Que una imagen es mejor que mil palabras, esta semana “viene al pelo” como nunca.
La portada de esa revista que siempre nos saluda desde los quioscos y desde las librerías, ¡vamos! que siempre nos saluda, esta semana trae una portada con polémica, es una foto de la Reina Doña Sofía, con su hija, la infanta Doña Cristina, y su yerno Iñaki Urdangarin, tomada en Washington.
Este vecino del mundo hace tiempo que dejó de creer que las cosas pasan porque sí; muy al contrario, que nadie da puntada sin hilo, y menos en una familia que no es que se prodiguen mucho en la denominada prensa del papel cuché.
Si esta foto la hubiera puesto el director de un periódico sería un auténtico editorial, y en realidad se puede entender así pero este vecino opina que presuntamente desde La Zarzuela, ya que desde allí se da permiso o no a la citada revista.
Si se quiere defender el tema se puede decir que simplemente es una foto familiar, incluso que simplemente es una imagen de una madre con su hija y su yerno. Eso es así, pero el problema es que normalmente la revista del saludo no recoge imágenes de familias cualquiera, esperando que se me permita la expresión, y menos en una portada.
Teniendo en cuenta que todos estos días se está hablando de una presunta futura imputación al Señor Urdangarin por una también presunta malversación de fondos, no hace falta ser Sherlock Holmes para sumar uno más uno.
Este vecino siempre ha pensado que las opiniones hay que darlas, y ese es uno de los motivos por los que quiso abrir esta ventana, y no sugerirlas. Ya se sabe que cuando a una persona le gusta otra, con rondar no es suficiente, pues un buen día ella puede decir eso de que no es lo que parece, solo somos buenos amigos. Si se siente algo por alguien hay que decirlo, y partirse la cara si hace falta.
Está claro que toda madre quiere a su hija, y al margen del chiste fácil, a su yerno, pero si se ha querido decir algo más que se diga claramente porque todo lo demás son fuegos de artificio, y luego los malos son los que piensan mal, y eso para este vecino no es pensar mal, sino solo de otra manera.
Siempre que en la escala de colores hay un blanco, por aquello del contraste siempre habrá un negro, y ese color no es ni bueno ni malo sino el opuesto. Lo mismo ocurre con las opiniones, el que opina lo contrario de la versión oficial tiene que ser malo, y eso no es así.
Lo que está claro es que el tiempo siempre lo aclara todo, y dentro de no mucho, aunque para algunos quizás demasiado, veremos quiénes eran los buenos y los malos, si es que los hubo, y entonces esa foto de portada quizás hable más que un loro.
* FOTO: DE LA RED
Jo, Patxipe, he leído dos veces tu nueva entrada y no la termino de entender.
ResponderEliminarPor mi parte, creo que don Juan Carlos ha servido para sustentar la historia de España en estos cuarenta años, pero que los nuevos tiempos abren una incógnita muy inquietante, sobre todo por la feria de vanidades en la que ha devenido España con sus 17 autonomías (autonosuyas), que pelean entre sí a espaldas de la dura realidad económica europea. Tremendo.
Soy Amama Maite, Juana para tí.
Tan sencillo como que algunas veces los gestos no son suficientes, porque hay que mojarse, para un lado o para el otro. Aquello de hablar hoy o nunca. Un abrazo.
ResponderEliminara mi esta portado me parece una patada a nosotros que nos estan quitando de todo, por todos los lados, gente sin trabajo, etc. etc. lo que todos saben, y viene este presuntamente listillo y dice me lo llevo y se lo lleva todo, y presuntamente se compra un palacio de mil pares de cojones, y a su familiar politica presuntamente no le extraña nada, ni presuntamente pregunta de donde ha salido el dinero, pues ahora todos presuntamente ya lo sabemos.
ResponderEliminarentonces esta foto de madre e hija , mal, mal, porque presuntamente la hija no se ha caido del guindo para decir de donde sale, esto, vease Maite Zaldibar, pero ya con el yerno, es como decir presuntamente aquí estoy yo para refrendar esto, esta bien, no pasa nada .
enfin, ya he dicho bastante pero me callo mas de lo que he dicho.
indignación a tope.
No se quién eres, pero está claro que es mejor que no te caliente más, pues puedes prenderte fuego como una cerilla. La vida merece la pena ser vivida, porque después, posiblemente, no hay nada.
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