado por una periodista que estaba en el recinto, las redes sociales arden con la noticia, y parte del problema también ha venido porque esa señorita ha sufrido un ataque en su honor desde las redes sociales, tweeter concretamente, del que ha tenido que dar parte a Emakunde.
El speaker, aunque ya había pedido perdón inmediatamente al grupo de animadoras afectadas, y a la organización fue cesado fulminantemente.
Quizás, también, a todo esto hay que añadir que la gente con todos los casos, que se van repitiendo de maltrato de género, está especialmente sensibilizada, pero quizás, incluso, hemos llegado a un punto de no retorno, de caza de brujas, por denominarlo de alguna manera, solo que aquí al contrario del caso de Estados Unidos," en lugar de cazar, en su momento, comunistas, se caza comentarios machistas.
El problema de todo esto es que el baremo lo pone cada oyente de frases desafortunadas.
Si los comentarios los hace una mujer con respecto al hombre, es moderna, desinhibida e incluso ocurrente. Y si lo hace un hombre..., hay que ir a por él. Lo mismo ocurre con los anuncios. Ahora hay anuncios en los que se pone al hombre haciendo el rol, y este vecino ya lo ha comentado en artículos anteriores, que antes hacían ellas. Hasta aquí todo perfecto, solo que la mayoría de las veces se hace “un chiste”, o, digamos también, bofa y befa de la situación, y si hubiera sido una mujer no se hubiera permitido.
Que haya un estamento en el País Vasco como Emakunde me parece perfecto, pero al final habrá que crear otro para el hombre, y a este vecino del mundo no le vale eso de que hasta ahora todos los estamentos han sido gobernados por y para los hombres.
En cierta manera, la figura del hombre, y por favor, que  se entienda bien, ahora está desprotegida, porque en cuanto alguien grita "machista", hay que demostrar que no lo eres.
¿Por qué a la hora de escribir la nota que ha dado origen a todo esto, se omitió que estaba sonando la canción de Enrique Iglesias, que da origen a la frase, y se cambió además, PRESUNTAMENTE, "quién pudiera pasar una NOCHE LOCA con una de las 'Dreamcheers'" por "quién pudiera pasar una NOCHE con una de las 'Dreamcheers'"?
Hemos de creer que no fue intencionada esa omisión, y es posible. Lo que sí es cierto, es que “el hombre”, en general, en esta España, tiene que medir muy mucho las palabras para no herir susceptibilidades, entre otras cosas porque los hombres no tenemos un departamento específico que vele por nosotros, y ante la primera acusación de machista, eres tú el que tiene que demostrar lo contrario.
De todas maneras, al final, y es un decir,  "la culpa", en este caso, es del sistema empleado en el baloncesto, que permite y fomenta las "animadoras" o “cheerleaders”, pero no advierte que no se pueden hacer comentarios de ningún tipo porque siempre puede haber alguien a quien le puede molestar. 
En un ambiente tan machista como es una exhibición de cheerleaders en el descanso de un partido de baloncesto, lo más nimio, a mi entender, es lo que dijo el speaker.
Y ya para terminar, durante muchos siglos la sociedad ha sido terriblemente machista, por supuesto. Pero ahora, tal vez,  hemos pasado al lado contrario, a la caza del machista emboscado, y más de una vez, quizás, no podamos distinguir entre un hecho real o un espejismo.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 31 de agosto de 2014

LOS MISERABLES, ALGO MÁS QUE UNA SORPRESA

Algunas veces uno piensa que tiene su vida controlada, y ésta, la vida, y sus mensajeros, de vez en cuando te dan bonitas sorpresas. El mensajero de ayer, La Nuri, mi sufrida, que como normalmente se suele decir, me engañó como a un bellaco, y …¡sorpresa!¡sorpresa! Solo faltaba Isabel Gemio, y sinceramente no la eché de menos. Lo que pensaba que iba a ser un paseo por Bilbao, se convirtió en una preciosa velada viendo, y saboreando, el musical “Los Miserables”, en el Palacio Euskalduna.
Si ya se comienza con un regalo sorpresa de la persona que más quieres, digamos, que todo es más fácil para que ese día especial acabe bien, pero el citado musical lo merece.
Este vecino no se quiere referir a este musical, como un espectáculo, porque es, mucho más. Es una obra maestra de principio a fin, porque hay que tener en cuenta que el argumento no es la alegría de la huerta, precisamente. Es un drama, sin anestesia. Se va a sufrir, y lo que se obtienen son lloros diferentes, comprobando la belleza que puede haber en una historia triste.
Más de una escena se convierte en auténtico aguafuerte, con movimiento, pero aguafuerte impresionista (basados en ilustraciones originales del mismísimo Victor Hugo), especialmente porque "impresiona". Como sorprende el comprobar el cariño que se ha puesto por todos aquellos  de los que de una u otra manera depende este montaje.
Los actores, no son conocidos por el gran público, pero son perfectos en su perfección.
Nicolás Martinelli encarnando a Jean Valjean, eficaz en su vertiente de hombre rudo, e inmenso en su lado espiritual, con una voz llena de matices y unos agudos que a este vecino le llegaron a recordar al Luis Mariano de su mejor época.
Ignasi Vidal, “el malo” de la historia, un Javert que no puede comprender que un hombre siempre está a tiempo de escoger el lado bueno. Su presencia en escena, y especialmente su voz de bajo, le hacen el contrapunto perfecto al lado bueno de la historia. Su última escena, por no desvelar más, es impresionante, una mezcla entre una superproducción, y la magia.
Elena Madina, como una delicada Fantine que está para comérsela, y que tiene la suerte de poder cantar el tema estrella de la obra “Soñé una vida”.
Mención a parte merecen las dos jóvenes, ambas excelentes también, pero son el contrapunto la una de la otra: Cosette, interpretado por Talia del Val, con claros registros líricos, y que nos deja en algunos momentos sin respiración por su perfecta ejecución de la obra.
Sin embargo, para este vecino, desde el primer momento “su ojito derecho” es Eponine, encarnado por Lydia Fairén, con una voz melódica en contrapunto a Cosette. 
Eponine no pide amor, solo da, hasta la inmensidad, y a cambio recibe el amor desde la cuarta pared, desde el público, ese mismo que sabe que su amor no lleva a ninguna parte, o sí, tristemente a una…
Cosette es el germen de la mujer moderna, y Lydia Fairén pide a voces un productor que le saque del anonimato, aunque a nosotros nos guste así, solo descubierta para nosotros.
Para terminar con el reparto, no hay que olvidar al dúo cómico, por denominarlo así, que son: Thénarider, con un divertidísimo Armando Pita, y Madame Thénardier, con una Eva Diego, que, en el mejor sentido, se come a todos. Son los personajes más reconocibles de la trama, y los puedes encontrar en cualquier momento en nuestra sociedad actual. Personajes dispuestos a salir a flote aunque siempre naden entre la basura.
Con una producción que no escatima en los últimos adelantos técnicos, incluyendo proyecciones digitales, pero puestos al servicio de la trama, y no al revés.
La obra se puede resumir como una concatenación de actos de amor: Jean Valjean con Fantine, con Cosette, y con el mismísimo malo de la historia; Fantine con Cosette, y ésta con su padre y con Marius. Y, por supuesto, de la parte de producción con el espectador, al que, y visto lo visto, quiere por encima del mero negocio.
Que no os la cuenten, id a verla, no os arrepentiréis.

*FOTO: F.E.PEREZ RUIZ-POVEDA


sábado, 7 de junio de 2014

DOÑA MELANIA Y EL BOTXO, ¿IMPROBABLE?

Para qué nos vamos a andar con rodeos. Este vecino del mundo está más cabreado que una mona, y esta expresión le viene como anillo al dedo.
Se ha sabido que tanto el ayuntamiento de Bilbao como el Athletic están haciendo gestiones para intentar que los partidos de rugby que el equipo francés el Aviron Bayonnais juega en Anoeta los lleve a cabo en el nuevo San Mamés.
Todo es defendible, y mucho más para aquellos que piensan que el ombligo del mundo es Bilbao, pero nunca ha estado bien el meterse en el cortejo entre dos, y eso ha sido hasta ahora lo que ocurría entre el Aviron Bayonnais y la ciudad de San Sebastián.
Ya tenemos otro precedente sonado como fue el del Festival Publicitario "El Sol", que tras 25 ediciones pasó a celebrarse en Bilbao. Las instituciones vizcaínas movieron todo su poder de persuasión para que uno de los eventos considerados más importantes de Donostia se trasladara al cobijo de la “Amatxu”. Y, claro, si en una primera ocasión no paras al vecino, al final se intenta quedar con tu casa.
Y para colmo de males, y tras comprobar que “el vecino” una vez más te es infiel, nos hemos enterado de que aquella historia de amor, que como dirían los cursis, tantos litros de tinta hizo correr, de Doña Melania Griffith y Anthony Banderas ha llegado a su “The end”. La película de estas dos estrellas ha terminado, tras 18 años de metraje, y  de clases de inglés y español ¿Qué será de “nuestra sobrina Stella del Carmen”?
Como ya sabéis del “mal pensar”, que muchas veces acierta, de este vecino, en cualquier momento nos enteraremos de que Doña Melania “nos ha sido infiel” con el Ayuntamiento de Bilbao, y ahora resulta que en las próximas fiestas del “Botxo” en lugar de “Marijaia” tenemos a “Melania”. Y en cierta manera se tendería un extraño puente de interés entre la Semana Santa malagueña y la Aste Nagusia bilbaína, aprovechando que el Nervión pasa por Bilbao.
Y es que ya se sabe que no hay nada imposible, existen las bilbainadas.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 4 de enero de 2014

EL CUCO Y LA MADRE DE HARRY

Vengo de jugar a ser Rey Mago por los comercios de Bilbao, que es donde me encuentro estos días, y a modo de creador de arquitectura financiera, como si de un pequeño Mario Conde se tratara, he intentado que el dinero llegara al menos para hacer castillos en el aire, que mañana, pues la historia continúa, intentaré colocarlos en el suelo, aunque lógicamente seguro que perderán tamaño y es posible que consistencia, pero con el deseo de que al menos hagan ilusión a aquellos a los que irán destinados el día 6 de Enero.
En la sección de librería de unos grandes almacenes, de esos que practican el corte británico, están promocionando un libro policíaco titulado “El canto del cuco”. Es curioso el caso. He leído la sinopsis de la novela, y me ha gustado el planteamiento. Al buscar el autor me he encontrado con el nombre: Robert Galbraith… Lo mismo ha pensado este vecino, “no conozco a este escritor de nada”, y enseguida la misma editorial en una nota anexa te aclara el tema: Robert Galbraith es un seudónimo de la autora británica J. K. Rowling, la madre de Harry Potter y su mundo.
Como dijo aquel ministro del interior: “los experimentos, con gaseosa”. La Señora Rowling se supone, intenta saber la pegada que puede tener en otros géneros literarios, pero por si acaso, la editorial no quiere que los antiguos lectores se despisten mucho, y va poniendo una especie de señales de orientación  para ir atrayendo la atención de la gente.
Este vecino, al enterarse de lo del seudónimo, ha pensado  desde su inocencia, que flaco favor está haciendo la Señora Rowling, al resto de las mujeres, que para intentar vender se enmascare detrás del nombre de un hombre, cuando ella por ejemplo, siendo mujer, ha vendido millones de libros, o, y es la duda, ¿por ser un libro sobre crímenes venden más, en teoría, los escritos por hombres? Este vecino hubiera jurado que estaban ya lejanos esos tiempos. Y que sería conveniente avisar a la escritora Patricia Cornwell, de que a partir de ahora su vida como escritora será más fácil firmando como Patricio.
Sin embargo, tras indagar un poco, este vecino ha conocido que ya desde el principio J.K. Rowling no es el verdadero nombre de la escritora, sino Joanne, “Jo”, Rowling, y que precisamente la editorial insistió en que firmara con un nombre hasta cierto punto ficticio, ya que J.K. Rowling en realidad no existe, para que los lectores pensaran que estaba escrito por un hombre.
Y es que aunque al final la  Señora Rowling sea una de las mayores fortunas de Gran Bretaña, tuvo que pagar una especie de peaje por el triunfo, accediendo a los deseos de la todopoderosa editorial en cuanto a cambio de sexo, aunque solo fuera en el nombre, y quizás en sus principios. Es curioso, pero ese truco, el de cambio de nombre nunca se enseñó en el famoso Colegio Howgarts.

*FOTO: DE LA RED