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sábado, 21 de diciembre de 2019

DÍAS DE DESCUENTO...



Hoy, 21 de Diciembre, día de Santo Tomás, es la fecha oficial en la que en el País Vasco comienza la Navidad. Ya se sabe, día de comer y de beber, como no podía ser de otra manera, el vasco ejerciendo de vasco. Día de txistorra y sidra. Naturalmente, y de sus múltiples variantes, como el txakolí, por ejemplo, y el talo en lugar de pan.

El caso es que este vecino del mundo lleva unos días en que está bajo mínimos en su moral, y estas fechas, con sus recuerdos, tampoco ayudan mucho. A eso hay que añadir  que no encuentra, no son muchos este año, los números de lotería comprados durante el verano. Y que no le ha apetecido, no sabe por qué, comprar más.

Por eso, esta mañana al enterarse de lo bien que se lleva Marta Sánchez, cosa que ya era consciente de ello, consigo misma, al compararse con Rosalía, diciendo que ella fue la Rosalía de su época, pide desde este foro que por favor necesita una transfusión de su sangre y de su todo.

En el fondo este vecino siempre ha envidiado a esos famosos que se quieren tanto que no dudarían en besarse su trasero, sabiendo además que no se romperían, por aquello de que la fe mueve montañas e incluso caderas hasta lugares inusitados.

Aprovechando, que es gerundio, este post también para felicitar a todos las Navidades que acabamos de empezar, y que ya saben a días de descuento. Porque vas dejando las felicitaciones, uno ya se conoce,  y al final felicitas las Navidades del año que viene, y no es plan.

Como en otros años últimamente, a este vecino le han vuelto a llegar cantos de sirena, para no consumir productos de tal autonomía, o "autonosuya". Por aquello de que el mundo es más aldea global que nunca, si con esa postura intentas dañar a alguien, al final quizás también estás perjudicando a algún vecino tuyo, la pequeña empresa, que por tal o cual motivo trabaja para la que al final quieres perjudicar, y el primero en ser dañado es el que estaba más cerca del primer aleteo de la mariposa que originó tiempo después un huracán en la bolsa de Vaya-usted-a-saber-dónde.

En estas semanas todos necesitamos un poco de paz, porque no somos, quizás, conscientes pero este año ha sido de mucho ruido a interferencia, que parece que no molesta, pero al final como mínimo te deja una sensación de hastío, que te hace mirar al que no conoces, con cara de sospechoso. Y eso nunca es bueno.

*FOTO Y FELICITACIÓN: F.E. PÉREZ RUIZ-POVEDA

viernes, 2 de diciembre de 2016

YA ESTAMOS EN DICIEMBRE ... Y YO CON ESTOS PELOS


A este vecino del mundo siempre le ocurre igual. Para cuando se da cuenta, ya estamos en Diciembre. En muy pocos días nos han cambiado la decoración a nuestro alrededor, como a aquel niño que le dicen que le van a poner una moneda en su frente, apretándola bien, y si consigue andar con ella durante un minuto, sin que se le caiga, será suya. En ese minuto naturalmente descubre que le han tomado el pelo, y ya deja de ser un poco menos inocente… Y nosotros, sin embargo, seguimos sin ver el truco de “Ahora ya es Navidad”.  Pero seguro, que nos volverán a robar la cartera, aunque ya sea sólo lo único que nos quede, la cartera en sí misma...


Porque los problemas continúan, y si el resto del año no atan los perros con longaniza, mucho me temo que en Navidades tampoco atarán los renos ni con longaniza, ni con txistorra en el País Vasco, por mucho que seamos muy nuestros.


¿Y lo de los anuncios navideños? Sinceramente, ha llegado un momento en que este vecino ya está convencido de que van por libre. Uno se puede creer el argumento de “La guerra de las galaxias” y demás capítulos de la saga, pero lo de una Navidad perfecta, con destellos de luz por todas partes, y de casas inmensas, con mesas como calles de grandes repletas de delicatessen, ya ronda con la pornografía pura y dura.


Una de las empresas anunciadoras profetiza que estas Navidades pueden faltar sillas, haciendo un guiño a esa colección de familiares que pueden apuntarse a última hora, como esos hijos que pueden venir por Navidad…y que desde hace muchos años, ya forman parte de nuestro belén iconográfico navideño (vuelve a casa por Navidad).


Señores, seamos realistas, ni el PP, donde dije digo digo diego, se va a abstener de subir los impuestos ni siquiera en Navidad, ya se está viendo, ni todos los que se van aunque no sean emigrantes (ya que según el nuevo lenguaje político solo practican la “movilidad exterior”), volverán por Navidad. Porque después de volver, por Navidad y por los guionistas del anuncio, luego tendrán que regresar a ganarse las habichuelas, los espaguetis, el pastel de riñones, o la comida que sea típica en los lugares a los que se vieron forzados a viajar, y aunque "eso" no lo recoja el anuncio, será lo más costoso, de sentimiento y en "cash".


Que este año, según el anuncio, falten sillas sería el menor de los problemas porque entre familiares siempre se puede practicar los corrillos de pie mientras te pones morado de ricas viandas. Otra cosa es que te estés poniendo morado, o incluso lívido, por no comer, y te tenga que ayudar cualquier asociación de ayuda. Porque incluso con eso ya cuentan los políticos, y saben que donde no llegarán ellos, hay otros que lo harán. Y eso ya es jugar con una red moral, por la cual ya no se ponen rojos de vergüenza porque saben que otros, a la postre nosotros mismos, ayudarán.


Y es que ELLOS no pueden estar en todo. Lo cual, y visto lo visto, siempre es mejor, porque si estuvieran en todas partes, serían Dios. Hubieran nacido en Belén, entre la mula y el buey, y mucho, mucho me temo, que al final seríamos nosotros los que les tuviéramos que limpiar el trasero, y nunca mejor dicho.


Y convendréis conmigo, que ya bastante tenemos con lo que tenemos…


*FOTO: DE LA RED

domingo, 21 de diciembre de 2014

SANTO TOMÁS, RECUERDOS CON TXISTORRA

Hoy ya técnicamente comienzan las Navidades, tanto en Donosti, como en el resto de Euskadi, con la celebración de Santo Tomás.
Ahora que importamos tantas tradiciones de los Estados Unidos, como si no tuviéramos las nuestras, mientras ellos prácticamente se sumergen en el ambiente navideño el Día de Acción de Gracias, que siempre es el último jueves de Noviembre, nosotros nos metemos de pleno en la Navidad el día de Santo Tomás, el 21 de Diciembre. 
En realidad, si quisiéramos darle un cierto paralelismo con la fiesta americana, sería Nuestro Día de Acción y Engracias. “Acción” porque no hay un acto más duro que meterse junto con centenares, miles, de personas entre calles y plazas a la vez, mientras te pones morado de txistorra y sidra. Y lo de “Engracias” por lo que huele a pueblo ese nombre, y lo que tiene de pueblo y herencia cultural esta fiesta.
Mientras los americanos lo primero que hacen, ante el primer atisbo de que se acerca la Navidad, es encerrarse con los suyos y “ponerse moraos” con el primer pavo que pasa; nosotros, primero salimos a la calle con la cuadrilla a celebrarlo, porque la familia siempre está ahí esperando.
Día también de salir con los niños y ver las exposiciones consecuencia de los diferentes concursos que hay: de espantapájaros, de txistorra, de miel, de artesanía, de productos del campo…
Y es que el vasco es muy competitivo. Practica el deporte, la pelota, por ejemplo, pero siempre tiene que haber un aliciente, no el jugar por jugar, un por qué, una competición, un ganador. Y en los eventos sociales es lo mismo. Quizás, todo provenga de ese talante tan vasco de ¿Qué no me atrevo has dicho? ¿Qué no hay…eso? Pues te apuesto lo que quieras.
Para este vecino del mundo, este día tiene también un algo treméndamente entrañable, sobre todo recuerdos del ayer, y un aroma muy especial a amor, recuerdos de sus comienzos, hace ya bastantes años. Y el amor podrá durar, o no, pero los recuerdos, al menos, los hacen eternos.
Hoy, a apenas unas pocas horas de la gran fiesta, las calles están ansiosas de ser ocupadas cumpliendo una tradición, una tradición de muchos años, y no como las tradiciones de ahora que solo con repetir algo una vez, ya es bautizado como tal.
Quizás, en esta época, por mucho que el gobierno de Rajoy se empeñe en decir que la crisis ya termina, gastaremos menos en todo, incluso habrá, cada vez más, gente que lleva el bocadillo de txistorra de casa, pero la alegría y el sentimiento ni cotizan en bolsa, ni pagan impuestos, y de eso tenemos bastante. ¿Qué te apuestas?

*FOTO: DE LA RED

sábado, 21 de diciembre de 2013

ENTRANDO AL TRAPO

Entre las fechas que vivimos, y que en el País Vasco, por ejemplo, hoy, con la celebración de Santo Tomás, ya hemos comenzado las Navidades oficialmente, a este vecino del mundo se le había olvidado un pequeño detalle: todavía estábamos en otoño. A estas horas, sin embargo, ya es invierno, y se ha colado de rondón, como sin ser invitado, y aprovechando que todos estábamos ocupados en otras cosas.
Pensándolo bien, y que ahora mucha gente está en contra del mundo del toreo, más de uno, sin embargo, emplea la capa metafórica para darnos a la mayoría, pases de pecho, y a llevarnos tanto al tendido de sol como al de sombra continuamente, no para matarnos con el estoque, que también, al menos con el de la indiferencia, sino para hacerlo cuando menos, de pulmonía, con tanto cambio de temperatura.
Aquellos que son famosos, exprimen su nombre y su vida rentandolos al máximo, tanto en exclusivas como, y en última modalidad hasta ahora, con libros para incondicionales y masoquistas varios.
El gobierno, nos provoca con su toreo más que de salón, de pelvis, porque es por donde nos pasan un día sí y el otro también, amparándose en esa mayoría tan apabullante, en la que se aprueban leyes prácticamente sin discutirse, y que tienes que ir al boletín oficial del estado para enterarte de toda la crudeza de lo ya aprobado, como en el caso de la Ley que regula el aborto, y que está más retocada que el difunto Michael Jackson.
Y en el fondo somos nosotros mismos quienes entramos a todo tipo de trapo, eso sí con mucha raza y trapío, aquel que da la cantidad de años acostumbrados a seguir los dictados del “ser superior”, y en este caso este vecino no se refiere a Dios, sino al líder de la manada, que nos hace comulgar, en muchas ocasiones literalmente, con ruedas de molino.
Por ejemplo, hoy es Santo Tomás, y “la costumbre” nos dice que hay que celebrarlo como si no hubiera un mañana, y quizás así sea para más de uno, que por no tener no tiene ni arrestos para pedir limosna, por la vergüenza que pasa, ya que en su futuro no entraba el encontrarse ahora sin un euro para llenar el frigorífico que ya ni tiene, porque hace mucho tiempo que se le estropeó. Eso sí, mientras tanto todos nosotros haciendo media hora de cola para comprarnos un talo con txistorra quemada a precio de oro, y que en el mejor de los casos no nos destrozará el estómago.

*FOTO: DE LA RED