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lunes, 31 de julio de 2017

A PROPÓSITO DE MIREIA Y PAULA


Antes de nada, mi máxima felicitación a Mireia Belmonte por esas tres medallas en los Mundiales de Budapest, y que la colocan donde debiera de estar desde hace mucho tiempo: en lo máximo de lo máximo en el palmarés del deporte español de todos los tiempos.

Al enterarme de esta noticia instintivamente he entrado en la cuenta de Twitter de Paula Vázquez recordando la polémica que ha tenido con MARCA por su discrepancia sobre el trato que dieron a Mireia a propósito de su medalla de oro, y que venía a decir "Mireia (incrustado en el logotipo de Marca), Sin palabras", y que a este vecino del mundo, sí le gustó, y le pareció que lo de Paula Vázquez era más bien rizar el rizo, al reprocharles que para las victorias masculinas sí "saben" verter palabras; cuando, y se puede demostrar, para algún triunfo masculino han utilizado el mismo recurso.

Pero para el gusto se hicieron los colores, y la postura de la Señora Vázquez es más que respetable. En cambio, no me lo pareció la respuesta de Marca al pataleo de la presentadora, "aconsejándola" de que deje de hacer el ridículo.
Serán cosas de este vecino del mundo, pero considero, es mi opinión, de que así no le constarían a un hombre.

¡Bueno! Tras este un tanto largo preámbulo, pero que he considerado importante para mostrar cómo he llegado a lo que ahora mismo me tiene muy irritado, diré que gracias al twitter de Paula Vázquez he descubierto a Blanca Manchón.

Esta deportista olímpica sevillana logró su objetivo, proclamarse campeona del mundo de Windsurf por sexta vez, este mes en Salou (Tarragona), a los siete meses de dar a luz; demostrando que está en plena forma y que ser madre no le resta posibilidades en su carrera deportiva, incluso habiendo perdido todos los patrocinadores poco tiempo después de que les dijera que estaba embarazada.

Blanca ha podido acudir a este campeonato mundial, precisamente porque era dentro del territorio nacional, y con una vela prestada y pagándose el viaje de su bolsillo.

A pesar de su triunfo, que la ratifica en la élite del deporte español, sigue sin patrocinadores para acudir en septiembre a  intentar clasificarse para las próximas Olimpiadas, Tokio 2020, y hacerse con una de las becas, en una auténtica carrera contrarreloj.

Está intentando, cuando menos, que la gente entre en su cuenta de twitter (@BlancaManchon) y se hagan seguidores de ella, para poder demostrar la fuerza que tiene en redes sociales y que alguien, digamos lo crudamente, se apiade, y dé vida monetaria a su carrera deportiva.

Lo triste es que ya sea deporte, al menos en los informativos televisivos a nivel nacional, hasta la vida íntima de las estrellas del deporte (bodas, hijos, y si me voy o no del club ¿”en el que he querido estar desde pequeño”?), y no casos como el presente.

La foto de este post es una pura metáfora de la vida de Blanca, y por supuestísimo de la mayoría de las madres que quieren realizarse como persona.
Yo, personalmente, ya me estoy haciendo “seguidor” de la cuenta de Blanca Manchón, e investigando quiénes son las firmas desertoras de Blanca. Si consumo algo de ellos, consumía.

Por cierto, la vida de Blanca Manchón bien merecería, al menos, una película para televisión de esas que comienzan “Basada en hechos reales”.

Casos como el de Blanca, dan sentido a seguir como “blogger”, agitando conciencias.

Por cierto, hoy no he necesitado tirar de ironía, la misma situación de la carrera deportiva de Blanca lo es. Sólo le dejan, al menos por los hechos de los patrocinadores, buscar la perfección como deportista, pero no como mujer, si ella considera que para realizarse, necesita ser madre.

Ahora mismo, en los programas matinales de televisión hacen seguimiento en directo de que Cristiano Ronaldo llega a los juzgados. Y luego lo harán también,en los programas deportivos. 

¿Hay mejor ironía, otra más, que convertir el concepto de "DEPORTE" en algo tan elástico y férreo al mismo tiempo?

*FOTO: DE LA RED



lunes, 23 de mayo de 2016

EL MOMENTO EMOTIVO, Y SU CIRCO MEDIÁTICO




Los que siguen a este vecino del mundo ya saben que en nuestro ático normalmente no se habla de fútbol en su versión de deporte puro y duro (no por nada, sino porque hay prensa especializada), pero sí de alguna anécdota  que pudiera venir a colación. Y ayer este vecino estaba viendo los fastos de la Final de la Copa del Rey, siempre posicionado, a falta del equipo de sus amores (Real Sociedad), a favor del más débil,  y en este caso, claro está, del Sevilla, cuando observó y degustó “el momento de la noche” en opinión este vecino: el hijo de Messi con la camiseta como la de su padre, con su número, el 10, pero que sólo la puede llevar él, porque de nombre sólo llevaba PAPI.


Lo que ocurre, es que luego, ese cielo, se ensombreció primero con los nubarrones de la realidad,  qué hacen unos niños tan pequeños (porque también estaban los de los otros miembros de su equipo, los hijos de Piqué incluidos) a esas horas, entre la una y una y media de la madrugada, lejos además de su casa, porque estaban en Madrid. Si han ido hoy al colegio, lo habrán hecho no habiendo dormido sus horas, se supone, que reglamentarias.


Digamos que el momento emotivo duró unos segundos y todo lo siguiente fue de la más pura y dura revista del corazón. Porque con los niños, claro está, estaban madres, novias y… el cotilleo puro y duro. Si hubiera sido la Fórmula 1, el titular hubiera sido obvio, “su circo mediático”.

Y ahora viene una pregunta que me ronda desde el mismo momento en que vi todo lo referido en el párrafo anterior: ¿Dónde termina la celebración y empieza la ostentación de un cierto poder o estatus? ¿Los cimientos de un futuro por ser hijos de, novias de, mujer de?


Con un rictus de sonrisa congelada, y con ironía en vena, me pregunté ¿cuántas futuras estrellas de reality teníamos delante nuestro?, ya que para más inri la retransmisión se hacía por “Telefive”.


Hace años, famosos eran los futbolistas, actores y artistas varios, pero ahora ya lo son sus familias, y muchos viven de eso, de lo que lograron sus padres (dinero y presunto estatus). Pero, eso sí, cuando quieren, tanto unos como otros, se ponen al “amparo de su intimidad”. Como decía aquel viejo chiste “o semos, o no semos, pero ser somos”.


Sinceramente, si por ley hay que proteger al menor, hubiera sido deseable evitar esas imágenes de hijos pequeños. Como se evitó, presuntamente, dar demasiadas imágenes de esteladas, y culés demasiado culés, descafeinando convenientemente el lado político del tema. Y creo que se me entiende si digo que por otra parte se derrochó imágenes sevillistas como si no hubiera un mañana. Y recuerdo que desde el principio he dicho que éstos tenían mis simpatías.


Ahora,  y ya para terminar, voy a decir una perogrullada como una casa, pero la tengo que decir: una noticia, es una noticia, pero luego hay maneras de tratarla. Y ayer se dio un primer paso, y se va a entender perfectamente, para la creación, si todavía no está creado, cosa que lo dudo, del “Deporte Sálvame”.  Y eso puede ser muy peligroso, aunque también me temo que muy rentable, y razón importante para cuidar y alimentar ese peligroso germen.


*FOTO: DE LA RED




domingo, 4 de octubre de 2015

HOY, ME VAS A DAR LA RAZÓN. ¿QUÉ TE APUESTAS?


A medida que uno va cumpliendo años, va aprendiendo de la vida, y una de las cosas que poco a poco va viendo nítidamente es que no somos una isla, y que parte de lo que somos lo han construido los demás, y aunque poco a poco nos vayamos sintiendo libres de opinar y de decidir, gran parte de nuestra conducta es aprendida, en un primer momento de nuestra familia, de nuestros amigos, y poco a poco de todo tipo de información, mucha de ella interesada que nos va rodeando.

Vamos hacer un experimento. La mayoría de nosotros cuando nos hacemos un zumo de esos naturales, especialmente los de naranja y limón, nos aceleramos para hacerlo y tomarlo cuanto antes para que…NO SE PIERDAN LAS VITAMINAS.
Con el tiempo, y últimamente en especial, nos van diciendo que eso no es exacto, que no es así.

Ahora el aceite de oliva es una especie de elixir que todo lo cura, o al menos actúa para que duremos más sin enfermar. Hace muchos años era muy bueno también el aceite de girasol. Y según épocas ha sido el denominado pescado blanco una gran fuente de salud, y otras también el pescado azul.

Como este vecino del mundo ya ha vivido unas cuantas décadas, no precisamente prodigiosas la mayoría de ellas, se ha hecho malpensado, y no es que crea, sino que está convencido de que muchas cosas que se dice son beneficiosas en un momento dado, es porque hay mucho de ellas, o económicamente conviene venderlas porque hay un excedente.

En los años sesenta y setenta del siglo pasado, se nos lanzaban mensajes de muchos medios de comunicación en forma de publicidad, que tanto fumar como beber eran cosa de hombres. Ahora, con el tiempo, se ha llegado a la conclusión de que beber y fumar con frecuencia pueden ser, cuando menos, malo para la salud, y en muchos sitios ya fumar está prohibido y solo pueden beber alcohol los mayores.

Sin embargo, y ahora viene la madre del cordero, desde un tiempo a esta parte, desde el momento en que se aprobaron las agencias de apuestas, su publicidad se va colando por todas partes. No hay programa deportivo, ya tanto en radio como en televisión, que no mezcle el deporte con la “necesidad” de apostar, mediante el “truco” de ir haciéndolo cotidiano.

Un buen día, dentro de unos años, alguien importante, porque le habrán presentado unas cifras negativas, levantará las manos en señal de asombro y se descubrirá que las apuestas pueden tener una gran relación con la ludopatía.

En la mayoría de los programas de deportes, los fines de semana especialmente suele ser horroroso,  los mismos locutores dicen que para el próximo partido van a apostar, solo falta decir, remedando años lejanos, de que apostar es cosa de hombre. Ahora, sin embargo,  como somos muy, pero que muy modernos, se dirá previo mandato de alguien, siempre en la sombra, y del que solo se verá la mano a la hora de recolectar los billetes, de que una apuesta la puede hacer tanto un hombre como una mujer demostrando la famosa paridad de sexo. Y aunque normalmente, paridad, suele tener el sentido de “igualdad”, también, y llegados a este momento, se puede utilizar como parida que nos están endiñando para sacarnos los cuartos, y ponernos poco a poco, y sin enterarnos, que es lo peor, a los pies de algo que primero se convierte en vicio, y luego en una enfermedad, que arrastrarás para toda la vida, como el alcoholismo, y que en este caso, se llama ludopatía.


No hay peor ciego que aquel que no quiere ver, y por ahora al menos, como va cantidades ingentes de dinero a las arcas del estado, el gobierno, y los políticos de turno, tardarán muchísimo en darse cuenta de esta cuestión. Quizás eso sólo ocurrirá, cuando alguien de su familia tenga el problema, o cuando mucha gente ludópata lleve a juicio a las agencias de apuestas (como ocurrió en su día con los fabricantes de tabaco), y a aquellos que se encargaron de ir introduciendo ese negocio.  Y sino, al tiempo. ¿Qué os apostáis?

*FOTO: DE LA RED


jueves, 28 de mayo de 2015

ME IMPORTA UN PITO, O LA CARA B DE LA FINAL DE COPA


¡Y este sábado la final de copa! Y la consiguiente “revolución” de hinchas de uno y otro equipo: Barcelona y Athletic de Bilbao. Y mientras la hazaña deportiva va por un lado, por otros lares, en las altas instancias, ya calientan motores  con el tema de siempre: pitar a los himnos. Ya que la palabra “revolución” antes utilizada, y no es aleatorio, puede tener otro sentido que es, al parecer, lo que a muchos preocupa.

En realidad, al menos visto desde ático, tenía que ser el menor de los problemas. Porque quizás, la discusión si la hay, es si el Himno Nacional forma parte del espectáculo, y desgraciadamente se mire como se mire, la costumbre o lo que sea, ha hecho que todo lo que se produzca dentro del famoso Camp Nou, en el caso de este próximo sábado, ya será espectáculo. 

Incluso formará parte del espectáculo la llegada del rey, al que sin duda también pitarán, y eso, al parecer, no es materia de discusión, o importa menos.

Este vecino siempre se acordará de aquella famosa frase que va muy ligada al mayo del 68 en París: Prohibido prohibir. Y han pasado muchos años, quizás demasiados, y seguimos en las mismas.
Personalmente, a este vecino del mundo le molesta más que no se haya hecho nada todavía respecto al accidente de metro de Valencia, por ejemplo, y alguno se haya ido, al menos por ahora, de rositas. O que los partidos políticos, cualquiera de ellos, cada vez que se descubre un presunto acto de corrupción, y se expulsa del partido al presunto sospechoso, el correspondiente partido dice que ya ha cumplido con lo suyo y “después paz y aquí gloria”.

Ahora sale el comité anti-violencia diciendo que si se pita al himno se sancionará a los dos equipos. En primer lugar, y ya de acuerdo al nombre del citado comité, pitar a un himno, no es violencia en sí. Más violencia, ya puestos así, es los chanchullos que han salido estos días sobre la FIFA, de voluntades compradas y vendidas, y como consecuencia de ellas, entre otras cosas, se va a celebrar un campeonato del mundo de fútbol en pleno Diciembre, rompiendo los calendarios de todas las ligas, y sin embargo, al final no pasará nada.

El todavía gobierno en la poltrona lleva intentando penalizar los pitos, en su caso, durante el desfile de las fuerzas armadas, pero lo mismo que se pasa cuatro años recordando que están en la poltrona por voluntad popular, esa misma voluntad popular, parte al menos, quiere pitar y manifestar su opinión durante los himnos, o incluso en los minutos de silencio. A este vecino del mundo, sinceramente no le parece bien, pero considera que el que lo hace, también queda retratado. Porque los pitos  también tienen una doble dirección: hacia la persona, objeto u asunto al que se pita, y también destaca, no lo olvidemos, al grupo de personas que lo hace, y éste queda retratado y, algunas veces, no para bien.

Como se dice cuando conviene, al aceptar ciertos cargos, hay derechos y obligaciones. Y puede ser triste pero las posibles pitadas van también con el cargo, y más en un país democrático, como por ejemplo es más que probable que ocurrirá al Rey ese mismo día al estar presente en la entrega del trofeo que lleva su nombre.

Serán apreciaciones de este vecino del mundo pero cada vez son más los que pitan, y ya no es una cuestión de separatismos, sino que de la insatisfacción se ha llegado al hartazgo. El hartazgo de hacerlo casi todo mal, o casi todo bien solo para unos pocos, como viene siendo habitual. Y éstos tienen la sartén por el mango; el mango de la moral, de lo políticamente correcto, del dinero e, incluso, de la ley.

La  gente tanto en el día a día, como en un espectáculo, tiene que tener derecho al pataleo, ese mismo pataleo que en el caso de Doña Esperanza lo está intentando canalizar en una campaña, otra más, en contra  de los que ella llama“bolivarianos”, o “soviets”,  y a la que no solo no se le recrimina la falta de juego limpio, tras saberse los resultados de las elecciones,  desde su partido, sino que ha logrado que algunos de sus compañeros, cuando menos, le rían las gracias.

Seamos claros, en el fondo no es el hecho de pitar a la bandera en sí, es el hecho de criticar a la autoridad, y por lo tanto a los que hacen y deshacen. Y es que de lo contrario, sería una posición comodísima para los que mandan: Haces lo que te sale de ahí, ustedes ya me entienden, y encima prohíben el derecho al pataleo, o lo que viene siendo la reclamación de toda la vida.


Al final, y como siempre, no nos confundamos, no estamos hablando de deporte, al menos no solo de ello, sino de política también.

*FOTO: DE LA RED