Como dice una antigua canción...el mundo ha cambiado que es una barbaridad. La cuestión es que ocurre tan poco a poco que no lo vamos notando. Lo mismo que cuando nos miramos en el espejo y la figura que encuentras es la misma de ayer, y de los días anteriores...pero al final has perdido el pelo, has almacenado la grasa, en forma de tripa, de todos los demás...pero tú erre que erre con eso de que eres el mismo de antes.
Al volver a mi reino de Amara, y tras un breve paseo para ver las novedades que me circundan, he comprobado que la única tienda que ya quedaba de venta de discos, bueno desde hace tiempo venta sobre todo de cedés y de deuvedés, me niego a una sociedad en la que ya todo funciona por siglas, ha fallecido.
La primera lectura es que la hemos matado con la piratería, y como diría cualquier gobierno casposo, con el uso fraudulento de internet. Como siempre la culpa es del mismo, de aquel que al final tiene que arreglar todos los desaguisados pagando más impuestos. Lo que ocurre es que poco a poco, como las arrugas frente al espejo, han ido desapareciendo las tiendas de toda la vida, y como mínimo lo que ya tenemos cerca de casa son franquicias, que en cierta manera, pertenecen a una misma persona, como los ya famosos centros comerciales, que pertenecen a grandes hermanos que todo lo vigilan. Con lo cual, llegará un día en el que compraremos no lo que queramos, sino lo que nos dejen comprar.
El futuro de todas aquellas novelas y películas de ciencia ficción que hablaban de un mundo masificado, están más cerca de lo que pensamos. Quizás no veremos a replicantes, o a sociedades con el nombre de alfa, beta, gama..., pero quizás sí apagones masivos, o en nuestros frigoríficos y armarios, cada vez más productos de los que ya se llaman de gama blanca... y es que el blanco nunca presenta sospechas, pero imaginaros gama negra, o gama marrón...porque ahora este color se emplea como sinónimo de problemas.
Todo es muy sutil, como la actuación de un prestidigitador, con un perfecto smoking, pero al final ha desaparecido el pañuelo, y aquella mujer, la ayudante del mago, que estaba como un tren, al meterse en una caja negra, ha desaparecido también, y ya no va a volver; eso sí todo con muchas sonrisas y coreografía...que no falten.
Creo que me he levantado un tanto revolucionado hoy, y porque no tengo cerca La puerta del sol, sino me manifestaba yo solo.
¡Bueno! Como me conozco, esto se me pasa enseguida. Esta noche me voy a dar un homenaje en un Mactronals, con una hamburguesa y una Cola-loca de esas, y para acabar con una noche redonde, al final me iré a ver una película a cualquier multicine...y es que no tengo remedio.
*DIBUJO: DE LA RED
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