En España durante muchísimos años no existió el divorcio. Sin embargo, existía el ahí-te-quedas. Con esto quiero decir que no nos diferenciamos mucho de los demás países europeos, quizás en asignar los nombres a las diferentes costumbres, porque somos muy nuestros, pero el uso es el mismo.
Por ejemplo, en España no dimite ni Dios, pero se van porque quieren, aunque más bien por la puerta de atrás.
Reciente aún tenemos el caso del Señor Carlos Divar, ahora ex-presidente del Consejo General del Poder Judicial, que parecía que estaba más allá del bien y del mal, y como en un buen truco de magia, ahora ya no está.
Desde mi ventana vecinal una persona que presuntamente puede estar madurita para caer es Andrea Fabra, Miss Quesejodan. Cual campana de campanario, ya ha recibido el toque del presidente de su cámara, que no puede hacer nada más al respecto, y el toque por parte de su partido que tampoco va a hacer nada más al respecto, al menos de cara a la galería.
Sin embargo, cuando alguien sobra en un lugar, éste se da cuenta, y lo normal es que al final esa persona se vaya porque ella quiere. Como se dice en esa frase popular, no por ser del partido (popular), sino del pueblo, “entre todos la mataron, y ella sola se murió.
En opinión muy personal, a la Señora o Señorita Andrea Fabra, pues uno ignora su estado civil, y cómo ella quiere ser presentada, si es que quiere ser presentada, presuntamente le quedan muy pocos telediarios en su actual puesto, nadie le va a decir nada, pero pronto, por asunto familiares, porque le duele el dedo de un pie, o simplemente porque sí, como se hacen las cosas en España, véase como ejemplo el chandal olímpico español de este año, esta diputada dejará de serlo.
Y es que es muy cansado el ir todos los días con gafas de sol para que no te reconozcan, incluso el dejar de mirarte al espejo, para no ver en él a alguien que te dice: -que te jodan.
Lo dicho, hay frutas en todas las épocas del año, y la Señora o Señorita Andrea Fabra, aunque todavía es muy joven, está madurita, madurita.
* FOTO: DE LA RED
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