Que la justicia en España es lenta eso no lo va a negar nadie, pero como se suele decir en mi pueblo a cada cerdo le llega su San Martin, y aunque para que se vea un juicio se tarda, y mucho, éste antes o después se celebra.
Ésto está ocurriendo con el denominado caso Gürtel, donde lo mosqueante es que a alguien le regalen tanto traje.
Este vecino del mundo cada vez está más convencido que cuando a alguien le empiezan a ir las cosas extremadamente bien, con amigos extremadamente buenos, uno presuntamente se puede sentir más allá del bien y del mal.
Las imágenes de ayer mismo cuando el Sr. Camps iba a entrar a el juicio seguían siendo de auténtico glamour, y la sonrisa todavía formaba parte de su pulcra identidad.
Pasadas unas horas a simple vista la imagen ha cambiado, y se ve a un Sr. Camps con más dudas, y dónde la presunta burbuja en la que vivía se ha roto, y es plenamente consciente de lo que se está jugando en el juicio, pues una cosa es lo que está relatando, y otra las pruebas que al parecer existen, entre ellas de audio, y con las que presuntamente no contaba.
En España se está hablando siempre del estallido de la burbuja inmobiliaria, pero visto lo visto, junto con ella crecieron más burbujas de las que se pensaba a simple vista.
Parece que durante mucho tiempo ha habido demasiadas puertas abiertas por las que entraban y salían muchas manos, y al haber abundancia de dinero, con tanta corriente formada, bastantes sumas de dinero se han distraído presuntamente, y ahora quien más o quien menos está buscando facturas como loco para intentar justificar lo injustificable, porque nadie, o al menos muy poca gente se cree que no se pidan los justificantes de compra por mucha cara de no haber roto un plato que se ponga.
Durante mucho tiempo se ha pensado que no se iban a levantar las alfombras de los gobiernos para comprobar si la limpieza aparente es real, y en este caso no va con dobles intenciones, lo de real digo. Al ir poco a poco realizándose la prueba del algodón cada vez aparece más porquería, y los nervios a más de uno le estarán fallando, porque están seguros ahora, que tienen fecha de caducidad, y San Martin tarde o temprano llega para escarnio de más de uno.
*FOTO: DE LA RED