En
la mayoría de los casos, encontrar el primer trabajo es muy difícil
por aquello de la falta de experiencia, a no ser que lo hagas con el
título honorario de “becario”, y eso ya es una especie de
patente de corso para que te puedan hacer de todo y nada bueno y no
te debas quejar; poder puedes, pero si “estimas” tu trabajo...
De
todas las maneras, el que hayas trabajado en otras empresas, para
qué sirve, ¿para que se den cuenta de que te duchas?, ¿de que
hueles a aroma de frambuesa?. Y es que viendo el día a día, no parece que importe
el que lo hagas bien. Y si no que se lo pregunten al Señor Rato, que
últimamente no parece presuntamente que le ha ido muy bien en sus
últimos trabajos, y sin embargo para las empresas importantes tiene
más “sex-appeal” (palabra que ya parece que está en desuso),
que un justin-bieber de cabecera para una quinceañera.
Pensándolo
bien, quizás al Señor Rato le contratan por el significado de su
apellido: espacio
breve de tiempo,
y es que en un país en el que encontrar un trabajo fijo es más
difícil que encontrar un kilo de angulas sin propietario, saber que alguien ya
viene, por definición y por experiencia, no para anquilosarse en un
sillón, es de agradecer.
De
todas las maneras, los mal pensados, entre los que se incluye este
vecino del mundo, dirán que sólo le han contratado por su libreta
de contactos, números y nombres no solo a los que en cualquier
momento puede llamar, sino que además le contestan con una voz
asemejándose a las burbujas de una botella de champán del caro, con
alegría.
Siempre
se ha dicho que conviene tener contactos hasta en el infierno, y el
Señor Rato presuntamente al provenir de un partido católico,
apostólico y romano, aunque luego lo practiquen poco, va a permitir,
muy posiblemente, a que si en el cielo se use teléfono, Dios tenga a
Telefónica muy en cuenta para sus próximos contratos, ya
que aunque se diga que Dios es apolítico, por lo poco que se sabe,
su manera de llevar sus negocios, sin sindicatos, ni partidos
políticos, es muy de derechas.
*FOTO: DE LA RED