Los
tiempos van cambiando, como decía aquella vieja canción, que es una
barbarité,
que es una frívolité.
En
estos tiempos en que todo se quiere rápido, y que tiene que haber
constancia fotográfica en las redes sociales, este vecino del mundo
ha constatado desde su atalaya, que cada vez se da más el individuo
que tiende a crearse una vida social alternativa, solo para ser
relatada por facebook
y twitter.
Se
suele decir que por
la boca muere el pez,
y por si hubiera dudas, siguiendo la trayectoria de alguno de ellos,
por ejemplo, en facebook, te vas dando cuenta de que a través de los
datos que va dando en su perfil, y por las fotos que va mostrando,
algo falla. O su segundo de trabajo vale más que el de un Messi, por
ejemplo,o las cuentan no casan, pues está todo el día con el
teléfono móvil en ristre, relatando lo que hace en cada minuto, y
contestando, por supuesto, lo que se comenta de él, porque siempre
el mundo, los demás, van contra él.
El
tiempo te va enseñando, que la mayor parte de tu presente y tu
futuro, te lo vas labrando tú mismo en el día a día, y siempre hay
un pequeño margen para la suerte e incluso a la improvisación. Lo
malo de estos individuos, es que en su desequilibrio entre lo que
realmente son y lo que quieren ser, mezclan también a sus seres
queridos. Y a este vecino le parece realmente grave, el poner fotos
de “estoy
con mi hijo, o mi hija, paseando por tal playa”.
Si
nos damos cuenta, las misma revistas y programas del corazón, se
andan con mucho cuidado en no publicar las caras de los menores de
dieciocho años, mientras estos individuos egocéntricos, que es lo
mínimo que se puede decir de ellos, exponen a los posibles peligros
de ser conocidos a sus seres más queridos, por seguir dando
“envidia” según ellos, a todos esos que les afean la conducta.
A
más de uno le vendría bien volver a ver, o descubrir por primera
vez, esa gran película de Don Fernando Fernán Gómez, que es “Viaje
a ninguna parte”, especialmente la parte relativa al personaje
interpretado por el gran José Sacristán, y la diferencia entre lo
que él pensaba que vivía, y la cruda realidad.
Algunas
veces,
“friqui del famoseo”,
cuando todos los demás te llevan la contraria, no es porque te
tengan envida, sino porque estás confundido.
*FOTO: DE LA RED
Como siempre un placer leerte. Y aparte de esa persona, yo entre mis familiares tengo otra igual. No paran de contarte mentiras e intentar que entre todos nos llevemos mal. Pero les sale el tiro por la culata. Nuestra vida igual no es perfecta, pero por lo menos nos hablamos con quien queremos hablarnos. Y ellos lo único que consiguen es que o les bloqueen o les insulten o no les hablen. Antes me daban pena, ya no. Ana Martxueta
ResponderEliminarCreo que en cierta manera buscan su minuto de gloria, solo que le cogen gusto, y quieren un minuto tras otro.
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