martes, 4 de diciembre de 2012

DE BUITRES Y CHORIZOS


En la debacle que están sufriendo los Lakers,  han sido muy aireadas las palabras lanzadas por Kobe Bryant  a nuestro gran bastión en la NBA, Pau Gasol, conminándole a que se comporte como un hombre, como único recurso para darle la vuelta a la crisis que se ciñe sobre su juego, y consecuentemente sobre el equipo.
Dentro de nuestra piel de toro, un toro malherido por la avaricia de muchos, haría falta más de un Kobe Bryant  para servir como azote de todo aquel cuyo comportamiento dejara más que desear.
El último caso descubierto, por ahora, es el del otrora presidente de la patronal y del grupo Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, que recurrió a lo  que se denomina un fondo buitre, para que mientras en apariencia intentaba arreglar el caos que reinaba en su empresa, lo único que quería era entorpecer al máximo los procedimientos concursales de sus empresas para no pagar las deudas a proveedores y trabajadores. La declaración de un empleado del despacho jurídico utilizado para tal menester, ha aclarado ante el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, todo tipo de chanchullos que se empleaban en esa oficina para evitar el pago de deudas de empresas ruinosas.
Lo triste de este caso es que esta oficina, en Valencia, del Señor Angel de Cabo,  presuntamente estaba especializada en hacer el paripé de comprar empresas para reflotarlas, siendo el objetivo real, desvalijar las compañías, apartando mediante todo tipo de ardides, sus bienes de los concursos de acreedores, para lucrarse directamente de ellos. Los bienes que lograban sacar de los concursos los vendían luego y se repartían las ganancias entre De Cabo y los propietarios de las firmas ahora arruinadas.
Se ha sabido también que por ésta había pasado, entre otros, Nueva Rumasa, de la familia Ruiz-Mateos.
Mediante todo tipo de chanchullos tanto legales como utilizando chantajes  evitaban pagar a los acreedores, y como vulgarmente se dice, se iban de rositas.
Lo triste de todo esto es que durante muchos años, personas  como Diaz Ferrán, desde su tan significativo puesto de la patronal, han recriminado a los trabajadores su falta de pujanza en el trabajo y de pensar solo en su bolsillo, sin embargo, ahora se ha sabido que él pudo ocultar dos pisos de lujo en Nueva York y un yate, mientras sus empleados se hundían en las arenas movedizas de la crisis.
Por otra parte, familias tan religiosas como la de Ruiz-Mateos, al parecer, no estaban esperando a ser recompensadas en la otra vida, sino que ellos mismos ya se habían encargado de vivir en ésta precisamente como Dios.
El Señor Kobe Bryant y su filosofía sobre el honor y comportarse como un hombre iban a ser totalmente incomprendidos  por un país donde prima la religión de la avaricia, y de la figura del “chorizo” dentro y fuera de la gastronomía.

*FOTO: DE LA RED


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