He estado viendo la entrevista en "La Resistencia", de Broncano a Omar Montes.
Llamadme raro, pero procuro no ver en general este programa, aunque ya sé que está triunfando. Siempre me ha parecido una falta de respeto no prepararse de antemano una entrevista, tanto para el invitado como para el público. Y este programa se basa en eso y en los reflejos del presentador, David Broncano, para salir airoso de los diversos jardines en los que se puede meter por su ignorancia, nunca fingida, del invitado, pero quizás si aumentada.
Lo que ocurre es que el
invitado, en este caso, el ya citado Omar Montes merecía muy mucho la pena. Por
mi edad, nos separan décadas, no lo hago por ser seguidor de su músia, aunque me merece el mayor de mis respetos.
Para definir el sentimiento
que me inunda al verlo, debería utilizar una expresión que él, Omar Montes, durante la entrevista
ha repetido en muchas ocasiones: “Es un ser de luz”. Y dicho con mucho cariño,
y por favor que se me entienda, una especie de primo lejano de Forrest Gump.
Hace muchos años escuché una
teoría de por qué es como es el diseño de un niño pequeño, un bebé, e inequívocamente
uno de los motivos es el conmovernos y que pueda sobrevivir en esta jungla que
es la vida.
Y Omar Montes, es un bebé grande
a sus 32 años, que ha logrado no sólo sobrevivir en su entorno, sino que ya es
conocido internacionalmente.
La ternura que desprende desde
el primer momento de sus declaraciones (no ha dudado, como un niño chico, el pedirle el tractor) le ha ganado a un Broncano hoy nada “repreguntón”, sino siempre a favor de obra desde el minuto uno, al comprobar el tipo de persona que
es Omar Montes, inocente elevado a la máxima potencia, que al decir que el
regalo que le traía, era una muñeca que había robado en Cantora se ha desarmado
clarísimamente.
Y es que cuando una persona te
muestra su yugular, sería de muy mala gente el atacarle.
Broncano, ni ha querido enterarse,
al no intentarlo, a cuánto ascendía el contrato que acaba de firmar Omar con
una gran discográfica internacional, ni le ha presentado formalmente sus dos
preguntas estrellas (las veces que ha hecho el amor en el último mes, y el
dinero que tiene).
Para aquellos que estos
comentarios les de ganas de ver la entrevista, pedirles que se fijen en las
caras que dejaban traslucir los dos acompañantes de David Broncano. Primero de estupefacción y después
de un cariño exacerbado que si Broncano hubiera ido a por él, estos se lanzan en
su defensa sin ningún tipo de miramientos.
En estos días, y no lo digo
por la pandemia, de “sálvese el que pueda”. Da mucho gusto comprobar que
siguen existiendo personas buenas, y a los que además le va muy bien.
*FOTO: DE LA RED
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