Al saber que lo que estás escribiendo se puede considerar como una especie de epílogo del año que termina, uno tiende a ponerse trascendente e intentar reunir una serie de frases ingeniosas para dejar alto el pabellón. Sin embargo, si algo ha intentado este vecino del mundo durante este año ha sido ser natural, levantarse cada mañana ante una hoja virtual en blanco e intentar plasmar sus sentimientos quizás diciéndolos claramente o contando alguna historia sin moraleja, porque no le gustan nada las moralejas. Cada uno tiene que sacar sus propias conclusiones, si quiere y puede, y La Moraleja sólo queda para los que tienen dinero suficiente como para vivir en ella.
Ha sido un año en el que más gente de lo que este vecino se imaginaba le ha ido descubriendo, y le llena de orgullo y satisfacción, aunque ésto haya sonado a mensaje muy monárquico.
De todas maneras, este vecino tiene la sensación de que la situación actual es de una calma tensa, en la que no se oye nada, y que recuerda a ese silencio que precede a un tsunami económico.
La opinión de lo que se divisa y adivina desde esta ventana es que nos va a hacer falta mucha imaginación para poder soslayar el temporal que nos va a afectar a unos antes que a otros, pero que a nadie le va a dejar indiferente.
Esta noche hay que vivirla saboreando cada momento, y en cada uva de las doce, poner un sentimiento o recuerdo diferente para que nos sirva de base para afrontar el año nuevo.
Pensar en nuestros familiares más íntimos, en nuestros deseos y sueños nos hará una velada repleta de ilusiones con la que afrontar un nuevo año, que para prácticamente todos comenzará en la Puerta del Sol y acabará un año después de millones de maneras diferentes.
Os voy a dejar un minuto para que preparéis vuestra copa de cava virtual, y brindar todos juntos por el año que por fin acaba y el que va a comenzar. Para que todo lo bueno y lo malo que nos vaya a ocurrir se encaje con deportividad, acatando las reglas del juego de la vida. Sabiendo que siempre hay momentos para ganar y perder, pero que lo importante es seguir a flote, sintiendo en nuestro rostro la brisa de la vida, de la nuestra y la de los demás.
No tenemos que olvidar, que también formamos parte de la vida de los otros. Por eso alcemos ahora nuestra copa para brindar por todo lo que sin duda vendrá: -Un abrazo de todo corazón por el año que va a comenzar, y que sigamos en este blog sintiéndonos como la familia que hemos aprendido y queremos ser.
La ventana de este mirador seguirá estando abierta para que sirva de nexo de unión.
*DIBUJO: DE LA RED