lunes, 10 de diciembre de 2012

PASARSE DE LISTO


Para ahora ya todos nos hemos enterado del caso de la locutora de radio australiana, y su compañero de emisora, que haciéndose pasar por la reina de Inglaterra, pidió en una llamada telefónica al hospital correspondiente, que le pasaran información sobre su nieta, ingresada por molestias en el embarazo, y los acontecimientos posteriores con el presunto suicidio de la enfermera que recibió la llamada en primer lugar.
Como en todo, hay gente que está en contra de lo que hizo la locutora australiana, y al final la emisora que es donde trabaja, y gente a favor, especialmente, por lo que he oído, en alguna emisora de radio de ámbito nacional.
Se está catalogando el hecho de la llamada, como una mera broma, y sin embargo como la llamada “coló” y se supo información privilegiada sobre el estado de la paciente, eso luego ya era bombazo informativo, y descrédito para la seguridad que rodea a la familia real británica.
En primer lugar, para catalogar este hecho como broma y poderlo emitir hay que pedir el consentimiento del sujeto paciente, y éste no fue el caso. Ahora se dice que la emisora llamó varias veces al hospital para intentar obtener este permiso y no pudieron contactar.
También se está diciendo ahora, que el desenlace con respecto al comportamiento de la enfermera  fallecida no es normal, que tenía que sufrir de algo y debería de haber estado de baja y con medicación.
Este vecino del mundo quiere poner un ejemplo que aunque no tiene nada que ver, puede aclarar el tema:
Una persona joven todavía, está con unos amigos, y para pasar el tiempo en una tarde aburrida de verano, deciden jugar a futbol durante un rato en una plazoleta en la que en ese momento no hay nadie, ni un cartel que prohíba practicar deportes. Al cabo de un rato, uno de los jugadores pega un balonazo, y como consecuencia del hecho, el balón se incrusta en una ventana de un edificio cercano, y se rompe el cristal de la ventana, y es más, la mala suerte continua, pues esa ventana daba a la cocina de una familia que en ese momento estaba cocinando, y al pegar a la sartén comienza un incendio. ¿Los que estaban jugando a futbol ahora no se van hacer responsables de lo ocurrido?
Seguro que si cada uno de nosotros pensamos que esa casa, la del ejemplo, es nuestra, tendremos claro que el imprudente deberá de pagar los gastos ocasionados.
Lo que hicieron la locutora de radio y su compañero de emisora fue una imprudencia disfrazada, primero de broma, y luego de bombazo informativo,  porque hay que recordar que la citada locutora no se presentó durante la llamada como ella misma, sino que suplantó no solo a otra persona, sino a la mismísima reina de Inglaterra
De todas las maneras, para ahora la emisora australiana ya ha destituido  a los implicados y quitado el programa, pero seguro que ésto es solo el comienzo.  Y no nos engañemos, ésto no va en contra del derecho a la información, porque ésto es otra cosa, que en mi pueblo se definiría como pasarse de listo.

*FOTO: DE LA RED

No hay comentarios:

Publicar un comentario