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lunes, 17 de noviembre de 2014

VA UNA DE COARTADAS MENTALES

Esta mañana no hubiera hecho falta que La Nuri, mi sufrida, planchara mi ropa, porque al cruzar un paso de cebra, camino del “super”, un coche que no ha hecho ni caso, otro más, a la señalización,  me ha pasado tan cerca que me ha planchado hasta con raya. He llegado a la conclusión de que algo debe de tener, entre sus componentes, la pintura del paso cebra que convierte, al menos en Donosti, a los peatones en invisibles. O ésto, o que cada vez  que hay un paso de cebra delante, a los conductores les entra ganas de hacer ejercicios de cuello, y miran para el otro lado. ¡No falla!
Lo que es el ser humano, somos incapaces  de aceptar nuestras decisiones cuando sabemos que son erróneas, y queremos además quedar bien, fingiendo que no se ha visto al peatón.
En otro orden de cosas, y como ya he comentado, he tenido que ir al supermercado, y hace tiempo que llegué a la conclusión de que para hacer la compra allí es estrictamente necesario llevar un diccionario. ¡Bueno! En realidad dos, uno en castellano y otro, castellano-inglés. Por ejemplo, esta mañana, quería comprar un gel de ducha, y el de “siempre” no aparecía por ninguna parte, había otro de la misma marca, de envase igual, pero en lugar de ser “dermo protector” (No, acento en la última sílaba no, porque es en inglés, y se acentúa “tec”. No es una nimiedad porque por ponértelo en otro idioma, que creemos, por eso, que el producto es más importante, te cobran más.) ahora es “dermo sensitive”. Para dejar de buscar el producto de siempre, me he creado una “coartada mental”, y he llegado a la conclusión de que es el mismo protector de siempre, pero menos “arisco” con la piel, y ahora con este nuevo producto, la piel, mi piel, será toda una fiesta. ¡Y asunto finiquitado!
Sé que con lo que he dicho sobre la coartada mental más de uno ha estado en un trance de llamar al "loquero", pero si lo pensamos bien, en estos días todos practicamos coartadas mentales, bien por decisión propia o inducida.
¿No es una coartada mental, ésta totalmente inducida, el pensamiento de que ”la crisis vino por gastar por encima de nuestras posibilidades”? Es curioso, porque ahora, por ejemplo, no podrías hacerlo, y en eso los bancos tendrían algo que decir. En realidad, y bien pensado, los bancos, o mejor dicho, los banqueros, han estado utilizando los mismos métodos que los camellos, te dan un producto hasta que te enganchas, y luego tienes que hipotecar, y esta vez realmente,  tu vida y la de tus próximos, para seguir consumiendo.
En el mundo de la política, las coartadas mentales son múltiples, antes los comunistas tenían rabo y tridente, ahora, prácticamente no se utiliza como acusación el “comunismo” pero sí lo de “grupo radical” o “antisistema”.
Tristemente, estamos en tal regresión, que va a llegar un momento que a los “zurdos” solo se les va a mirar bien, si son futbolistas.
Bien pensado, todo esto ha comenzado hoy porque casi me pilla un coche. Seguro que el conductor era de derechas, por eso, en mi caso, miraba a la izquierda, y no me ha visto. ¡Otra coartada mental!

*FOTO: DE LA RED

martes, 18 de marzo de 2014

EL ÚLTIMO TUNEL

Siempre había pensado que lo del túnel y la luz al final del mismo, era un tópico tanto cinematográfico como coloquial. Sin embargo, ahora me encuentro inmerso en él.
Ha sido hace unos momentos, creo recordar, que he tenido un accidente. No ha sido mi culpa, de hecho estaba cruzando un paso cebra y el semáforo estaba en verde… Pero, ya se sabe… En Donosti ser peatón y despistado se puede penar con la muerte. Y aquí me encuentro ahora, en un túnel, frío y con muchas filtraciones de agua. Aunque el agua sea celestial, está fría de c... ¡Bueno! Mejor no voy a hacer comparaciones para no decir ningún taco, porque, en mi caso, y se supone que con el juicio final cercano, conviene no tentar al diablo. Y nunca mejor dicho.
Tenía que haber traído las gafas de sol, porque estaré en espíritu pero por lo que compruebo ahora, los espíritus también tienen ojos y les molesta esta luz. Que bien pensado, a final de mes se tienen que gastar una verdadera fortuna en la factura de la luz. Aunque me imagino que la compañía eléctrica de turno también será de Dios. Y es que, como Dios lo sabe todo, también debe de saber invertir en negocios que nunca fallan.
Comienza a oírse el eco de unos pasos. Es alguien que se acerca, y como marca la tradición cristiana debe de ser San Pedro con las llaves.
La hiriente luz frontal no me deja ver bien la figura que se está acercando, pero por las formas, cada vez más definidas, juraría que para ser “el apóstol”, tiene unas curvas bien sugerentes, y su manera de andar recuerda a la de una modelo de pasarela.
Si es un espíritu, es, y ahora lo puedo confirmar, el de una mujer, rubia, y todavía joven…
¡No puede ser! Como dirían en la tierra, si no quieres taza, toma taza y media.
Uno ya estaba harto de encender el televisor, y que en cualquier anuncio apareciera ella…
Estaré en un mundo de espíritus ahora, pero parece que para tomar contacto, un espíritu con otro, eligen la fisonomía de personas de carne y hueso. Y la persona que me esperaba al final del túnel, o al menos su apariencia,  no sé si para bien o para mal, no es otra que…Martina Klein.
No es una buena manera de comenzar mi último viaje, si en la vida eterna se usan las maneras terrenales…Y no se puede decir eso de que Dios me asista, porque ya lo está haciendo, y la cosa no va nada bien…

*FOTO: DE LA RED