Este
vecino del mundo ignora si los tentáculos del poder son tan largos, o es mera
casualidad, pero últimamente la mayoría de los medios de comunicación parecen
lanzar el mensaje de “confórmate con la vida que llevas porque pudieras estar
mucho peor”.
Dándole
al mando a distancia, en uno de los múltiples canales, que al final dan lo
mismo que los demás, vi que comenzaba “Full monty”. Si en su momento me
decepcionó porque a mi manera de ver entonces, la película acababa cuando
empezaba lo mejor, ahora y en el país de “con la que está cayendo”, este
vecino del mundo la considera un reflejo de nuestra realidad, aunque la
película sea británica.
En
una de las cadenas vascas daban el final de “El conquistador del Aconcagua”, y
en el último momento desvelan el “gran
premio” que habían anunciado a bombo y platillo durante meses. Eran cinco mil
euros, que teniendo en cuenta lo que les ha cundido, en semanas, llamadas y
anuncios, uno piensa, especialmente teniendo en cuenta que al final nadie ha
hecho cumbre porque solo tenían un día para intentarlo, que los productores en
un momento dado se quedaron tiesos de pasta, y optaron a cerrar el chiringuito
cuanto antes.
En
otro intento de dar otra oportunidad al showbusiness en televisión, cambio de canal y están dando un episodio de
esta temporada de “La que se avecina”, y aunque no sigo la
trama, dándome una oportunidad a mí
mismo para intentar encontrar la risa fácil, me encuentro un capítulo en el que
parte de los personajes fijos en la serie, están trabajando en un comedor
social, mientras otro pasa la noche al raso con una yonqui encarnada por una
Paz Padilla muy inspirada y sin importarle el salir como una piltrafa humana.
Todo
lo mencionado anteriormente ha sido recopilado en menos de dos horas.
Lo
dicho, tanta casualidad de pobreza por metro cuadrado me escama, porque hace
tiempo aprendí que las cosas no ocurren por casualidad, sino que
desgraciadamente en la mayoría de los casos están bien estudiadas.
Y
si a todo eso añadimos el recuerdo todavía fresco de la desgracia en el Madrid
Arena, y lo ocurrido hace menos de cuarenta y ocho horas en un colegio de
Estados Unidos, la expresión “Virgencita que me quede como estoy”, es lo mínimo
que se puede pensar.
Y
para redondear la sombra de la
desgracia, desde hoy mismo suben las tasas en los juzgados. Para que luego
digan que la ley es lenta.
Desde
que se le ocurrió el chiste al ministro de justicia, a tomar cuerpo, ser
aprobado, y puesto en marcha, no nos ha dado ni tiempo a pensar que podíamos
llevar a juicio al gobierno por alguna causa, y ahora ya es tarde, por lo que nos va a costar, y más teniendo en
cuenta que este sábado será la última oportunidad para que nos toque la lotería,
sin tener que darle parte al fisco.
¡Ya
solo faltaría enterarnos de que los Reyes Magos no existen!
*FOTO: DE LA RED
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