Ayer estuve dando una vuelta por el comienzo del Paseo Nuevo para ver el mar con todo su poder, y eso que no eran horas en las que coincidía la marea alta.
Es curioso el efecto que nos produce en momentos así, la amenaza de algo tan poco manejable como el mar. Cientos de personas convertidos en improvisados paparazzi apuntaban con sus cámaras al Cantábrico, que amagaba pero no daba. Es una especie de morbo el que nos mueve a acercarnos hacia un posible peligro. Estoy seguro que si no llegan a estar los municipales, más de uno se hubiera adentrado en la zona prohibida con su cámara a cuestas en más de un caso en lugar de para ver, para que le vean, o para probarse así mismo de que todavía los tiene bien puestos.
Otra persona que no pierde momento para probarse y probar que tiene bien puestas las agallas es la Señora Esperanza Aquirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid, y no olvidemos que las agallas están muy relacionadas con el mar.
Para mediados del año que viene en Madrid se podrán tener los negocios abiertos a cualquier hora. Será la primera comunidad de España en admitir que el sector comercial, con 70.000 negocios en la región, pueda tener su horario a la carta, todos los días del año. Previsíblemente el Consejo de Gobierno aprobará hoy el borrador del anteproyecto de la denominada Ley de Dinamización del Comercio Madrileño, sometiéndolo a consulta después, y que espera poner en marcha en mayo, previo paso por la Asamblea de Madrid.
La Sra. Aguirre sí que es una auténtica domadora de naturalezas, y es de las personas que dice que será muy bueno para todos la liberalización de horarios.
Este vecino del mundo está hasta la coronilla de liberalizaciones que iban a ser la panacea para todos. Así que recuerde, la del mercado eléctrico y el de telefonía móvil, para el currito de a pié no ha servido para nada. ¡Vamos!, que las vacaciones no nos las podemos costear con lo ahorrado en esos cambios, y lo mismo pasará con el cambio de horarios, porque se empieza por Madrid, pero...cuando las barbas de tu vecino veas cortar, en una peluquería a las cinco de la mañana, pon las tuyas a remojar.
A simple vista se puede ver que esta ley sólo va a favorecer, como siempre, a las grandes superficies, pero no a sus trabajadores, ni mucho menos a los que tienen una pequeño comercio, y que son la mayoría de casos.
No nos llevemos a engaño, porque las grandes superficies no van a contratar a mucha gente, sino que se arreglarán con los de siempre en diferentes horarios. Es lo que está pasando en lugares como Torrevieja, donde en verano hay centros comerciales abiertos desde las nueve de la mañana hasta las doce de la noche, y no les pagan más, sino que acumulan en general días libres, teniendo luego problemas para disfrutarlos.
La naturaleza tiende a recuperar los sitios que una vez fueron suyos, y la naturaleza del empresariado es querer recuperar todo lo que poco a poco fue perdiendo, y vuelve cada vez con más fuerza y ayuda, porque no olvidemos que el político en general cuando se quita su buzo de trabajo, en muchos casos tiene un negocio propio, y a eso se le llama ser empresario.
*FOTO: DE LA RED
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