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sábado, 28 de marzo de 2015

BELÉN ESTEBAN, ¿LUCRONIENSE ADOPTIVA?, O CRÓNICA DE UNA TOMADURA DE PELO



Antes de nada he de decir que desde la gala final, este vecino del mundo se ha estado pensando, y rumiando, si escribir sobre el desenlace final de Gran Hermano Vip 2015. Y como ante todo es la salud, y si no lo comenta, pudiera acarrearle grandes problemas, cuando menos de agriarse su carácter en el futuro, pasa a comentar, no exhaustivamente, sino en grandes pinceladas su opinión sobre todo lo ocurrido.

En primer lugar, y visto lo visto, todo el concurso ha quedado en realidad como un anuncio de autobombo de la cadena, intentando ensalzar a un más a su producto-estrella-inversión, y en ese punto, la cadena, aunque no lo van a reconocer, no ha conseguido el objetivo marcado. Su princesa del pueblo, como si fuera una nueva versión de un vehículo estándar y que ha dado muchas satisfacciones a “la casa”, ha quedado más dañado y entre interrogaciones de lo que en principio se hubieran planteado.

Belén Esteban es un producto que gana cuando es “auspiciado” por el resto de compañeros, quienes le marcan el camino a recorrer, una especie de GPS para colaboradora (único caso conocido que siendo “colaboradora” el programa es suyo, al menos es lo que ella misma, La Esteban, no se cansa de repetir). Al quedarse sola, sin, en teoría, protección y guía, ante la duda daba leña a todo el que se movía. Y si se tienen que “guardar” imágenes, como ha ocurrido por de pronto en el caso de Ángela Portero, pues se guardan. Atrás han quedado momentos como el de Argi en Gran Hemano 14 que por un comentario desafortunado, debido, en este caso sí, a su juventud, fue expulsada una concursante con un alto porcentaje para haber ganado.

Como en otras ocasiones este vecino del mundo ya ha hablado del tema, incluso con una carta abierta al Señor Vasile (http://patxipe.blogspot.com.es/2015/02/carta-abierta-al-senor-vasile-desde-la.html) y enviada por twitter a él mismo, tomando decisiones que al final no ha cumplido en su totalidad, ya que ha visto la gala final, lo confiesa, esta vez va a obviar comentarios y pensamientos ya hechos anteriormente.

Vaya por delante que los guionistas, encargados de pergeñar la última gala, y gerifaltes varios, se han debido de pasar más tiempo en preparar el campo de batalla final propicio para la Esteban que en la documentación en sí, porque, además, demasiada documentación, o videos, no convenían.

Por de pronto no quisieron que cada una de las finalistas llegara al estudio por separado, porque así, juntando a los fans de las dos últimas concursantes (La Esteban, por supuesto, y una casi desconocida Aguasantas Vilches), y mezclando las entrevistas, conseguían disipar los posibles gritos, abucheos y disparidades varias en contra de una princesa con la corona cuando menos removida por los embates del concurso en sí, y de una audiencia que ya no mira y calla, sino que cuando menos se plantea muchas cosas.

Incluso el reparto de los cochazos usados para la llegada, ayuda a La Esteban, aunque ella por decisión propia lo eligió. En la primera toma de los coches, desde lejos, ya se suponía en que “carroza” viajaba la princesa, aunque no hubiéramos sabido en dónde iba quién, ya que el rojo/rosa/violeta siempre resulta más atractivo que un llano, limpio y vacío blanco. Así se terminaba un ciclo, que comenzó  con la llegada al principio del concurso, de La Esteban, por una parte, y Olvido Hormigos por otra. Y no olvidemos que su nombramiento como capitanas de dos equipos, fue hecho a dedo, para además aumentar todavía más la rivalidad de ambas, algo así como echar gasolina a un fuego ya de por sí importante, y evitar por otra parte subidas de chepa, e insumisiones varias, por parte del resto de concursantes.

La manera de hablar de Jordi Gonzalez a Belén Esteban visto por alguien que ni conoce a la Esteban ni ha visto nunca esa cadena, hubiera hecho creer que la princesa era extranjera, no conocía bien la lengua, o tenía cinco o seis años. Le habló como cuando intentas hacerte entender con un extranjero. Fue algo mitad chocante y denigrante. Y entre medias iba sembrando datos importantes  a remarcar, entre ellos que no debía haber ninguna duda de pucherazo o tongo en la primera votación en la que ella se salvó, y que dio origen a la carta abierta de este vecino al Señor Vasile.

Para el Señor Jordi Gonzalez, y por supuesto versión del programa, lo que ocurrió durante el concurso fue que el televidente hacía lo contrario de lo que La Esteban quería, mandando fuera de la casa, uno por uno, a sus más allegados, y  cuando le tocaba a ella, y que pidió (forzada por el panorama que se intuía aun estando dentro del concurso) que le mandaran de la casa; en ese momento el público cambió la intención de su voto, para fastidiarla. Y puestos a suponer, podemos pensar también que entonces ha ganado para que se fastidie. ¡Un auténtico sin sentido!

Señor González, a nosotros no hace falta que nos hable como si fuéramos extranjeros, porque aunque no lo crea las cazamos al vuelo. La primera votación en la que la Esteban se salvó fue un pucherazo de manual, no hay pruebas, claro, de eso se trataba, y después el programa quedó, y ustedes lo saben, totalmente descafeinado.

Y durante la gala final, en un ámbito en el que la Esteban conoce y disfruta, sus respuestas se presuponían: -Primero tengo que ver los vídeos, y si tengo que disculparme, lo haré (nunca)... No lo habré hecho bien, pero los demás tampoco... Yo no noté que me hicieron la pelota. Y si es así, el problema es suyo.

Y para acabar una confesión-declaración-representación terminó como se terminan todas las confesiones, expiando las culpas. En este caso pagando las posibles culpas con una donación, que por otra parte ella ya se había encargado de airear durante el concurso, y además desgrava y “demuestra” que para esta aventura no le movía el móvil económico. Como para echar una vez más la bomba de nuestro inodoro repleto de indignación.

Y al final, como se suele decir,  el muerto (todos los dimes y diretes, presunto bulling a Olvido, insultos, menciones a su flamante y principesco, debe de ser, coño, ahora me cabreo, ahora lloro) al hoyo,  y el vivo (y en este apartado hay muchos, especialmente los que con la princesa ganan mucho, mucho dinero) al bollo. Para la historia del programa, y que da además un resumen de la grandeza del concurso, ese famoso ya: Tengo el coño de aquí a Logroño.

Esperemos que en este cúmulo de sinsentidos, al final a La Esteban no le nombren logroñesa, o lucroniense, adoptiva; aunque de “lucro” al menos seguro que algo hay.

*FOTO: DE LA RED



martes, 27 de mayo de 2014

LA VIDA Y EL ESPEJO

Hay días en que a uno no le apetece ni salir a la calle, y es que ya tiene todo como muy visto. La misma película con los mismos actores. Por lo menos, abres una novela negra y ya en la segunda línea te encuentras con un asesinato y no puedes dejar de leer hasta el desenlace final. Y mientras tú en la vida real no sabrías cómo continuar investigando, el héroe de la novela, haga lo que haga siempre se irá acercando a la consecución del caso. Pero la vida no es así, puedes estar a cinco metros de tu media naranja, y no encontraros nunca, porque no hay ningún solo de cuerda que transmita a los demás tu estado de ánimo como en una buena película. Y los malos en la vida real pueden ser guapos, además pueden ser malos y buenos al mismo tiempo, porque todo depende de la historia que se esté contando y el personaje que la cuente.
Y es que hay días en que a uno no le apetece que el sol salga como si fuera el primer día, como si fuera la primera vez. El sol te hace sentir que estas vivo, y que puedes estar ante una nueva historia, pero tú, ya no eres nuevo, sino el compendio de miles de historias, de miles de soles nuevos y otros tantos atardeceres.
No eres un libro todavía por escribir, sino en cada momento te puedes preguntar si ya se está acabando, y lo peor no es eso, sino que encima tenga un final intrascendente. Porque el fondo no lo es todo, sino también la forma.
Las mariposas nacieron para ser libres, no para estar encerradas en un estómago esperando a aletear ante el amor. Las mariposas no nacieron para esperar a que te enamores, porque en realidad a las mariposas no les importas lo más mínimo.
Ese espejo, hay días que te habla con cariño y días que te insulta. Porque los espejos hablan, con la voz de tu pensamiento, pero hablan. Como en los cuentos, adulan a la bruja y aconsejan a la princesa. El problema está en que los brujos  y los príncipes no se miran al espejo en los cuentos. Y a ti, por de pronto te falta saber si eres brujo o príncipe, o al final descubres que no eres ni un sapo esperando a ser besado por la princesa. 
Porque las princesas dejaron de esperar al príncipe pardillo que les bese, y se van con el malote de marcados pectorales, que en realidad les hace menos caso que al espejo de su armario donde tiene escondido su secreto.


*FOTO: DE LA RED

jueves, 6 de junio de 2013

DONDE LOS CUENTOS NO SE ATREVEN

Desde pequeños nos contaron historias cada una más cruel que la anterior, en la que se relataban vidas de princesas envenenadas, hijas abandonadas por malas madrastras, paseos por el bosque de brujas hambrientas... que nos dejaban con la boca abierta y el corazón encogido.
Lo importante de esas historias, siempre venía al final, a modo de moraleja, en la que se premiaba o se denostaba el comportamiento del personaje en cuestión.
Desde hace mucho tiempo, este vecino del mundo pienso que los cuentos que conocemos, se hicieron pensando en los pobres, y en el fondo moral de todos ellos está el conformismo, que has nacido en el seno social que has nacido, y para transmutar de paisaje social tienes que andar besando a ranas como loco para encontrar un príncipe que te dé el pasaporte al éxito.
Como vecino del mundo no he encontrado ninguna princesa a la que le molestara un guisante debajo de diez colchones, entre otras cosas porque si fuera así, y ya solo con un colchón, se fastidia y aprende a dormir en otro lado de la cama, porque no está el tema para comprar más colchones para la “señorita” en cuestión.
Cada vez se utilizan menos los sastres, y encontrar además uno valiente, como se decía en el lenguaje de los cuentos, tenía que ser la
repanocha.
Muchos niños de ahora, lo más parecido a los cuentos que conocen son las historias de los video-juegos, y mientras antes buscabas a príncipes o princesas, ahora buscas como loco una vida para seguir sobreviviendo.
La diferencia entre el antes y el ahora, quizás estriba en que hace años te cultivaban la esperanza ante una vida que, como la de hoy, estaba llena de problemas pero te la pintaban de algo mágico para poder seguir viviendo y descubriendo en cada recoveco, que lo verdaderamente mágico es vivir y labrarte un futuro lo más cercano posible a aquello que habías soñado.
Ahora, los niños desde pequeños, saben que tienen un reloj, como el de los video-juegos, que nunca va para atrás, y tienen que ir cumpliendo etapas o aventuras, capturando presos, o matando sueños ajenos, para conseguir los propios.
Antes, lo único intocable era la moral, ahora, ni está ni es esperada.

Es curioso, pero quizás hemos conseguido que en un mundo sin cuentos, las historias que se pueden vislumbrar en un futuro son verdaderamente terroríficas.

*FOTO: DE LA RED