Sensación de hartazgo es lo que me produce esta España de
miras cortas para los de enfrente y mangas anchas, anchísimas, para los de tu
cuerda.
Y una vez más lo estamos sufriendo con el caso, por
decirlo de alguna manera, Cristiano Ronaldo.
Vaya por delante, mis incondicionales ya lo saben, que
este vecino del mundo no es ni del Real Madrid, ni del Barça, sino de una Real
Sociedad con la que también soy crítico como el que más.
Con Cristiano Ronaldo desde hace mucho tiempo me ha
pasado, naturalmente salvando todo tipo de distancias, como con los
independentistas catalanes que ambos están muy tristes, incluso cabreados, sino se
atiende lo suyo.
Hablar de CR7 me hace recordar a un compañero de trabajo
que una vez me dijo: “Patxi, es que no se puede conseguir todo en esta vida”
Cuando él era capaz de matarte varias veces y aliarse con el diablo para
conseguir lo mejor para él.
No una, sino hasta tres veces Cristiano Ronaldo ha sido
capaz de terminar una temporada dejando al aficionado con un mal sabor de boca
porque él estaba triste. Y su tristeza, ¡Qué casualidad!, siempre ha tenido
mucho que ver con el dinero que no se le daba todavía, o que no se le ayudaba
como el estimaba que se le debía hacer con los problemas que tenía con el
fisco.
No se puede decantar por una elección, abandonando un
club en el que has estado durante nueve largas temporadas, y además intentar
seguir cayendo bien a los aficionados que vas a abandonar. No se puede elegir irse a otro país donde la
presión fiscal es bastante menor, y mantener una imagen de caballero en
cualquier campo de la vida.
Hay fotos que en su fondo son totalmente pornográficas
aunque nadie en ellas se desnude. Y esa foto que acompaña a este post lo es,
porque todo el grupo que ha conseguido
este fichaje para la Juventus, celebrando el final de una negociación,
que siempre es una batalla, con vencedores y vencidos, a tenor de la amplitud
de cada sonrisa te da a entender, cuando menos, que los listos son ellos. No
que el equipo mandado por Don Florentino Pérez en un ejercicio de “vamos a
tener la fiesta en paz” haya accedido a
más que rebajar la cláusula de mil millones por los célebres cien con
los que se ha cerrado la operación.
Don Florentino, y nunca lo reconocerá, ha tenido que
estar más que harto con un advenedizo de la negociación en las altas esferas,
donde se supone que existen unos códigos éticos y se los han ido saltando una
campaña sí, y la otra también. Han tenido que pactar hasta la manera de zanjar
el adiós para que se sepa que el Señor Cristiano Ronaldo no se ha ido porque el
club blanco no haya accedido a sus pretensiones, porque ya se iba o se iba.
A Don Cristiano Ronaldo alguien le debía de haber
advertido que no es lo mismo hacer negocios en España que en Italia, y que
puede que con el tiempo se arrepienta. Y es que quizás el peor enemigo de Don
Cristiano es el que se encuentra todos los días al mirarse al espejo.
Y más de un periodista de esos que se creen rigurosos, y
españoles, muy españoles, se lo tenían que hacer mirar, porque en el fondo se
están conformando con ese minuto de gloria que una carta, que se supone está escrita
por la mega-estrella les une en la historia con él. Aunque en el fondo no deje
de ser una especie de pago por servicios prestados.
Don Cristiano en esos cruces de la vida, ha preferido
decantarse por seguir ganando más dinero venido de la publicidad en todo el
mundo, y que la hacienda italiana no debe de tener tan en cuenta como el fisco
español. Se puede hacer esa elección, es licito, pero no intentes además
tener la imagen de no haber roto ningún
plato.
En los recorridos largos la vida va poniendo a cada uno
en su sitio, y el paso de los años, me da al olfato, que es de lo peor que sabe
gestionar, al menos por ahora, un Cristiano Ronaldo que siempre ha estado, no
me cabe la menor duda, encantado de haberse conocido.
*FOTO: DE LA RED
No hay comentarios:
Publicar un comentario