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jueves, 20 de septiembre de 2018

BAJO EL JURAMENTO DE ESCARLATA



Algunas veces a los blogueros, o “bloggers”, nos lo ponen muy fácil,  mediante un nivel de indignación, o cabreo, muy alto, qué comentar en el blog, y desde que ayer este vecino del mundo oyó por televisión una determinada noticia, las ganas se han convertido en verdadera necesidad vital.

La consejera de Economía y Hacienda de la Comunidad autónoma de Castilla  y León, Pilar del Olmo, del Partido Popular, propone combatir el crecimiento del comercio electrónico cobrando por probarse la ropa en las tiendas. Según ha explicado ella misma,  no es una medida definitiva,  pero ya se sabe que cuando el río suena…, por de pronto no eres sordo.

A este vecino del mundo, así, de primeras, le viene a la mente que los políticos en campaña electoral te venden la moto de que ellos son nuestros representantes, que a ellos les damos la voz del pueblo, y sin embargo, en la práctica, a la hora de actuar siempre se ponen más  en defensa de la patronal.

Este vecino cree que la vida es como un Gran Casino, en el que una y otra vez gana la banca. Siempre que hay que cuadrar las cuentas, pierde el mismo, el españolito de a pie, el mismo que tuvo que rescatar los bancos que previamente se habían cargado los ahorros de muchos.

En este caso, el de posiblemente pagar por probarse la ropa, se pasarían la presunción de inocencia por el arco de triunfo, como ya viene siendo costumbre.

Ya sabe este vecino, antes de decirlo, que es una perogrullada, pero conviene no olvidar que el ciudadano de a pie, ese que tiene que actuar como una O.N.G. ambulante para llegar donde el gobierno no llega, cada vez gana menos, a pesar de que, en esta España nuestra cada vez hay más millonarios. Por lo que, y como diría cualquier milenial, el sistema puede petar entre hoy y mañana.

En momentos así este vecino del mundo siempre se acuerda de lo mismo, porque es la pura verdad: el día que empezamos a pagar por el perejil, fue el principio del fin. Se abrió la puerta a pagar por todo, y ya solo nos queda, y todo se andará, que nos cobren por respirar. El primer síntoma será que nos aconsejen “respirar flojito”, luego vendrá lo de respirar días pares o impares, aunque para eso hará falta un gran entrenamiento.

Este vecino del mundo, se hacía eco en su post https://patxipe.blogspot.com/2018/09/la-ley-del-cubata.html, de la cruzada que había comenzado en contra de pagar por las bolsas de plástico, comenzará otra si esta medida llega a tomar cuerpo, y comprará toda la ropa por internet, porque la mayoría de los comercios en las redes, admiten el cambio o devolución.

En este Gran Casino que es la vida, como ya comentado, si quieren que juguemos, al menos es el pensamiento de este vecino, lo haremos, pero como mínimo perderemos todos, incluso la banca.

En un arrebato al más puro estilo Escarlata O´Hara, este bloguero hace el siguiente juramento, así de maleducado es: ”A Dios pongo por testigo de que …nunca pagaré por probarme la ropa. Por ahí sí que no paso.”

*FOTO: DE LA RED

viernes, 11 de mayo de 2018

CUANDO LAS APARIENCIAS ENGAÑAN...



¡Nunca me había ocurrido!

Alguna vez, tras varios días de silencio, algún@ de mis lector@s me había contactado para mostrarme su preocupación por mi silencio. Hoy, sin embargo, la situación me ha superado.

Tras seis días sin ningún artículo en mi blog, hoy se ha puesto en contacto conmigo, por decirlo de alguna manera, “el robot” que lleva el control en Facebook, diciéndome que se me echa de menos.
Y la verdad, que algo no corpóreo te eche de menos, te puede hacer sentir, cuando menos, una especie de “yuyu” más cercano al más allá, que al más acá. E inmediatamente me ha hecho recordar la noticia que se ha dado estos días en los medios, de ese robot de Google, robot de voz por decirlo de alguna manera, que ha pasado la prueba, con su inteligencia artificial, llamando a una peluquería y cogiendo vez para un día y hora determinado. En ningún momento se notaba que era “sólo” una voz; por lo que hay momentos en los que se demuestra que las apariencias sí engañan.

El problema verdaderamente vendrá, al menos para mí, el día que se descubra, como bloguero o blogger que me considero, que ya hay bloggers que son robots. Aunque bien pensado, algo de eso debe de haber ya, en esa clase de blogger que se ofrece a todo tipo de empresas, y bajo la condición de “disfrutar gratis de sus productos” ya tiene su buena opinión comprometida.

El gorroneo, como se dice en mi pueblo, ha existido siempre, y existirá. Solo cambia la capa de maquillaje externo, o en otras palabras, el cómo se venda una opinión.

Y si no, lo tenemos más que fácil en el ejemplo ahora mismo. Mañana es la Final del Festival de Eurovisión, y estos días se está comprobando que para ser algo en esto del mundillo de la opinión, profesional u amateur,  el que no corre vuela, y el que ya no está en Lisboa, o Portugal como mínimo, con cara de entendido en Eurovisión, no venderá nada de nada. Y al que le ha pagado de alguna manera RTVE, su estancia u entrada al Festival, no va a tener los santos pelendengues, ya se me entiende, de poner a parir a la mano que le da de comer, o de sestear.

En A TROCHE Y MOCHE no tenemos ese problema. En su momento, con la crisis, tocamos fondo, y aprendimos a vivir con lo mínimo. Y todo lo que no sea totalmente necesario ya nos pone nerviosos, más que nada, con la cara del Señor Montoro al fondo.

Además, y ya para terminar, el poder dar tu opinión libremente, pero procurando no faltar a nadie, que para eso existe la ironía, te da una felicidad/tranquilidad, que es mejor no comentar. Más que nada, para que el gobierno de turno no se ponga las pilas e intente sacar tajada de ello.

*FOTO: DE LA RED


lunes, 22 de diciembre de 2014

JOE COCKER, LA VOZ DE LO INCORRECTO

Me acabo de enterar. Joe Cocker ha muerto, y una parte de nuestras vidas con él. Esa vida que no es políticamente correcta, de tugurios a medio cerrar, de luces dudosas que intentan sobrevivir entre un puré de humo, y de bebidas de “algo” con alcohol.
Hay artistas que cantan con la garganta, y otros que lo hacen con sus entrañas.
Joe Cocker, el cantante de Sheffield,  es, porque durante mucho tiempo me costará hablar de él en pasado, uno de los pocos que cantan con el hígado. Nunca ha necesitado canciones compuestas por o para él, porque ha sabido coger canciones de otros y hacerlas suyas.
Directamente me viene a la memoria de mi corazón ese  With A Little Help From My Friends, de “The Beatles” y transmutar las finas voces de los de Liverpool en esa voz rasgada de negro emblanquecido, esperando que en cualquier momento se rompa para siempre, pero sobreviviendo a los agudos.
Una voz llena de contradicciones, voz de negro en envoltorio blanco, voz de tinte trágico con imágenes, en la memoria, de lencería fina, y trajes impolutos de soldados enamorados.
El considerado séptimo arte le debe grandes momentos también, como los temas principales de “Oficial y caballero”  y “Nueve semanas y media”.
No se ha conformado nunca con coquetear solo con nuestros oídos, y hubo tiempos que también lo hizo con  las drogas y el alcohol. Leyenda viva del Festival de Woodstock, hoy nos ha dejado, pero como en sus conciertos, seguro que simplemente es un descanso para volver a envolvernos con esa voz de más de cuarenta grados.
Sé que como en “Nueve semanas y media” me podría dejar el sombrero puesto, pero es un símbolo de respeto el quitárselo, y en el caso del cantante que acaba de fallecer, merece  ser incinerado para no poder ponérselo nunca; porque ya nada será lo mismo.
Al contrario de en su canción “Unchain my heart”, mi corazón siempre estará encadenado a su recuerdo, a esas manos siempre tocando un piano imaginario.
Ahora los tragos solo serán de marca, y las historias de amor limpias y anodinas.
Joe Cocker ha muerto, descanse en paz, y los cubatas estarán a media asta.


*FOTO Y VIDEO: DE LA RED

lunes, 15 de septiembre de 2014

DE VERDAD DE LA BUENA.

Hace muchos años nos dijo Fernando Fernán Gómez que “las bicicletas eran para el verano”. Últimamente, además, este vecino del mundo se ha dado cuenta de que los blogs, muy en contra de lo que pensaba, no son para los fines de semana.
Aunque ya lo he comentado alguna vez, a través del software que el blogger/bloguero, tiene puede “comprobar” la cantidad de personas que entran cada día, el nombre del post, y los países de donde provienen los visitantes. Y últimamente los sábados y domingos, como se diría en Andalucía, entran el “Tato y cuatro más”. Es como si estuviera prohibido pensar ( partiendo, que es mucho partir, de que la mayoría de los blogs te hagan pensar) durante el fin de semana, una especie de “cierre por descanso semanal”. Y no me refiero a pensar en la madre que parió al bloguero o bloguera de turno, que seguro que también los hay, si no sobre lo propuesto en los diferentes temas.
Y que conste, que lo quiero dejar bien claro, para evitar interpretaciones sorprendentes, que al decir que los fines de semana, al menos a este vecino,  le lee muy poca gente, no estoy echando en cara nada, sino solo constatando una realidad, al menos temporal, porque lo mismo que cada uno se hace con la capa un sayo, con su tiempo puede hacer lo que quiera, que para eso es suyo. Por cierto, de las pocas cosas que nos van quedando que son gratis, de verdad de la buena, porque ya no lo es ni el perejil.
Hablando “de verdad de la buena”, algo que no me parece bien, es la cantidad de anuncios, especialmente en la radio, en los que una voz imitando a la de un famoso te sugiere que compres algo.
Si hay una especie de lucha encarnizada para no comprar productos copiados o pirateados, no es de justicia que se nos anuncie algo empleando una voz con los “tics” de un famoso para que nos acordemos de él, aunque él no vea un duro.
Ahora saldrá el listo de turno diciendo que si en un programa de televisión alguien imita a alguien, y no le paga al “original”, tampoco le tiene que pagar en ese caso.
Lo que ocurre es que en un anuncio al imitar a un famoso, te estás aprovechando de su imagen, aunque no se le vea, y de la posible “verdad” que esa persona imprime a todo lo que hace.
Este vecino no se refiere a la voz que en España le dobla a Morgan Freeman, es decir a  Pepe Mediavilla, porque ese señor concretamente tiene esa voz, y si consigue poner sus cuerdas vocales a más anuncios mejor para él, siempre que no se haga alusión al citado actor americano, ya que en ese caso estaremos en las mismas.
En realidad, este vecino se refiere a esas voces que “intentan” imitar a la voz de un Robert De Niro y un de un Silvester Stallone (especialmente como Rambo), que dicho sea de paso, cada vez, ellos mismos, son más imitadores de sí mismos.
Esta mañana, y es el motivo de este post, este vecino ha oído la voz de alguien haciéndose pasar por Eduard Punset, muy de moda por otra parte,  para visitar una tienda de la zona de Donosti. Y por un momento, solo por un momento, me he imaginado a la misma voz anunciando un lugar de alterne, mientras decía eso de “lo que se han de comer los gusanos, que lo disfruten los humanos”. Y como más de una vez este vecino ha visualizado algo, que luego se ha cumplido, quiero evitar desastres, porque ha sido verdaderamente desagradable.
Es una pena que con lo que se cuidaba la publicidad hace años, sobre todo creando verdaderas canciones para cada producto, los famosos “jingles”,ahora la mayoría de los anuncios radiofónicos sean tan chabacanos.
Y es que en estos días se juega mucho, sobre todo en la televisión, con los dibujos por ordenador y los efectos especiales. Sin embargo, antes se hacían maravillas con lo poco que se tenía, y especialmente, con aquellos “afectos especiales”.

*FOTO: DE LA RED