Lo mismo que la publicidad invade los programas de la televisión, cuando eres pequeño tus padres te van guiando por la vida, o deberían al menos, porque esa es otra, dándote coordenadas de comportamiento, como el célebre ésto no se hace, o aquel otro lo importante es participar.
Ya de mayor todo el mundo lleva en su interior una especie de caja negra, como la de los aviones, que va registrando todos los acontecimientos que ocurren a su alrededor y va comparándolos con el bagaje vital que cada uno lleva, y va juzgando el comportamiento de los demás sin querer, porque es inevitable, con el suyo propio.
Juzgamos lo que vemos, no los pensamientos de los otros porque eso no se puede ver.
Todo el mundo, en general, porque siempre habrá excepciones, se siente mejor cuando al estudiar a los demás descubre que el que parecía ser perfecto tiene sus fallos.
Encontrar una torpeza en el que estás juzgando ayuda para ingresarlo en el concepto de lo que es tu idea del mundo normal.
Un buen día aparece en nuestro universo un tal Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, más conocido como Cristiano Ronaldo, y saltan todas las alarmas. Buen futbolista, atleta nato, guapo, y se le presupone millonario. Nuestra caja fuerte recoge el evento como si de un terremoto se tratara, pero no de un terremoto cualquiera, sino de uno magnitud, 7.9, terremoto mayor, causando graves daños.
Si sigues fijándote en el personaje, con el tiempo descubres, ¡por fin! que tiene un fallo, y para nuestra caja negra, muy grande, no es humilde, está encantado de haberse conocido.
Sus últimas declaraciones tras el partido contra el Dinamo de Zagreb, cuando se encontraba molesto, por ser pitado en el campo, en las que afirma que le silban «por ser guapo, rico y bueno y me tienen envidia» tampoco ayudan, y nos hacen reafirmarnos de que aparte de que como vulgarmente se dice, no tiene abuela, llegamos a la conclusíon de que Cristiano Ronaldo es su fan numero uno.
Estamos acostumbrados ahora a héroes que en sus declaraciones siempre son comedidos, y agradecidos por lo que han logrado ser con la ayuda de la afición, figuras como Andrés Iniesta, Pep Guardiola, Xabi Alonso, Iker Casillas, Rafael Nadal, incluso el mismo Fernando Alonso.
Lo que ocurre es que desde la arena de unas Justas medievales, siempre se disfruta más cuando entres los caballeros a combatir aparece también algún caballero negro, donde también podemos incluir a Mourinho, caballero negro donde los haya, y que además él mismo se encarga de resaltar con sus trajes, también negros.
Los caballeros negros están destinados a no ser comprendidos y a que los caballeros blancos aún lo sean más, pero sin ellos cualquier torneo de la vida diaria sería mucho más aburrido.
*FOTO: DE LA RED